Activistas defensores de los derechos humanos encontraron artefactos de tortura y otra evidencia de abuso en prisiones del gobierno en la primera ciudad siria que cayó bajo el control absoluto de los rebeldes, dijo hoy un reporte de Human Rights Watch.
Raqqa, en el este de Siria, fue invadida a fines de febrero por rebeldes que luchan para derrocar al presidente Bashar Assad. Los rebeldes facilitaron al grupo con sede en Nueva York a finales de abril acceso a instalaciones que pertenecieron a una agencia de seguridad y a inteligencia militar.
En un reporte emitido el viernes, HRW dijo que sus investigadores encontraron evidencia física que indica que sirios fueron torturados el celdas de instalaciones de detención que inspeccionó, incluido un artefacto que ex detenidos dijeron que era utilizado para estirar o doblar brazos y piernas de víctimas. El grupo encontró además documentos que indican que residentes de Raqqa fueron detenidos por asuntos legales como manifestarse o ayudar va personas heridas.
Grupos defensores de derechos y activistas de oposición han afirmado desde hace mucho tiempo que han sido detenidos civiles arbitrariamente, torturados, y en ocasiones han desaparecido desde que inició la insurrección contra el régimen de Assad. Los hallazgos de HRW detallados en el reporte parecen ser de los descubrimientos más grandes de evidencia física hasta la fecha.
«Los documentos, celdas de prisión, cámaras de interrogatorio y artefactos de tortura que vimos en las instalaciones de seguridad del gobierno son coherentes con la tortura que nos han descrito ex detenidos», dijo Nadim Houry, subdirector de HRW en Medio Oriente.
HRW ha estado documentando abusos por ambas partes de la guerra civil de Siria desde el inicio del conflicto en marzo de 2011.
El grupo dijo que los abusos por parte del régimen de Assad siguen siendo mucho más mortíferos, sistemáticos y extensos, incluidos los registrados contra civiles con armas que matan indiscriminadamente como las prohibidas bombas de racimo. Pero HRW agregó que los abusos por parte de los rebeldes se han incrementado en frecuencia y escala en meses recientes.
El conflicto ha matado al menos 70.000 personas y obligado a millones a abandonar sus viviendas para buscar refugio en países vecinos o en otras partes de Siria donde ha disminuido el combate.
En Raqqa, los investigadores del grupo inspeccionaron las sucursales de Seguridad Estatal y de Inteligencia Militar y otros tres centros de detención manejados antes por los departamentos de Seguridad Criminal, Seguridad Política, e Inteligencia de la Fuerza Aérea. Fuerzas gubernamentales abandonaron todas estas tres instituciones que ahora son controladas por los rebeldes, señaló el grupo.
En la planta baja y sótano de la instalación de Seguridad Estatal, HRW encontró «habitaciones que parecían ser celdas de detención», dijo el reporte. Encontraron además una pila de documentos, incluido lo que parecían listas de miembros de fuerzas de seguridad que habían trabajado ahí.
Cuatro antiguos detenidos dijeron que oficiales y guardias de la instalación los torturaron, señaló HRW.