“Triste mundo el nuestro, donde es más fácil dividir un átomo que unir las personas.” Anónimo.

Guatemala históricamente ha sido un país eminentemente polarizado, aún antes de La Conquista, con la llegada de los españoles, la polarización creció aún más,

Recordemos que ellos consideraban que los mal llamados “indios” no tenían alma, soy católica, pero hasta este momento no estoy segura si existe o no, ya que solamente se sabe después de la muerte, después de la supuesta Independencia, que no fue ninguna emancipación, la polarización creció aún más, entre los españoles, criollos y mestizos, los originarios de acá, (los “indios”) ni siquiera en esa división de la sociedad fueron tomados en cuenta. La historia siguió su curso, la sociedad evolucionó, pero para nosotros como conglomerado, parece que el tiempo se detuvo en las relaciones entre grupos, ya que siguieron existiendo las castas (aunque no existen títulos nobiliarios, para los efectos, es lo mismo) lo más grave de la situación se relaciona con el grado de polarización que diariamente vive la población guatemalteca, que ya no es solamente entre ricos y pobres, también existen otras expresiones de la misma, como entre el interior y la capital, entre hombres y mujeres, aunque mutuamente nos necesitemos, incluso entre los egresados de las diversas universidades existe polarización.

Dentro de un mundo polarizado, creo que los mal llamados partidos políticos no deben incluirse, porque entre ellos no existe más diferencia, que la calidad del cobre con el que son comprados, más allá, no existe diferencia alguna,  entre unos y los otros, al final del camino todos persiguen lo mismo: el poder, pero con un objetivo más que perverso, adueñarse de las pocas riquezas que cada uno va dejando al pasar cuatro años, para dolor de Guatemala no ha surgido un movimiento verdaderamente político, con ideología definida, cuyo objetivo principal sea el de iniciar el camino del cambio en el país, y el bienestar del ser humano, mientras eso no suceda vamos en retroceso.

Regresando al tema de la polarización, siempre se encontraran motivos para ubicarnos, en uno u otro bando, sin pensar que pueden existir más opciones, que no sea la de la indiferencia, un ejemplo simple, pero que siempre me he cuestionado es: ¿Por qué tenemos que ser rojos o cremas?  Existiendo otros equipos quizás mejores, hoy veo a la juventud debatiendo sobre ser del Real o el Barsa, ¿Y los demás equipos? ¿No existen?

Toda nuestra estructura cultural es polarizada, sos ladino o indígena, de la capital o del interior, ¿No sería mejor que todos fuéramos simple y sencillamente guatemaltecos? El juicio de Ríos Montt es un claro ejemplo de la polarización en la que vive el país, y que se manifiesta en todas nuestras acciones, opiniones van y vienen, a favor y en contra, ¿No sería lo ideal que todos nos uniéramos con el objetivo de buscar justicia, sea quien sea el acusado, dejando que los órganos jurisdiccionales hagan su trabajo? ¿Y si es otro u otra los acusados no mediatizar la justicia como hoy se hace?

El día que cada quien valore su espacio en la vida y o respete sin invadir el del vecino, probablemente principiaremos a despolarizarnos.