El próximo Papa deberá reestructurar la Curia, según expectativa en elección


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Si alguna vez se necesitaron pruebas de que el próximo Papa debe reestructurar urgentemente la Curia, la poderosa burocracia del Vaticano, el escándalo por la filtración de los documentos privados de Benedicto XVI es la primera de todas.

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Por NICOLE WINFIELD CIUDAD DEL VATICANO / Agencia AP

El mayordomo papal robó delicadas cartas internas del Pontífice y se las dio a un periodista, quien las publicó en un libro que causó sensación. El mayordomo admitió haberlo hecho, según dijo, para exhibir «el mal y la corrupción» en el Vaticano que consideraba le ocultaban a Benedicto XVI los que supuestamente le servían.

Y si ese pecado original no fuese suficiente, el contenido de las infidencias confirmó que el próximo Papa tiene muchas cosas que arreglar. Las cartas y los memorándums revelados ponen de manifiesto rencillas, corrupción y amiguismo en los más altos niveles de la Iglesia católica. Esos trapos sucios van desde la concesión de contratos del Vaticano hasta un complot para destituir al Director de un prominente periódico católico por considerarlo homosexual.

Los católicos podrían pensar que ese desarreglo en el palacio apostólico no incidirá en sus vidas para nada, pero no es así: la Curia toma decisiones en todo, desde el cierre de templos hasta la anulación de matrimonios, así como los castigos a los sacerdotes pederastas. La política papal repercute en las oraciones que los fieles rezan durante la misa, puesto que las traducciones de la misa son decididas por comités en Roma. Las donaciones que los fieles hacen cada año al Papa son depositadas en un banco del Vaticano cuya falta de transparencia financiera suscitó ásperos debates internos.

Es así como, después de 35 años bajo el gobierno de dos Papas «eruditos» que prestaron escasa atención al gobierno interno de la Iglesia Católica, se intensifican los llamamientos para que se elija a un pontífice que tenga sólidos antecedentes en el manejo de una burocracia complicada. Los cardenales que votarán en el próximo cónclave están hablando abiertamente sobre la necesidad de reforma, en especial después de los desarreglos que puso de manifiesto el escándalo.

«Hay que prestarle atención», afirmó el cardenal de Chicago, Francis George.

El cardenal Walter Kasper, un alemán que se retiró en 2010 como titular de la oficina ecuménica de la Santa Sede, dijo que la Curia debe adaptarse al siglo XXI.

«Debe haber más coordinación entre las oficinas, más colegialidad y comunicación», dijo al periódico Corriere della Sera. «A menudo la mano derecha no sabe lo que está haciendo la izquierda».

Sandro Magister, un analista del Vaticano que sigue de cerca la situación, dijo que el «desastre» en el gobierno de la sede de la Iglesia empezó a manifestarse en la década de 1980, en los primeros años del pontificado de Juan Pablo II.

«Juan Pablo II estaba completamente desinteresado de la Curia; su visión estaba dirigida completamente al exterior», dijo Magister en una entrevista. «Él permitió una proliferación de rencillas, pequeños centros de poder que lucharon entre sí con mucha ambición, arribismo y traiciones. Esto se acumuló y arruinó las cosas para el Papa siguiente».

Benedicto XVI estaba bien consciente de los problemas tras pasar casi un cuarto de siglo dentro del Vaticano en la Congregación para la Doctrina de la Fe. Pero como cardenal nunca se inmiscuyó en la refriega política interna, y como Papa le delegó su manejo a su secretario de Estado, el cardenal Tarcisio Bertone.

«Algunas de sus elecciones (de funcionarios) demostraron ser contraproducentes», afirmó Magister. «El cardenal Bertone no generó los resultados que Benedicto XVI esperaba».

COLOMBIA
Nuevo Nuncio

En uno de sus últimos nombramientos, el papa Benedicto XVI transfirió a Colombia a un alto dignatario de la secretaría de Estado del Vaticano en medio de especulaciones en la prensa sobre el contenido de un informe confidencial acerca del escándalo de documentos robados al Pontífice.

El vocero de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi, enfatizó que la transferencia de monseñor Ettore Balestrero estaba planeada desde hacía meses como una importante promoción y que nada tiene que ver con lo que el Vaticano considera versiones infundadas.

Balestrero fue designado subsecretario de la cancillería del Vaticano en  2009 y, entre otras tareas, ha sido protagonista en los esfuerzos de la Santa Sede por entrar en la «lista blanca» de estados con finanzas transparentes. Benedicto XVI, que dejará el puesto a partir del 28 de febrero, lo nombró nuncio (embajador) en Colombia.

Durante varios días han circulado versiones en la prensa sobre los contenidos de un legajo, presentado al papa en diciembre, que prepararon tres cardenales después de investigar el origen de los documentos robados. El escándalo estalló el año pasado cuando los documentos tomados del escritorio del pontífice fueron publicados en un libro. El mayordomo papal fue condenado en octubre de robo con agravantes y después se le perdonó.

El Vaticano se ha negado a comentar las versiones en la prensa, que dicen que el contenido del informe fue un factor en la decisión de Benedicto XVI de renunciar. El papa dijo que ya no tiene las fuerzas físicas y mentales para desempeñar sus funciones. Lombardi indicó que el pontífice se reuniría con los tres cardenales antes de renunciar.

Balestrero fue director de la delegación del Vaticano al comité Moneyval del Consejo de Europa, que evaluó las medidas de la Santa Sede para combatir el lavado de dinero. El Vaticano se sometió a la evaluación de Moneyval en un intento por mejorar su reputación en el ámbito financiero.

El Vaticano aprobó el examen en su primer intento en agosto, y Moneyval dijo que había hecho grandes progresos en poco tiempo. Pero la Santa Sede recibió calificaciones bajas o negativas por su agencia financiera y su banco, desde hace tiempo fuente de algunos de los escándalos más resonantes en la sede de la Iglesia.

Algunos de los documentos filtrados muestran diferencias de opinión sobre el nivel de transparencia financiera que el Vaticano debería suministrar con relación al banco, cuyo nombre oficial es Instituto para las Obras Religiosas.

El Vaticano trabaja ahora para cumplir con las recomendaciones de Moneyval antes de la próxima evaluación. Lombardi dijo que el prolongado proceso de Moneyval debería ser manejado por algún otro dignatario ahora que Balestrero se va. La nunciatura en Colombia es una de las más importantes en Latinoamérica y los dignatarios del Vaticano dijeron que se trata de una promoción para Balestrero.

Lombardi hizo notar que la nunciatura es la sede del Consejo del Episcopado Latinoamericano (CELAM) así como de la organización regional de órdenes religiosas, y por lo general es dirigida por alguien con experiencia previa como nuncio por lo menos en otros dos destinos.

“Debe haber más coordinación entre las oficinas, más colegialidad y comunicación. A menudo la mano derecha no sabe lo que está haciendo la izquierda.”
Walter Kasper
Cardenal

“Juan Pablo II estaba completamente desinteresado de la Curia; su visión estaba dirigida completamente al exterior. El permitió una proliferación de rencillas, pequeños centros de poder que lucharon entre sí con mucha ambición, arribismo y traiciones. Esto se acumuló y arruinó las cosas para el Papa siguiente.”
Sandro Magister
Analista del Vaticano