China e Islandia firman tratado de libre comercio


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Islandia se convirtió ayer en la primera nación europea que suscribe un tratado de libre comercio con China, lo que alienta el optimismo en el país nórdico sacudido por la recesión y dota a Beijing de un puerto en sus esfuerzos por ampliar su influencia en el Ártico.

Por CHRISTOPHER BODEEN
BEIJING Agencia AP

El TLC entre ambos países prevé una reducción de los aranceles a una amplia gama de productos y previsiblemente impulsará las exportaciones de mariscos y otras mercancías de Islandia a la segunda economía más grande del mundo.

El acuerdo comercial fue concertado al inicio de una visita de cinco días de la primera ministra islandesa Johanna Sigurdardottir a China, y pone de relieve los intentos de su país para diversificar su economía, a la que perjudicó el estallido de la enorme burbuja financiera de 2008.

El primer ministro chino Li Keqiang dijo a Sigurdardottir que el convenio constituía «un acontecimiento relevante en las relaciones entre China e Islandia».

«También señala la profundización de nuestra relación, en especial la económica que ha sido llevada a nuevas alturas», afirmó Li en las conversaciones posteriores a la ceremonia formal de bienvenida en el Gran Salón del Pueblo, en el centro de Beijing.

El comercio entre China e Islandia aumentó el año pasado 21,1% a 180 millones de dólares, de acuerdo con el ministerio chino de Comercio Exterior. Islandia tiene 315.000 habitantes y un territorio del tamaño de Inglaterra.

Islandia exporta principalmente pescado a China y a la inversa importa desde barcos hasta zapatos. Sigurdardottir promueve a las empresas islandesas de servicios y el potencial geotérmico para la generación eléctrica en la isla.

Islandia tiene una importancia especial para China ante los intentos de Beijing por afianzar su presencia en el Ártico, región donde el derretimiento del hielo comienza a abrir rutas para el tránsito marítimo con el subsecuente auge en la extracción de recursos como gas, petróleo, diamantes, oro y hierro.

China pretende que se le conceda la categoría de observador permanente en el Consejo del Ártico, un organismo de ocho naciones, incluida Islandia, que decide la adopción de políticas en la región.

Todo apunta a la aceptación de China en la decisión definitiva que se anunciará en mayo y que tiene apoyo ante la perspectiva de grandes inversiones chinas en la minería en la región.

Beijing se ha comprometido a canalizar 2.300 millones de dólares en Groenlandia para garantizar una extracción anual de 15 millones de toneladas de mineral de hierro.

El transporte marítimo por el Artico reduciría en 6.400 kilómetros (4.000 millas) y dos semanas la travesía entre el norte de Europa y Shanghai.

A fin de mostrar la viabilidad de la ruta, investigadores chinos completaron en agosto su primera travesía de 30.000 kilómetros (19.000 millas) entre Islandia y Shanghai.