«Run the World (Girls)», el primer sencillo del cuarto álbum solista de Beyonce, titulado «4», tiene todas las características de un súper éxito de la cantante: un gran sonido, un coro que engancha y una gran cantidad de poder femenino, acompañado de percusiones.
Pero cayó pesado en el radio y las críticas alrededor de «4» no han sido alentadoras, incluso hay quienes dicen que la multipremiada diva podría estar frente a su primer fracaso.
Agencia AP
La última palabra no está dicha y todavía está por verse cómo le irá a «4» en las listas de popularidad. Sí los aficionados ponen atención a la música, entonces Beyonce no tiene de qué preocuparse. Empezando porque «Run the World (Girls)» es la excepción en el disco, que tiene pocas canciones creadas para los clubs nocturnos.
Beyonce a pocos meses de cumplir 30 años, ofrece una mezcla de baladas y ritmos relajados que muestran una maduración en el sonido de la cantante. Al álbum le quitó mucho de los trucos musicales que han apoyado gran parte de sus mezclas en solitario para lograr más baladas y piezas para bailar que encantan, en vez de entrar de golpe en la psique de las personas.
«Love on Top», con una combinación de ligera de toques clásicos recuerda los mejores días de Billy Ocean y destaca como una de las mejores canciones, mezclando instrumentos de viento, sintetizadores y la voz de Beyonce para un efecto etéreo.
En el disco hay más inspiración de la década de 1980 en la relajada «Party», coproducida por Kanye West, gracias a una mezcla de Slick Rick y a un bajo con sonidos retro que marca el ritmo. A pesar de que el muy reservado Andre 3000 canta en ella, Beyonce sigue siendo la estrella de la pieza y seduce con su poderosa voz.
Sin embargo la más conmovedora balada es también la mejor, «1+1», en la que Beyonce regresa a los básicos del R&B y los hace arder a pesar de su simplicidad. En general lo mismo ocurre con «4», un álbum que tiene menos fuegos artificiales, pero deslumbra.