Corea del Norte anuló el viernes un pacto de no agresión con su vecina Corea del Sur y una línea directa de comunicación con Estados Unidos, además de reiterar amenazas pasadas, en una reacción airada a la votación unánime del Consejo de Seguridad de la ONU para imponerle nuevas y drásticas sanciones por la realización de su tercera prueba atómica.
NACIONES UNIDAS Agencia AP
La declaración norcoreana fue emitida hoy tras conocerse la aprobación en las Naciones Unidas de las drásticas sanciones contra la economía y el liderazgo norcoreanos. Pyongyang amenazó furioso con lanzar un ataque nuclear contra Estados Unidos.
Corea del Norte dijo que tomará represalias con «ataques destructivos» si el enemigo se inmiscuye en su territorio. Asimismo, anunció que invalidará declaraciones sobre desarme atómico emitidas en el pasado entre el Norte y el Sur de Corea.
Previamente informó que anulaba una línea directa con Estados Unidos y el armisticio que puso fin a la guerra de Corea en 1953.
La resolución redactada por China, el aliado más cercano de Corea del Norte, y Estados Unidos envió un enérgico mensaje al gobierno norcoreano de que la comunidad internacional condena sus pruebas nucleares y de misiles balísticos, así como su repetida violación a las resoluciones del Consejo de Seguridad.
Inmediatamente antes de la votación de hoy, un vocero no identificado de la cancillería de Pyongyang dijo que su país ejercerá su derecho a «un ataque nuclear preventivo para destruir los bastiones de los agresores» debido a que Washington, en su opinión, busca librar una guerra nuclear con Corea del Norte.
Pareció ser la advertencia más específica de un ataque nuclear efectuada por un país en contra de otro.
Pese a la jactancia de Corea del Norte, se cree que no ha adquirido la capacidad de producir una ojiva nuclear suficientemente pequeña como para colocarla en un misil capaz de llegar a Estados Unidos. Pero se cree que tiene suficiente combustible atómico para varias bombas no sofisticadas.
Las nuevas sanciones buscan contener el programa nuclear y el de misiles con el fin de dificultarle a Pyongyang financiarse y obtener material para ellos, rastreando la actividad diplomática ilegal e intensificando las inspecciones del cargamento que entra y sale del país. En una medida dirigida a la elite gobernante, la resolución le prohíbe a todas las naciones exportar joyería cara, yates, automóviles de lujo y vehículos de carreras a Corea del Norte.
Después de la votación, que se resolvió 15-0, la embajadora estadounidense Susan Rice le dijo a los periodistas que «tomadas en conjunto, estas sanciones dolerán, y mucho».
En Corea del Norte, el general del ejército Kang Pyo Yong dijo a una multitud de decenas de miles de personas que el país está listo para disparar misiles nucleares de largo alcance dirigidos a Washington.
«Misiles balísticos intercontinentales, y varios de otro tipo, que ya tienen definidos sus blancos, están armados ahora con ojivas nucleares más ligeras, más pequeñas y diversificadas…», dijo Kang. «Cuando los arrojemos, Washington, que es el bastión de los males… se verá envuelto en un mar de fuego».
El comunicado del vocero de la cancillería norcoreana fue difundido por la agencia noticiosa Central Coreana, perteneciente al gobierno.