Bajo la mirada mundial


Editorial_LH

Pocas veces nuestro sistema judicial ha sido expuesto tan en vitrina como ocurre en estos días con los fallos en el proceso que se sigue contra el general Efraín Ríos Montt, porque virtualmente los ojos del mundo están puestos sobre las actuaciones de los tribunales guatemaltecos. No obstante esa atención mundial, nuestros juzgadores no muestran el menor recato en sus actuaciones lo que obliga a pensar que si con casos de altísimo impacto, expuestos al interés de la opinión pública mundial, emiten resoluciones que no resisten el menor análisis jurídico, qué se puede esperar de otros casos en los que los poderes ocultos pueden navegar tranquilamente porque vuelan debajo de las señales del radar.


Sostenemos que es indispensable que el general Ríos Montt, como cualquier procesado, tenga plenas y absolutas garantías de un juicio apegado a derecho, imparcial y objetivo en el que tanto él como la acusación puedan aportar las pruebas de cargo y descargo que consideren pertinentes. Sin embargo, las truculencias del sistema judicial están evitando, precisamente, un juicio justo y las manipulaciones legales para entorpecer el proceso han sido de antología, empezando por la idea de presentar al general el primer día del juicio sin abogados, alegando la renuncia de sus letrados, para obligar a la jueza a posponer el procedimiento “para dar tiempo a los abogados sustitutos de conocer todo el proceso”.

Creemos que es fundamental el derecho de defensa, no obstante que el mismo general Ríos Montt hizo añicos ese derecho fundamental cuando promulgó el Estatuto de Gobierno que creó los Tribunales de Fuero Especial que aplicaron penas de muerte sin respetar garantía alguna para los procesados. Pero creemos que es igualmente indispensable que haya respeto a la institucionalidad del proceso y eso es lo que se ha violentado de manera descarada.

En Guatemala los poderes ocultos dominan el sistema judicial y hay jueces que actúan a su servicio absoluto y eso pasa todos los días con todos los procesos en los que hay alguien que puede mover las pitas adecuadas, sea pagando o simplemente traficando influencias. No hay razón para que el mundo vea esas debilidades, por mucho que la comunidad internacional se vio forzada a apoyar la creación de una Comisión Internacional contra la Impunidad, pero cuesta mucho entender la dimensión profunda de nuestra crisis hasta que se transparenta todo con cuestiones como las que ahora vivimos.

Estados Unidos acaba de emitir un informe con preocupación sobre la situación de Guatemala, específicamente en el tema de la ausencia de justicia y exceso de impunidad. ¿Pruebas? Las fehacientes están a la vista.

Minutero:
Si truncaron este proceso,
metiéndole retroceso,
qué no harán en otros casos
con acusados más rasos