La comuna de Paris


Oscar Enrique Alvarado S.

Los orí­genes pueden ser estudiados en el inicio de la Revolución Francesa, con el nombre del gobierno municipal de Parí­s entre 1789 y 1790.

La minorí­a montañesa de la Convención recibió el apoyo de la Comuna para desplazar a los girondinos el 2 de junio de 1793. La Comuna ejerció presión para que se pusiera en práctica el terror.

Los jacobinos fue un grupo radical de la Revolución asociado a Robespierre; surgieron en todas las grandes ciudades reprimiendo a los contrarrevolucionarios. Los jacobinos desaparecieron con la ejecución de Robespierre en 1794.

Con el correr de los años, en julio de 1870, Napoleón III declaró la guerra a Prusia, esta última potencia venció al ejército francés en Sedán. Luis Napoleón III cayó de poder y el ejército invasor sitió Parí­s y se apoderó de los territorios de Alsacia y Lorena. El pueblo de Parí­s demostró indignación ante la ocupación militar.

Otto von Bismark, prusiano, deseaba la unificación inevitable de Alemania, su polí­tica estuvo basada en la eliminación de Austria como Estado germánico; además, sustituir a Francia y que Prusia asumiera el papel de árbitro de Europa.

El Imperio Alemán fue declarado en Versalles en enero de 1871.

Bismark quedó sorprendido y admirado por la capacidad de lucha del pueblo en la comuna.

El sitio sobre Parí­s duró cuatro meses, de conformidad con los compromisos aceptados por la Asamblea Nacional y las condiciones de paz en Burdeos las tropas invasoras prusianas entraron en los suburbios de Parí­s. El 18 de marzo de 1871 los radicales amotinados en Montmartre se negaron a devolver los cañones del ejército francés. Thiers decidió retirar las tropas que estaban en Parí­s, siendo así­ que ante la falta de un poder surgió el 26 de marzo un Comité Central llamado la Comuna.

De forma espontánea, con su bandera color rojo, la Comuna se organizó mediante elecciones y un plan de gobierno revolucionario, en materias de salud, educación, impuestos. Durante el tiempo breve que duró la Comuna se respetó el dinero depositado en el Banco de Francia. Hubo libertad en Parí­s ya que la comuna no logró formarse en otras ciudades, ante la libertad concedida los saboteadores intentaron terminar con la Comuna, en tanto en Versalles cualquier simpatizante de la Comuna era inmediatamente reprimido.

El gobierno revolucionario formado por obreros y ciudadanos urbanos, dentro de sus mejoras sociales instaló guarderí­as infantiles. La educación fue declarada laica, gratuita y obligatoria.

Obreros y artesanos con el apoyo de la Guardia Nacional lucharon en contra del gobierno de Thiers.

Marx dijo que la rebelión fue una importante experiencia en la teorí­a y la práctica revolucionaria. No fue un movimiento de campesinos, tampoco lo fue de burgueses.

La Comuna no atacó Versalles desde donde se originó la reacción. El heroí­smo del pueblo parisino no tuvo lí­mites. Estando la ciudad sitiada por el ejército prusiano el pueblo y la Guardia Nacional se enfrentaron al ejército de Thiers. Las luchas callejeras inspiradas en el valor, con participación de mujeres del pueblo formaron barricadas. La batalla duró del 21 al 28 de mayo. En la última barricada solamente habí­a un defensor en vista de que todos sus compañeros habí­an caí­do.

El ejército de Versalles dirigido por Macmahon y Gallifet tomó Parí­s, calle por calle. Hubo más muertos que durante la época del terror en la Revolución.

Los communards mataron, entre rehenes y un obispo, unas cien personas.

El pintor Gustave Coubert participó en la Comuna, siendo condenado por tal causa. Fue incontable el número de fusilados, incluyendo mujeres y niños, otros miles deportados a islas deshabitadas y en trabajos forzados.

Los communards representaron diferentes tendencias: los jacobinos trataron de imitar los dí­as de la Revolución, los comunistas formaron un grupo reducido. El Socialismo francés resultó frenado en tres décadas. El socialismo y los obreros sobrevivientes representaron con la terrible represión un ejemplo de martirologio de lucha.

En un censo de la actividad laboral de los detenidos por su participación en la Comuna arroja los siguientes resultados: obreros de la construcción un 17.2%, metal 13; jornaleros 16.4%; oficinistas 8; asistencia doméstica, porteros 5.4; otras ocupaciones: comercio al por menor, profesiones, finanzas, madera, textiles, vestido, calzado, piel y curtidos, artes suntuarias, imprenta y publicación.

La Guardia Nacional, parte integrante y fundamental de la Comuna tení­a grupos de jacobinos, blanquistas y algunos internacionalistas.