La tensión por parte del Ministerio de Gobernación (Mingob) aún persiste, pese a que ayer los pobladores de Santa María Xalapán entregaron a través de la mediación de la Diócesis de Jalapa, nueve armas de fuego y equipo antidisturbios robado; el resto de armamento y las 4 mil candelas de dinamita que no aparecen son la preocupación.
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Aunque el titular de la Cartera del Interior, Mauricio López Bonilla, reconoció la “buena fe”, de los pobladores que entregaron las pistolas y el resto de implementos policiales, aún le preocupa que las candelas de dinamita puedan utilizarse para un acto terrorista, o las armas de fuego de la Policía Nacional Civil (PNC) para cometer un asesinato.
Según las autoridades eran 24 armas robadas, además de equipo antidisturbios como granadas de mano, tolvas, municiones, entre otras.
El pasado 5 de mayo, la Fiscalía contra el Crimen Organizado y la Delegación Panda de Jalapa, mediante un diálogo, lograron que los vecinos de las aldeas El Duraznito y Santa María Xalapán entregaran tres armas de fuego y equipo policial.