El apoyo de los grupos económicos a los partidos políticos y sus binomios presidenciales, que ocupan los primeros puestos, según las encuestas electorales, no solo se limita a proveerlos de millonarios recursos. Hoy apuestan abiertamente y han echado al ruedo político a sus piezas más conspicuas para que acompañen como segundos de a bordo a los presidenciables «ganadores». (La Hora Política. No. 13, «Vicepresidenciables con el cordón umbilical del sector empresarial»).
En esa edición, La Hora Política hace un análisis sobre la trayectoria de los candidatos a la Vicepresidencia de la República de los partidos políticos favorecidos con las encuestas electorales. De ahí que se evidencia la vinculación con las élites predominantes del país de los vicepresidenciables de la UNE, PP, Gana, Encuentro por Guatemala y Unionistas, Rafael Espada, Alejandro Sinibaldi, Alfredo Vila, Fernando Montenegro y Enrique Godoy García Granados, respectivamente.
Hace apenas once días saltó al tinglado político el publicista í“scar Rodolfo Castañeda, quien con el apoyo del tío más famoso de Guatemala, Juan Arturo Gutiérrez, debido al litigio multimillonario que mantiene con sus sobrinos Dionisio Gutiérrez y Juan Luis Bosch Gutiérrez, desplazó en un santiamén al doctor Francisco Arredondo, quien no obstante su envidiable status económico no pudo con los Q45 millones que habrían ofrecido inyectar a la candidatura presidencial del PAN los nuevos inquilinos del binomio de la flecha azul.
Si bien es cierto, la incursión de Castañeda a la fiesta política no incide en el mapa electoral, podría elevar de tono el discurso contra los monopolios, que a la fecha ninguna fórmula presidencial ha fijado una posición, no obstante, que los mismos a pesar de ser prohibidos por la Constitución Política se han consolidado, si no basta recordar que los azucareros, después de conocerse la victoria de í“scar Berger, incrementaron el precio del azúcar.
«Infelizmente no contamos con el apoyo del presidente Chávez, ya que tendríamos saturados de anuncios los distintos medios de comunicación», dijo en esta tribuna recientemente el vicepresidenciable de la URNG-MAIZ, Miguel íngel Sandoval, quien se refirió a la inequidad prevaleciente entre las opciones políticas bendecidas por el gran capital y las que con recursos modestos se presenten ante el electorado con franca desventaja.
La alta dependencia económica de los partidos políticos y los grandes financistas que ven esa debilidad como una oportunidad para beneficio propio no dudan en invertir solo en una opción, sino en varias, porque tienen plena certeza que sus recursos regresarán con creces a sus bolsillos. La lógica nos indica que nadie invierte para perder, puesto que como en cualquier transacción mercantil, lo que se persigue es naturalmente el lucro.
De tal suerte, que no será la primera vez, ni la última que veamos en nuestra política criolla la compra y venta de partidos políticos, candidaturas al mejor postor. El cisma en el PAN es paradigmático y un síntoma de la gravedad de la crisis y que aún estamos lejos de una verdadera reconversión de nuestras instituciones políticas en las que prive su rol genuino de intermediación y que sus decisiones sean horizontales y verdaderamente democráticas.
Fuentes de financiamiento
El Partido Patriota (PP) que lidera Otto Pérez Molina no solo tiene el apoyo de los Gutiérrez-Bosch que financian a Rigoberta Menchú, sino que además cuenta con el respaldo financiero de Ricardo Castillo Sinibaldi.
La Gran Alianza Nacional (Gana) además de financiar su campaña con los fondos del Estado, reciben también apoyo de varias familias: Gutiérrez-Bosch, Castillo, Novella, Díaz Durán, Vila y Berger-Widmann.
El Partido Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) de ílvaro Colom, no sólo recibe financiamiento de los Gutiérrez-Bosch, sino que además cuenta con el respaldo de la familia Botrán y la familia Gutiérrez.
El Partido Unionista (PU), no solo tiene el apoyo institucional de la Municipalidad de Guatemala, sino que también de la familia García Granados.
El partido Viva de Harold Caballeros tiene el apoyo de una red empresarial de protestantes fundamentalistas, pero también el de la familia Cuestas.
La familia García Granados, junto a Alfonso Portillo, Julio Girón y Mario Estrada, financian a la UCN.
Fuente: INCEP, Tendencias Electorales y Entorno de Presidenciables (Análisis situacional enero-mayo 2007).
Dudan de nuevo discurso social y étnico de la oligarquía
El sociólogo y politólogo Jorge Murga, investigador del Instituto de Estudios Económicos y Sociales de la Universidad de San Carlos de Guatemala, concluye que la oligarquía guatemalteca, que en los últimos años ha integrado en su discurso una retórica social y étnica que hace pensar en un fenómeno de toma de conciencia, ha negado con los hechos lo que con todo su aparato ideológico y publicitario ha intentado hacer creer. Muchas personas, ya sea por afinidad ideológica, oportunismo, ignorancia o ingenuidad política, han visto en su nuevo discurso el resultado de una evolución favorable a los problemas de la Nación. Sin embargo, al analizar detenidamente sus planes y propuestas y revisar la realidad, uno constata que su retórica social no es más que demagogia. Ahora bien, las personas que hoy se prestan al juego de la oligarquía, olvidando su pasado de lucha a favor del pueblo, muestran con sus actos que, como cualquier traidor, siempre estarán dispuestas a venderse al mejor postor. Entre más una persona se compromete con la oligarquía, menos piensa en el bienestar de su pueblo.
¿Quién financia la democracia en Guatemala?
Es una pregunta que la mayoría de candidatos a la Presidencia de la República no se atreve a responder. Hasta el momento, los dirigentes de los partidos políticos se niegan a informar con detalle la procedencia de los recursos millonarios que están invirtiendo en la campaña política, bajo el argumento de que sus financistas prefieren mantenerse en el anonimato.
La directora de la Escuela de Ciencia Política de la Universidad de San Carlos, Geidy de Mata asegura que el tema es sensible y aunque se estableció un reglamento y se le dio potestad al Tribunal Supremo Electoral para regular el tema, lo que se evidencia es la falta de voluntad política de los partidos en aras de transparentar los procesos.
Es un tema que debe irse madurando para el siguiente período buscando evitar la incidencia de factores de poder en la toma de decisiones porque ello se traduce en un debilitamiento del poder político. Producto de los compromisos se tiende a debilitar el marco institucional, el crimen organizado y el narcotráfico hacen mucho más vulnerables a las instituciones, agregó.
De Mata sostiene que para evitar sorpresas, debe impulsarse una auditoría que permita establecer de dónde provienen los recursos, además la sociedad debe involucrarse en la fiscalización del tema. «Los partidos son electoreros, vemos deficiencias en cuanto a fomentar su ideología y su plan de gobierno. Hay necesidad de ir consolidando esos procesos», acotó.