Trece personas murieron y 25 resultaron heridas el jueves cuando un automóvil cargado de explosivos estalló dentro de un campamento de refugiados en el noroeste de Pakistán mientras cientos de personas hacían fila para recibir alimentos.
PESHAWAR
El ataque al campamento de Jalozai pone de manifiesto la intensidad del conflicto en el noroeste de Pakistán, donde los refugiados suelen quedar atrapados entre dos fuegos en la lucha entre el gobierno y los milicianos. Estos por lo general no quieren que los pobladores huyan de un área de conflicto porque los priva de una población civil en la cual ocultarse y socava su afirmación de que cuentan con apoyo local.
Los alojados en el campamento, situado en las afueras de la ciudad de Peshawar, son paquistaníes desplazados por la lucha entre el ejército y el Talibán en esa región del país.