En estricto sentido y apegado al nombre, Encuentro por Guatemala, alude a la idea de permitir un espacio amplio para la confluencia de diversas personalidades y tendencias; sin embargo y como se verá, tal amplitud convoca en principio, para una de las aspiraciones más normales de la política, el poder. Desde ningún punto de vista se podría señalar como equivocado, en todo caso es algo legítimo; lo que no se puede dejar pasar es esa idea superficial de hacer un llamado al encuentro de todos (un saco donde parece ser que cabe cualquiera) para reparar este país.
Disculpen ustedes mi negatividad, pero como ciudadano necesito propuestas de mucho peso para ser convencido y espero posiciones políticas fuertes sobre la realidad, no estoy llamando a posiciones reactivas de dureza pero tampoco hurras al aire o fósforos para encender un país; de lo que hablo es de un discurso y una práctica coherente y fuerte, que a la vez sea creativo, creíble y que logre emocionar. Esto es una aspiración pertinente en estos días en los que la política llega a través de imágenes y colores y cada vez menos en palabras de discursos y acciones que convoquen. Una razón más para manifestar lo anterior: salgo a la calle o abro La Hora y lo que se ve y se lee es una situación caótica, llena de hoyos, muertos, robos, y la letanía usted ya se la sabe.
Esta introducción que mezcla un poco de angustia, es pertinente para entender qué es lo que propone Encuentro por Guatemala. Este partido tiene poco más de un año desde que empezaron a sonar los platos en la ANN y que derivó en la salida de Nineth Montenegro. Hago una primera reflexión de carácter institucional, ¿por qué nuevamente vemos el nacimiento de un partido como consecuencia de la ruptura o salida de otro? ¿Acaso no se puede en definitiva asimilar el disenso? Y aclaro que esto se ha visto en distintas expresiones partidarias, basta ver el caso del PAN. Avanzo y concedo la duda de que a lo mejor la mezcla del liderazgo más versátil de Montenegro, sumado a una bien enfocada acción parlamentaria, no tenía ningún futuro con la personalidad fría de Monsanto.
Sin embargo, ¿qué reúne a personalidades con militancia anterior en la izquierda revolucionaria como ílvaro Velásquez y el controversial Cesar Montes; pasando por líderes de corte más tecnócrata liberal como Juan Alberto Fuentes y por empresarios como Fernando Montenegro y Darold Coronado, hasta llegar al liderazgo y figura central de Nineth Montenegro?
Dos posibilidades
Caben dos posibilidades, o las personas que se encuentran lo hacen por el afán de involucrarse en la política partidaria para salir de las trincheras, con la esperanza de promover algún cambio y mojarse un poco, o los fundamentos ideológicos del partido son tan flexibles y se amoldan para dar cabida a muchos. Personalmente creo en las dos opciones en el orden descrito.
Si se analiza el detalle de los principios políticos de Encuentro por Guatemala, que están para su referencia en la página de Internet de dicha organización partidaria, se puede encontrar conceptos como solidaridad, basada en la igualdad de todas y todos, como derecho de cooperación sobre una visión individualista; además se puede leer Libertad, respetando el pluralismo ideológico; un Estado que garantice la seguridad, la salud etc. También se puede encontrar el valor de la equidad entendida como la posibilidad de la igualdad de oportunidades. Y finalmente el pertinente valor del pluralismo étnico cultural que evoca la diversidad, pero que me deja siempre la duda de cuán serio y responsable es el planteamiento, o si se queda en los términos que tan inteligentemente nos ha vendido la cooperación, como un eje transversal que al final se termina diluyendo.
Su ideología coincide con otros partidos
Permítanme decir que esta propuesta ideológica coincide en valores y principios con la de otros partidos, pero eso no alcanza para llenar de contenido aquello por lo que se debe distinguir un partido en competencia y que se digne aspirar a representar a la sociedad y a representar sus intereses, hablo de la diferenciación. La idea respecto a un Estado fuerte que cuide por la salud, la seguridad etc., siempre se aprecia y define una posición que para Encuentro lo sitúa en la parte del cuadrante ideológico que está entre el centro y la izquierda, pero más hacia la derecha de ese punto.
Concluyo resaltando el papel de Nineth Montenegro y su eficacia política como diputada, especialmente en lo que se refiere a la fiscalización. Por mucho es una parlamentaria superior al resto de sus compañeros. Por cierto, si cada diputado del Congreso tomara un tema para impulsar procesos de fiscalización y auditoría, cómo mejoraría la confiabilidad de dicha institución. En definitiva estos días llueve demasiado en el cielo y dentro de mí.