Dos proyectiles de mortero estallaron junto a un estadio de fútbol en Damasco hoy, lo que mató a un jugador e hirió a varios, dijo la agencia noticiosa estatal.
El ataque fue el segundo en dos días en la capital. El martes, dos proyectiles de mortero estallaron cerca de uno de los palacios del presidente Bashar Assad, y causaron solo daños materiales.
Sin embargo ése fue el primer ataque confirmado cerca de un palacio presidencial y otro indicio de que la guerra está acercándose al bastión del poder de Assad y hacia áreas de la capital otrora consideradas seguras por el régimen.
La agencia noticiosa SANA dijo que los proyectiles de mortero cayeron el miércoles en un complejo que incluye el Estadio Tishrin y un hotel en el distrito central de Baramkeh.
Dijo que el jugador muerto era del club al-Wathbah, basado en Homs. El futbolista resultó herido dentro del hotel, cuando varios jugadores se preparaban para salir a entrenar, y murió más tarde en el hospital.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, también reportó que un jugador había muerto en el ataque.
Jugadores de al-Wathbah que presenciaron el incidente identificaron a su compañero como Youssef Suleiman, un delantero de 19 años. Dijeron que tenía una hija de seis meses.
Agregaron que los proyectiles cayeron delante del hotel Tishrin, junto al estadio, donde usualmente pernoctan los jugadores, y que las explosiones destrozaron ventanas.
El ataque ocurrió apenas horas antes que el equipo iba a jugar contra el al-Mawaair, de Hama, como parte de la liga nacional.
«Estábamos recogiendo nuestras cosas para salir hacia el estadio cuando escuchamos la primera explosión y las ventanas fueron destrozadas», dijo Alí Ghosn, un jugador de 20 años.
«Youssef fue alcanzado en el cuello. Salimos al pasillo cuando estalló el segundo proyectil y vimos a Youssef en el suelo, sangrando del cuello», le dijo a la AP, mientras sus compañeros sollozaban.
Alí dijo que Suleimán murió poco después de llegar al hospital, mientras otros tres jugadores resultaron heridos, uno de ellos de gravedad.
Assad ha tratado de mantener una imagen como jefe de un estado funcional, pese a que los rebeldes siguen acercándose a Damasco.