El veterano jugador de la NBA Jason Collins consideró el año pasado unirse a un viejo compañero de la universidad de Stanford, el congresista Joseph Kennedy III, en el desfile gay de Boston.
WASHINGTON Agencia AP
Collins al final decidió que no debía hacerlo, pues quería mantener su secreto a salvo. Durante más de una década como deportista profesional, había callado sobre su sexualidad, preocupado por lo que podrían pensar sus compañeros de equipo, sus rivales y los aficionados; el mundo, en pocas palabras.
Luego vinieron los atentados contra el maratón de Boston hace dos semanas, lo que según Collins «reforzó la idea de que no debería esperar a que las circunstancias de mi declaración de homosexualidad fueran perfectas. Las cosas pueden cambiar en un instante, ¿por qué no vivir con la verdad?».
Así que después de tener que «soportar años de tristeza» y «vivir una mentira», Collins se convirtió en el primer jugador activo en una de las cuatro principales ligas de deportes profesionales de Estados Unidos en declararse homosexual. Escribió un artículo en primera persona publicado el lunes en la página web de Sports Illustrated que comienza con estas palabras: «Soy un pivote de la NBA de 34 años de edad, soy negro y soy gay».
Collins, un pivote de más de dos metros de altura que recientemente ha sido suplente de los Wizards de Washington y no ha visto muchos minutos después de un traspaso de mitad de temporada desde los Celtics de Boston, es un agente libre que puede firmar con cualquier equipo. Él quiere seguir jugando en la NBA.
Y planea estar en Boston el 8 de junio para marchar junto a Kennedy en el desfile del orgullo gay de la ciudad.
«No dudé por un segundo, sabiendo que era gay, que él era la persona apropiada para hacerlo», dijo a The Associated Press Kennedy, demócrata por Massachusetts. «Nunca ha sido conocido por buscar publicidad, o buscar ser el centro de atención, pero dado que nadie más iba a levantar la mano, yo sabía que él lo haría».
«Estoy muy orgulloso de él y muy orgulloso de ser su amigo», agregó Kennedy.
En una entrevista grabada el lunes y transmitida el martes por la mañana, Collins le dijo al programa «Good Morning America» de ABC: «Creo que el país está preparado para apoyar a un jugador de baloncesto abiertamente gay».
Su anuncio del lunes, casi dos semanas después de que acabó la temporada para los Wizards, inmediatamente provocó elogios y el respaldo no sólo de amigos, compañeros de equipo y entrenadores retirados y activos, de la propia NBA y de uno de los patrocinadores, sino también de la Casa Blanca. El presidente Barack Obama lo llamó por teléfono — «fue un apoyo increíble y estaba orgulloso de mí» le dijo Collins a la ABC — además del ex presidente Bill Clinton, y otros deportistas.
«Ciertamente lo aprecio, como una persona gay. Cada vez que alguien de tan alto perfil se declara homosexual, es de gran ayuda, especialmente para los jóvenes. Hemos llegado a un momento clave», dijo Billie Jean King, miembro del Salón Internacional de la Fama del Tenis, quien ganó 12 títulos de Grand Slam.
«Tenemos que deshacernos de la vergüenza. Eso es lo más importante», señaló King en una entrevista telefónica. «Y Jason va a ayudar con eso. Va a ayudar a que las personas encuentren el coraje para decirlo abiertamente».
En mensajes de texto a la AP, su compañero en los Wizards Garrett Temple escribió: «Me sorprendió. No lo sabía y estaba justo a su lado en el vestuario. Definitivamente necesitó mucho valor para declararse homosexual. Era un gran compañero de equipo».
El novato Bradley Beal escribió: «¡No lo sabía! ¡Creo que nadie lo sabía! Estoy orgulloso de su decisión de declararse gay y expresar cómo se siente y lo apoyo».