Un atentado junto a una mezquita suní hoy provocó la muerte de siete feligreses, al tiempo que esa comunidad siguió manifestándose en todo el país por lo que dice es un tratamiento de ciudadanos de segunda clase que recibe del gobierno encabezado por chiíes.
BAGDAD Agencia AP
Mezquitas suníes han sido blanco de varios ataques recientes en medio de un aumento de las tensiones sectarias en Irak, luego de una mortífera represión de las fuerzas de seguridad contra un campamento suní en la ciudad de Hawija el mes pasado. Desde entonces, la violencia ha aumentado, creando temores de que el país esté regresando a los sangrientos choques de la década pasada que estuvieron cerca de derivar en una guerra civil.
El ataque de hoy ocurrió cuando los feligreses salían de las oraciones del mediodía en la mezquita de A-Ghofran, en un área en Rashidiya habitada principalmente por suníes, dijeron funcionarios de la policía.
Nadie se atribuyó la responsabilidad de inmediato
La rama iraquí de al-Qaida, conocida como Estado Islámico de Irak, a menudo ataca blancos civiles, incluidas las mezquitas. Principalmente dirige sus ataques contra chiíes, además de las fuerzas de seguridad. En ocasiones ha atacado también blancos suníes para agitar las tensiones y reiniciar los choques sectarios.
Milicias chiíes también atacaron a suníes en los combates sectarios en el 2006 y el 2007, pero no han lanzado ataques con bombas en gran escala desde hace años.
Muchos en la minoría suní en Irak denuncian que son marginados y discriminados por el gobierno de mayoría chií. Dicen que la discriminación es especialmente severa en la aplicación de una ley antiterrorismo que ellos consideran se centra injustamente en su secta.
Las protestas suníes contra el gobierno continuaban el viernes en la provincia occidental de Anbar y en varias áreas suníes en el país, con miles de personas congregadas para oraciones.
En la ciudad occidental de Faluya, el clérigo suní Ahmed Delly fustigó al primer ministro Nuri al-Maliki por ignorar las demandas de su secta y por adoptar «políticas sectarias que dañan a los suníes».
En Samarra, el clérigo suní Mohamed Taha advirtió que el país está cayendo en una guerra civil por lo que describió como la dictadura de al-Maliki.
«Al-Maliki ha llevado el país al abismo y se ha negado a aceptar nuestras demandas. Esto nos deja con dos opciones: o la guerra civil o la formación de nuestra propia región autónoma», dijo Taha en el sermón del viernes.
Antes de la medianoche del jueves, pistoleros y fuerzas de seguridad chocaron en varios distritos del antiguo bastión de las milicias suníes en Mosul, en el norte de Irak, dijeron las autoridades el viernes. La policía y hospitales indicaron que nueve policías y cuatro milicianos murieron en los choques.