El Talibán anunció el sábado el comienzo de su ofensiva de primavera en momentos en que llega a su fin un mes que ya ha sido el más violento del año. El clima en el país en esta época se vuelve más cálido, lo cual facilita los desplazamientos y los combates.
La cúpula del grupo miliciano amenazó utilizar «toda táctica posible para contener o infligir fuertes bajas a los trasgresores extranjeros», inclusive ataques suicidas a bases militares y zonas diplomáticas. Asimismo amenazó realizar más ataques de infiltrados en las fuerzas de seguridad afganas contra sus colegas o soldados extranjeros.
Dichos ataques amenazan a las fuerzas armadas afganas en momentos en que se están preparando para asumir la responsabilidad de la defensa de su país ante el retiro gradual de los militares internacionales. El más reciente ocurrió en marzo, cuando un miembro de una milicia respaldada por el gobierno mató a cinco de sus colegas en la provincia de Badghis en el noroeste del país.
En un indicio de la determinación del Talibán por reemplazar al gobierno afgano con otro que promueva una interpretación más estricta de la ley islámica, le dio a su nueva ofensiva el nombre de un legendario comandante militar musulmán, Jalid ibn al-Walid. Conocido como «La espada desenvainada de Dios», fue compañero del profeta Mahoma.
El ministerio de Defensa respondió que sus fuerzas de seguridad están preparadas para la nueva campaña del Talibán. «El ejército nacional afgano está listo para neutralizar la ofensiva», afirmó el ministerio.
Por otra parte, una aeronave de la OTAN se estrelló el sábado en el sur de Afganistán y las fuerzas de la coalición tendieron un cordón de vigilancia en el lugar, indicó la Fuerza Internacional de Asistencia en Seguridad. Su breve declaración no dio detalles del accidente ni si hubo bajas, aunque afirmó que no había indicaciones de que hubiese sido derribado por insurgentes.
Mohamad Jan Rasoulyar, vicegobernador de la provincia de Zabul, dijo que un helicóptero perteneciente a las fuerzas extranjeras se estrelló el sábado por la tarde en el distrito de Shah Joy. Confirmó que fuerzas extranjeras rodearon el lugar, pero no tenía ningún dato sobre el accidente ni sus consecuencias.
La nueva ofensiva del Talibán tiene lugar en momentos en que los esfuerzos respaldados por Estados Unidos para tratar de reconciliar a ese movimiento miliciano islámico con el gobierno afgano han fallado hasta ahora. Los insurgentes han intensificado sus ataques antes de las elecciones nacionales y de que se retiren la mayor parte de las fuerzas extranjeras para fines del 2014.
Abril ha sido el peor mes en el año. Según un recuento de la Agencia AP, 257 personas —incluidos civiles, soldados afganos y extranjeros— han muerto en hechos de violencia, además de 217 insurgentes.