Los rebeldes sirios arrebataron hoy al Ejército la mayor parte de la ciudad de Raqqa, donde después una multitud de manifestantes rompió un retrato gigante del presidente Bashar Assad y derribó una estatua del fallecido padre y predecesor del gobernante, dijeron activistas.
BEIRUT Agencia AP
Si los rebeldes logran apoderarse totalmente de Raqqa, en el norte, sería la primera vez que una ciudad completa queda en manos de los combatientes que luchan para derrocar a Assad.
La insurgencia controla partes de las principales ciudades sirias, como Alepo, en el norte, suburbios de Damasco, la ciudad de Homs, en el centro, y Deir el-Zour, en el este. Los rebeldes también controlan grandes zonas del interior del país, en particular en el norte.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, dijo que los rebeldes controlan ahora «grandes porciones» de Raqqa, una ciudad contigua al río Eufrates, que atraviesa Siria e Iraq. Un oficial de alto rango de la policía fue muerto y varios agentes de inteligencia fueron capturados, dijo el grupo.
Los activistas opositores declararon hoy «liberada» a Raqqa en sus diversos medios de socialización por internet .
Una foto difundida en diversas páginas de Facebook favorables a los rebeldes muestra a personas que rompen un retrato gigante de Assad y lo golpean con zapatos. Los activistas dijeron que la imagen fue tomada en el interior del temido centro de inteligencia de la Fuerza Aérea en Raqqa.
En el video de un aficionado se ven decenas de personas que saltan sobre una estatua de bronce del difunto Hafez Assad en una plaza grande que previamente habían derribado. El contenido del video coincidió con la información periodística de la AP.
Los rebeldes han logrado desde hace semanas avances en la provincia de Raqqa, donde capturaron la presa más grande del país. El domingo, combatientes opuestos a Assad irrumpieron en la prisión central de Raqqa.
Los avances rebeldes suponen un golpe importante a Assad, aunque las fuerzas de éste recuperaron en la última semana el control de diversas aldeas y poblados que se ubican a lo largo de una carretera estratégica cercana al aeropuerto internacional de Alepo.
En las primeras horas del lunes, los rebeldes intentaron capturar la base militar aérea de Mannagh, cerca de la frontera con Turquía, y se enfrentaron a fuerzas gubernamentales en la mezquita histórica de Alepo, la ciudad más grande del país, dijeron activistas.
Frente Unido
RIAD
Agencia AP
Estados Unidos y Arabia Saudí presentaron hoy un frente unido ante Irán y Siria. Advirtieron al presidente sirio Bashar Assad que aumentarán el respaldo a los insurgentes que intentan derrocarlo a no ser que dimita e indicaron al liderazgo iraní que se acaba el tiempo para lograr una solución diplomática sobre su programa nuclear.
Tras varias reuniones en Riad, el secretario de Estado norteamericano John Kerry y el ministro saudí de Relaciones Exteriores, el príncipe Saud al-Faisal, dijeron a los reporteros en una conferencia de prensa conjunta que Assad debe comprender que los recientes ataques con cohetes Scud contra los insurgentes atrincherados en la ciudad norteña de Alepo no serán tolerados por la comunidad internacional, además de haber perdido toda legitimidad para ser el líder de Siria.
Saud, cuyo país y otros estados del Golfo de Arabia facilitan al parecer armas a los insurgentes sirios, dijo que Arabia Saudí no puede ignorar la brutalidad de Assad contra sus conciudadanos, incluso tras dos años de aumento de la violencia que ha causado por lo menos 70.000 muertos según las Naciones Unidas.
El ministro saudí agregó que en la historia ningún gobierno ha utilizado cohetes estratégicos contra su propio pueblo. «Esto no puede continuar», insistió. «Ha perdido toda la autoridad».
En sus discusiones con Kerry, Saud dijo que «insistió en la importancia de permitir al pueblo sirio ejercer su legítimo derecho de defenderse de la maquinaria trituradora del régimen». Además, el canciller saudí lamentó el hecho de que Assad siga recibiendo armas de «terceros», en referencia a Rusia e Irán, que han respaldado al régimen en el conflicto.
De Arabia Saudí Kerry irá a los Emiratos Arabes Unidos y luego a Catar antes de regresar el miércoles a Washington.
«Arabia Saudí hará todo lo que pueda a su alcance, y creemos que lo que sucede en Siria es una matanza, una matanza de inocentes», indicó. «No podemos permanecer callados. Moralmente tenemos un deber» de actuar.