Para el Heat de Miami, las cosas han sido de todo menos ordinarias en su trayecto hasta esta racha de 24 triunfos.
MIAMI Agencia AP
Ha habido explosiones, canastas de último segundo y ahora un par de remontadas en la segunda mitad. O, como Dwayne Wade dice: «Diversión».
Estos días, todo —incluso las enormes deficiencias— parece diversión para los campeones de la NBA, quienes no han perdido un partido en casi dos meses. Y esta semana ha traído las que quizá sean las adiciones más destellantes a la segunda racha de victorias más larga en la historia de la NBA, que está a nueve de igualar la mejor racha, impuesta por los Lakers de Los Ángeles en 1971-1972.
El Heat iba 17 puntos abajo contra Boston el lunes, y luego estuvo 27 abajo contra Cleveland el miércoles.
De alguna manera lograron mantenerse con vida en ambas ocasiones, y Miami tiene la oportunidad de sumar la victoria 25 el viernes cuando reciba a los Pistons de Detroit, un equipo que ha hilado nueve derrotas.
«Fe», dijo el alero Shane Battier, cuyos triples ayudaron a moldear la remontada en Cleveland. «Tenemos mucha fe entre nosotros, mucha fe en lo que podemos hacer. Cuando ponemos empeño y concentración, podemos hacer cosas bastante sorprendentes».