Corea del Norte impidió hoy que trabajadores surcoreanos ingresaran a un parque industrial que ambos países administran conjuntamente junto a su frontera, el indicio más reciente de que la actitud bélica de Pyongyang hacia Seúl y Washington está pasando de las palabras a la acción.
PAJU, Corea del Sur Agencia AP
La decisión de bloquear el paso a los surcoreanos que debían acudir a trabajar al complejo industrial de Kaesong llegó un día después de que el gobierno norcoreano anunció que echará a andar de nuevo su reactor de plutonio, apagado hace tiempo, así como una planta de enriquecimiento de uranio. Ambos podrían producir combustible para armas atómicas que Pyongyang está desarrollando y que ha amenazado arrojar sobre Estados Unidos, aunque los expertos no creen que lo logre en años.
La creciente retórica norcoreana en las últimas semanas se ha topado con un despliegue de poderío militar estadounidense, incluidos vuelos de bombarderos con capacidad nuclear y aviones de difícil detección en los ejercicios militares anuales entre Estados Unidos y Corea del Sur que ambos países consideran algo de rutina, pero que Corea del Norte argumenta son preparativos para invadirla.
El parque industrial de Kaesong comenzó a producir bienes en 2004 y ha sido un punto inusual de cooperación en una relación hostil entre las Coreas, cuya guerra de tres años concluyó en 1953 con un armisticio. Su operación continua a pesar de episodios pasados de elevada tensión diplomática ha tranquilizado a las multinacionales extranjeras de que es improbable que haya otra guerra coreana y que sus inversiones en la próspera Corea del Sur están seguras.
«El parque fabril de Kaesong ha sido el último bastión de distensión entre las Coreas», dijo Hong Soon-jik, un investigador norcoreano en el Instituto de Investigación Hyundai, con sede en Seúl.
Dijo que la tensión entre ambas Coreas podría aumentar en torno a Kaesong porque Seúl podría reaccionar con su propia respuesta en represalia, y luego Pyongyang contraatacar con otra medida.
Se desconoce por cuánto tiempo impedirá Corea del Norte que los surcoreanos ingresen al parque industrial, ubicado en la ciudad fronteriza norcoreana de Kaesong, el cual proporciona empleo a más de 50.000 habitantes de ese país. La última interrupción importante de las actividades en el parque en medio de tensiones por los ejercicios militares conjuntos entre Estados Unidos y Corea del Sur en 2009 sólo duró tres días.
El vocero del ministerio surcoreano de Unificación, Kim Hyung-suk, dijo que Pyongyang está permitiendo que los trabajadores surcoreanos regresen a su país desde Kaesong. Unos 33 trabajadores de aproximadamente 860 surcoreanos en Kaesong regresaron el miércoles, pero Kim dijo que se les negó el ingreso a otros 480 surcoreanos que habían planeado acudir ese día a la zona industrial.
Aproximadamente 120 compañías surcoreanas operan fábricas en Kaesong que el año pasado produjeron 470 millones de dólares en bienes como relojes, ropa y zapatos, los cuales son transportados en camión hacia Corea del Sur para su exportación a otros países. El parque industrial es crucial para las pequeñas empresas que operan allí, pues aprovechan los bajos salarios que se pagan en Corea del Norte, pero no es importante para la economía surcoreana en general.
Es más significativo para el gobierno norcoreano, al que suele faltarle dinero en efectivo.
Al anunciar su decisión de impedir el acceso a los trabajadores surcoreanos a Kaesong, las autoridades norcoreanas citaron las recientes circunstancias políticas en la península coreana, dijo Kim sin dar detalles.
Se trata del indicio más reciente del empeoramiento de la tensión en la península coreana.
Corea del Norte dijo el martes que pronto comenzará a «reorganizar y reencender» las instalaciones de su principal complejo nuclear de Nyongbyon, inclusive un reactor de plutonio y una planta para enriquecer uranio. Ambas pueden producir combustible para armas nucleares.
Los analistas ven la declaración como el intento más reciente de Pyongyang de obtener concesiones de parte de Estados Unidos mediante amenazas de guerra. Los expertos calculan que la reactivación del reactor puede tomar de tres meses a un año.
El ministro de Unificación instó a Pyongyang a que «normalice inmediatamente» el tránsito en la frontera para el ingreso y la salida de Kaesong.
Estados Unidos ha exhortado a Corea del Norte a que abandone sus ambiciones atómicas.