Human Rights Watch acusó a Siria de cometer crímenes de guerra al efectuar ataques aéreos indiscriminados y en ocasiones deliberados contra civiles, con los que ha matado a 4,300 personas desde mediados del año pasado.
BEIRUT Agencia AP
El organismo defensor de los derechos humanos indicó que cazas sirios han atacado panaderías, a personas que hacían fila para comprar pan y a hospitales en el norte del país.
El informe fue difundido en momentos en que las fuerzas gubernamentales lanzaban una contraofensiva en la provincia sureña de Dara, donde los insurgentes llevan semanas logrando avances en la estratégica región cercana a Damasco.
En los últimos meses, partes del norte de Siria, en especial zonas a lo largo de la frontera con Turquía, han caído bajo control de los insurgentes, incluidos varios vecindarios de Alepo, la ciudad más grande del país.
«El objetivo de los ataques aéreos parece ser aterrorizar a civiles desde el aire, en especial en las áreas controladas por la oposición en las que de otra forma estarían bastante seguros de cualquier efecto de los combates», dijo Ole Solvang del grupo con sede en Nueva York en declaraciones a The Associated Press.
Esos ataques son «violaciones serias al derecho internacional humanitario», y la gente que comete dichas violaciones es «responsable de crímenes de guerra», afirmó el grupo.
Solvang encabezó al equipo de HRW que inspeccionó 52 sitios en el norte de Siria y documentó lo que dijo fueron 59 ataques ilegales cometidos por la fuerza aérea del país. Al menos 152 personas murieron en esos ataques, de acuerdo con un informe de HRW difundido el jueves.
El grupo sólo inspeccionó lugares en zonas en poder de los insurgentes, pues el gobierno sirio le prohibió el acceso a partes del país bajo su control.
Con base en las inspecciones y más de 140 entrevistas a testigos, HRW dijo que los cazas «atacaron deliberadamente a cuatro panaderías (en el norte) en las que civiles hacían fila para comprar pan, ocho veces en total».
El informe de 80 páginas de HRW indicó que, en toda Siria, más de 4.300 civiles han perdido la vida en ataques aéreos desde julio pasado.
El texto es el estudio más amplio de las operaciones de la fuerza aérea siria desde mediados del 2012, en que las fuerzas del presidente Bashar Assad comenzaron a apoyarse fuertemente en los cazas para repeler los avances rebeldes.
No fue posible contactar a las autoridades en Damasco para que comentaran al respecto.