El presidente egipcio convocó a elecciones parlamentarias en cuatro etapas a partir de abril, pero un dirigente de la oposición advirtió hoy que la votación podría inflamar las tensiones a menos que antes haya conversaciones políticas serias.
El presidente Mohamed Morsi sentó las bases para un proceso de votación en etapas desde el 27 de abril hasta junio. El nuevo parlamento debería reunirse el 6 de julio, según un decreto emitido el jueves por la noche.
Mohamed ElBaradei, que dirige el principal partido de oposición, el Frente de Salvación Nacional, escribió el viernes en su cuenta de Twitter que la decisión de Morsi «de efectuar elecciones parlamentarias en medio de una grave polarización de la sociedad y una erosión de la autoridad estatal es una receta para el desastre».
Egipto se ha sumido en una constante inestabilidad política en los dos últimos años. La fase actual empezó cuando Morsi asumió la presidencia en junio del 2012.
La oposición acusa a Morsi y a la Hermandad Musulmana de monopolizar el poder y renegar de las promesas de su campaña electoral de formar un gobierno amplio e introducir vastas reformas.
Los partidarios de Morsi dicen que el nuevo gobierno no puede arreglar la situación de un día para otro después de años de negligencia y mala administración durante los 29 años de Hosni Mubarak en el poder, y argumentan que Morsi cuenta con la legitimidad de los votos que recibió.
Las tensiones se agravaron en el segundo aniversario del golpe del 25 de enero, cuando la violencia volvió a hacer presa de la nación. Unas 70 personas murieron en una ola de protestas, enfrentamientos y choques que comenzaron durante el aniversario y se prolongaron semanas.
La Hermandad Musulmana de Morsi, la cual se proyectó como la facción política más poderosa desde el levantamiento de hace dos años, ya ha sentado las bases de elecciones por medio de programas de contacto con la gente y ayuda a las familias pobres para que reciban pan subsidiado, a menudo difícil de conseguir.
La oposición mayormente secular ha estado en un distante segundo lugar en las urnas, pero la popularidad de Morsi ha disminuido en los últimos meses.
Una de las cuestiones más urgentes para Egipto es su economía, que se ha visto seriamente afectada por la inestabilidad nacional, y las reservas de divisas extranjeras han caído por debajo de un nivel crítico a menos de 14.000 millones de dólares.
El gobierno está en conversaciones con el Fondo Monetario Internacional para un préstamo de unos 5.000 millones de dólares. Algunos conocedores dicen que las gestiones se han prolongado por la resistencia de Morsi a aplicar medidas de austeridad impopulares antes de las elecciones.