Dorie Reents-Budet arqueóloga estadounidense nos cuenta sobre los descubrimientos hechos en materia de arte dentro de la civilización maya.
Siendo la civilización maya conocida por su extenso conocimiento en matemática, astronomía y física, el arte no podía quedarse fuera. A través de los años la humanidad ha visto cómo los mayas convivían y se relacionaban entre sí, funcionando no muy diferente a la sociedad actual.


Descubrimientos desde 1970
Según Reents los descubrimientos en el área artística vienen desde el año 1970. “Tenemos retratos de los artistas en el arte maya, son sus propias representaciones, debido a ellos pudimos entender que los mejores artistas eran miembros de la nobleza”, dijo la experta. Una prueba de ello la encontramos en la estela número doce del sitio arqueológico Piedras Negras.
Manifestaciones artísticas
Los esculpidores mayas, al igual que los autores actuales, colocaban su firma en las estelas, la mayoría incluye los títulos sociales donde comunicaban sus posiciones dentro de la jerarquía maya.
En otros casos, como el de la cerámica pintada, también se encuentran las firmas de los artistas. Las pinturas narrativas eran para miembros de la nobleza, al menos las de mejor calidad.
La arqueóloga consideró que esta situación se compara con la organización actual de los oficios, en la que se sabe que hay varios artistas pero pocos sobresalen y quienes lo logran se debe a que tienen los medios para hacerlo. “Por lo mismo, no se conocen sus nombres. En la época en la que se erigió la civilización maya indígena, solo la nobleza la practicaba –la pintura– y se dedicaba a ella”, señaló.
Conexión divina
Los artistas se dedicaban a esculpir máscaras o pintaban en los códices, incluso adornaban los palacios. Del lado simbólico, de la manera en que los artistas se presentaban, ellos nos indican, mediante símbolos, cosas con sus tocados o ropas que les conectaba con los dioses de la creación. “Es decir, que como los dioses crearon el universo, fabricaron algo sobre la nada, también es igual en los artistas, pues pueden crear algo como una vasija bien pintada, de casi nada. Agua y lodo”.
A través de esta organización social se puede entender más sobre su posición social y su posición simbólica, pues con esa conexión, los artistas se asemejaban a los dioses.
Materiales
Los mayas también trabajaron en otro tipo de superficies como la piedra, el pedernal y la jadeíta, que es muy dura, y al no tener herramientas de hierro para modelarlas a su gusto las introducían entre dos piedras, conocimiento que Reents describe como ‘técnico’.
Todos sus edificios fueron cubiertos en estuco, no solo plano, como el de las paredes de una habitación, sino también estuco esculpido que después era pintado. Otro material muy importante es la tela. A pesar de que de esta manifestación del arte no queda nada, sí se conservan las imágenes de las estelas y los altares, especialmente en la cerámica. “Eran una forma de arte, no eran solo para vestir o cubrir el cuerpo”, dijo Reents.
Códices
En cuanto a lo escrito, los códices era una forma de arte importante en la civilización pero solo sobreviven cuatro: el Códice de Dresde, el Códice de Madrid, el Códice de París y el Códice de Grolier. Al fabricarlos utilizaban la corteza del árbol de Amate para las páginas, técnica que ahora se aplica como procedimiento moderno en Guatemala y México.
Una vez se había fabricado el papel se colocaba una capa delgada de estuco sobre la cual pintaban. Según Reents algunos códices fueron recubiertos con piel de venado, llamada Belum.
Asimismo, entre sus conocimientos, todo buen artista del imperio debía de saber caligrafía y epigrafía, además de tener buen pulso para dibujar líneas y trazos delgados como los que hoy vemos en vasijas y platos. Para la arqueóloga los mayas eran especialistas en el pensamiento y en la técnica.
Regalos en el imperio maya
La función primaria de estos artefactos, especialmente la cerámica pintada, era para darlos como regalos. Eran los gobernantes o miembros de la nobleza quienes podían permitirse dar a un huésped un obsequio de este tipo.
“Donaban regalos a la gente que participaba en fiestas de su palacio o en su casa. Por eso, era muy necesario para el huésped obtener regalos que valieran mucho”- recalcó. La calidad de la pintura y el narrativo eran parte del proceso de darle valor a la vasija.
Según Reents la cerámica pintada tenía varios temas comunes a tratar, como la historia de un gobernante o miembro de la nobleza al que se le hacia el presente, en otras ocasiones narraban una guerra importante o una imagen de un rito. Estas anécdotas eran de índole personal, pues aludían al huésped, a su grandeza y poderío.
Linaje
En el caso de las vasijas dinásticas estilo códice encontradas en la Cuenca del Mirador, la obra cuenta con una lista de los nombres de los reyes que pertenecieron a una entidad política del lugar. De esta manera, se puede asumir que cuando el huésped recibió este regalo dijo: esos son mis antepasados. Como se pude ver soy un personaje poderoso.
También se cuentan historias religiosas o símbolos que se refieren a temas cósmicos o temas de los santos.
Algo que no ha cambiado desde entonces es que las personas, aún hoy, al conocerse preguntan acerca de la familia, de su procedencia. Y esto sirve, en palabras de la arqueóloga, para fijar la posición en la sociedad. Es la tradición de saber de dónde se viene, tal y como los mayas lo hacían.
Aunque era más probable encontrar un artefacto de este tipo en casa de alguna importante personalidad, las clases bajas podían permitírselo pero su calidad era mucho más baja. “En ocasiones se han encontrado vasijas, o cerámicas de alta calidad, generalmente accesibles sólo a la monarquía o algún gobernante, en entierros de miembros de la clase media”. A esto Reents da una respuesta lógica, diciendo que dichos regalos representaban algún pacto o convenio entre las clases, como una forma de fijar las relaciones con los pueblos o aldeas.
Procedencia
Durante años de excavaciones e investigación los arqueólogos han sido capaces de identificar a qué región o parte pertenecen las piezas que estudian debido a que cada lugar conserva un estilo propio. Sobre todo con las vasijas que eran parte de un proceso político.
“Era muy necesario para los patrones crear sus propios estilos desde la cerámica. Por eso tenemos estilos que podemos identificar con Tikal, Kaminaljuyú o en la Costa Pacífica” – indicó.
Al finalizar, la Dra. Reents-Budet, agregó que estas investigaciones son solo parte de los primeros años de descubrimiento, pues hay un gran campo para investigar sobre la historia y aspectos sociopolíticos de esta avanzada civilización.