Dos funcionarios sirios negaron hoy que el gobierno haya usado armas químicas contra los insurgentes, la primera respuesta de Damasco a las acusaciones de Estados Unidos.
DAMASCO Agencia AP
La Casa Blanca y altos funcionarios del gobierno de Barack Obama dijeron el jueves que los servicios de inteligencia estadounidenses habían concluido «con varios niveles de certidumbre» que el gobierno sirio usó armas químicas dos veces en la guerra civil.
Sin embargo, en la capital siria un funcionario del gobierno dijo que las fuerzas del presidente Bashar Assad «no usaron y no usarán armas químicas, incluso si las tuviesen». El funcionario acusó a las fuerzas opositoras de utilizar armas químicas en un ataque en marzo contra el poblado de Khan al-Assad en las afueras de la norteña ciudad de Alepo.
Ambas partes se han acusado mutuamente del ataque.
El funcionario dijo que el ejército sirio no tiene necesidad de usar armas químicas «porque puede alcanzar cualquier área de Siria que desee» sin ellas. Habló con The Associated Press a condición de preservar el anonimato porque no está autorizado a declarar a la prensa.
Sharif Shehadeh, un legislador sirio, dijo que el ejército sirio «puede ganar la guerra con armas tradicionales» y no necesita armas químicas.
La política oficial siria es no confirmar ni negar que tiene armas de ese tipo.
Shehadeh dijo que las acusaciones estadounidenses son «mentiras» y las comparó con acusaciones falsas de que Irak tenía armas de destrucción masiva, un argumento que el gobierno de Estados Unidos empleó para justificar la invasión de ese país en el 2003 y que a la postre resultó falso.
«Lo que está siendo preparado para Siria ahora es similar a lo que sucedió con Irak cuando Colin Powell (secretario de Estado en ese entonces) mintió en el Consejo de Seguridad (de la ONU) y dijo que Irak posee armas de destrucción masiva antes de la invasión y ocupación de ese país», dijo.
El presidente Obama ha dicho que el uso de armas químicas sería una «línea roja» que pudiera resultar en una respuesta militar significativa internacional. Pero el gobierno estadounidense dijo el jueves que la nueva revelación no va a cambiar de inmediato su posición respecto a una intervención.
Mientras tanto, el conflicto proseguía en las calles de Damasco. Tropas del gobierno, apoyadas por aviones y artillería, avanzaban en dos barrios del norte y se enfrentaban con los rebeldes.
El esfuerzo fue el más reciente en una ofensiva de fuerzas del gobierno en la capital y sus alrededores para tratar de asegurar el bastión de Assad ante los asaltos opositores.
El Observatorio Sirio por los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, dijo que los combates entre los insurgentes y soldados del gobierno apoyados por milicias partidarias de Assad estaban concentrados en las áreas de Jobar y Barzeh.
Los Comités de Coordinación Local, otro grupo de activistas, indicaron que las fuerzas del régimen bombardearon el vecino barrio de Qaboun con morteros y lanzacohetes.