La hambruna de 2011 en Somalia mató a unas 260 personas, la mitad de ellas menores de 5 años, de acuerdo con un nuevo reporte que se va a publicar esta semana y que eleva a más del doble los cálculos anteriores, le dijeron funcionarios a The Associated Press.
NAIROBI Agencia AP
Grupos de ayuda consideran que decenas de miles de personas murieron innecesariamente porque la comunidad internacional respondió demasiado lento a los indicios preliminares de que se aproximaba una hambruna al oriente de África a finales de 2010 e inicios del 2011.
El saldo fue empeorado además por el grupo extremista islámico al-Shabab, que prohibió entregas de alimentos en áreas de Somalia sur-central que estaban bajo su control entonces. Esos mismos milicianos han dificultado enormemente la tarea de determinar una cifra precisa de muertes por la hambruna.
Un funcionario occidental al tanto del nuevo reporte — el más fidedigno hasta ahora — le dijo a la AP que el documento dice que murieron 260.000 personas y que la mitad de las víctimas tenían cinco años o menos. Otros dos funcionarios internacionales familiarizados con el reporte confirmaron que la cifra era de alrededor de un cuarto de millón. Los tres insistieron en preservar el anonimato porque o estaban autorizados a revelar el contenido del informe antes de su publicación.
El informe va a ser dado a conocer el jueves por FEWSNET, un sistema de alerta temprana de hambruna financiado por la oficina de ayuda exterior del gobierno estadounidense (USAID) y por la Unidad de Análisis de Nutrición y Seguridad de Alimentos – Somalia, que es financiada por Estados Unidos y Gran Bretaña.
Un estimado previo del gobierno británico dijo que entre 50.000 y 100.000 personas habían muerto en la hambruna. El nuevo reporte empleó estudios realizados por especialistas experimentados en estimar saldos de muertes en emergencias y desastres. Esos investigadores se apoyaron en datos proveídos por la Unidad de Análisis de Nutrición y Seguridad de Alimentos.
A causa de la naturaleza imprecisa de los datos disponibles, el saldo sigue siendo un estimado.
Cuando se le preguntó sobre el reporte, la ministra de Salud de Somalia Maryan Qasim Ahmed dijo que ella no iba a comentar al respecto hasta que pudiera leer el informe, porque tenía preguntas sobre la precisión de las cifras.
Sikander Khan, jefe de la UNICEF en Somalia, dijo que él necesitaba también examinar la metodología del reporte antes de comentar específicamente. Pero dijo que generalmente la respuesta a la hambruna fue problemática porque dependió de dinámicas políticas. Dijo que la comunidad internacional tiene que cambiar la forma en que clasifica las hambrunas.
«Niños han muerto para cuando la gente se da cuenta de que la situación ha alcanzado la definición establecida de hambruna», dijo.