Psicología del Equino (Continuación)


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Cuando su caballo reacciona en forma inesperada, hay que considerar sus instintos, la forma en que sus sentidos le han presentado a él la información y también la conducta previa del humano. ¿Qué le pidió hacer en ese momento? ¿Cómo lo afecta todo lo anterior? Entender el porqué es el primer paso para vencer un problema.

Raymond J. Wennier


CONDUCTA PROBLEMÁTICA: Puede causarle daños a él, al caballerango, al equipo y a las instalaciones. Cuando ocurre un problema hay que considerar cómo, por qué y cuándo sucedió. Además el temperamento, el estrés, las experiencias previas y los problemas físicos, pueden todos ser factores de  conducta problemática. Actos normales en los caballos son inaceptables cuando hay personas involucradas. Patear, morder o espantarse es natural para un caballo pero no puede ser tolerado cuando lo están manejando. La mayoría de problemas pueden ser resueltos con tiempo y paciencia. El éxito dependerá de la confianza y el respeto mutuos.

LENGUAJE CORPORAL: Éste indicará su estado de ánimo. Un caballo calmado y relajado lucirá  muy diferente a un caballo asustado, bravo o adolorido; músculos tensos y rígidos significan, generalmente, ansiedad, dolor o estímulo. Las orejas hacia atrás y enseñar los dientes significan agresión. Cuando muestran el blanco de los ojos o los ojos saltados, pueden estar miedosos o ansiosos. Hay que ser observador y  prontamente “leer” el estado de ánimo de su caballo igual que él “lee” el suyo.

APRENDIZAJE: Es afectado por la habilidad física y mental de su caballo. Normalmente se juzga la “inteligencia” del caballo de acuerdo a cuán rápido aprende. A un caballo nervioso puede llevarle más tiempo aprender una habilidad muy particular que a uno calmado. El caballo tiene que aprender a controlar su miedo antes de  poder  responder a los mandos del jinete; uno  joven tiene atención más corta que uno viejo, el que también puede trabajar más tiempo sin perder su concentración.

DOMINANCIA Y EL CABALLO: Cuando un nuevo caballo se agrega al grupo, tiene que encontrar su lugar dentro del sistema de dominancia de ese grupo. Inicialmente tuvo esa misma relación con usted; ser sumiso o dominante. Está acostumbrado a su rol establecido y tiene que encontrarlo con usted como su manejador. La interrelación entre caballo y manejador es una sociedad que requiere respeto y trabajo en equipo de parte de ambos. Su meta,  tener un caballo que responda no sólo a mandos y señales sino también a afecto, alabanza y disciplina. La cooperación saldrá del respeto para y voluntad de agradar a su manejador, quien ha mantenido expectativas constantes y justas. Cuando el caballo no obedece, hay que disciplinarlo siempre y cuando su desobediencia no haya sido causada por circunstancias fuera de lo normal, (vecinos quemando cohetes al lado del potrero). Un caballo al que se le permite no obedecer, será incontrolable y si recibe maltrato o violencia, será miedoso y agresivo. Usted da las instrucciones: Su lenguaje corporal debe ser de confianza y relajado. Una voz muy baja puede ponerlo ansioso y una voz muy elevada puede asustarlo o irritarlo.

El caballo lo retará para lograr lo que quiere. Ejemplo: Cuando el caballo lo presiona para ocupar su espacio, quiere ver si usted se lo cede o no. Cuando suceda, aplíquele  presión sobre las costillas y hágalo  moverse. Si no obedece o demuestra agresión, háblele reciamente y péguele en los hombros con la mano abierta. Será suficiente para que regrese a su propio espacio. La disciplina debe ser inmediata y sin  enojo. Use únicamente la disciplina necesaria para corregir la situación. Un caballo aprende a responder positivamente a su manejador si éste es constante y asertivo.

El conocimiento de la psicología del caballo es  importante para lograr utilizar la potencialidad total del equino para el deporte o gusto específico de su dueño. Haga esa  relación agradable para ambos.

¿Qué pensaron mientras leían? ¿Hay similitud con la psicología del niño? Si los equinos necesitan condiciones especiales para vivir y aprender, válido es decir que los niños necesitan condiciones especiales para aprender bien. Los equinos nos enseñan mucho a los humanos.