De acuerdo con Pedro Diego Mateo, de la Red de Organizaciones de Víctimas, la justicia “debe de ser para todos”, al solicitar una sentencia firme contra los exmilitares implicados en violaciones a derechos humanos en el conflicto armado interno y miembros de la guerrilla, a quienes se les imputa el tres por ciento de las matanzas y torturas ocurridas durante el conflicto.
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Miembros de la Red de Organizaciones de Víctimas, pertenecientes a Champerico y al Ixcán, se manifestaron hoy en torno a la sentencia dada por el Tribunal A de Mayor Riesgo, que condenó a Efraín Ríos Montt a 80 años de prisión por los delitos de genocidio y contra los deberes de humanidad.
La red específicamente hizo el llamado a que se cumpla la sentencia, que incluye una disculpa de parte de los tres poderes como parte del resarcimiento moral a las víctimas, y se le dé seguimiento a las investigaciones que dilucidarán la identidad y culpabilidad de los involucrados, tanto de la guerrilla como del Ejército.
“La Comisión de Esclarecimiento y nosotros damos fe que el Estado de Guatemala tuvo la responsabilidad del 97 por ciento, por tanto la justicia no tiene que tener ojos para unos y no para otros”, dijo Mateo.
Asimismo, expresaron su rechazo a las presiones que el Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (CACIF), la Fundación Contra el Terrorismo y funcionarios de gobierno han impuesto al sector de justicia, que a su criterio han promovido un ambiente de confrontación, desacreditando la parcialidad de los jueces, como también las evidencias presentadas.
“Lo que ellos pretenden hacer es invalidar el genocidio para mantener la impunidad en Guatemala”, dijo Mateo. Además solicitaron al Organismo Judicial rechazar las medidas que retrasan el acceso de las víctimas a la justicia.
ABSOLUCIÓN
Por el momento, esta organización estudia los motivos que llevaron al tribunal a exonerar a José Mauricio Rodríguez Sánchez, que en 1982 y 1983 fungió como asesor de Ríos Montt.
Por otro lado, Mateo dijo reconocer que los soldados no tenían alternativa, pues obedecían órdenes superiores del Ejército, aun así resaltó que a las poblaciones indígenas se les obligó a formar parte de la milicia “para que mataran a sus propios hermanos, a su propia familia”, según sus palabras.
LUCHA POR JUSTICIA
Presente en la conferencia de prensa se encontraba Catalina Solís Raymundo, quien narró cómo el Ejército mató a siete de sus familiares, incluido su esposo. Solís fue capturada por soldados y abusada sexualmente, al igual que dos de sus hermanas. Según el testimonio de esta víctima, su hermana aún no se recupera de un fuerte golpe que los soldados le dieron en la cabeza.
“Queremos que hagan justicia, que no vuelvan a atrás y que no reciba –Ríos Montt– los apoyos que le ponen, porque son puras mentiras”, dijo y luego agregó “nos violaron y tenemos un gran dolor en el corazón”.
Según Solís, la violencia persistió durante los años ochenta, bajo el mando de otros presidentes militares.