El Pacto sin avances


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A un año de haber suscrito el “Pacto Hambre Cero” aún no se vislumbran resultados concretos en la lucha contra la desnutrición crónica y aguda que afecta a nuestro país. En febrero del año anterior se lanza el proyecto “Pacto Hambre Cero”, el cual buscaba enfrentar el hambre crónica, reduciendo en 10 por ciento la desnutrición crónica infantil, así como prevenir y mitigar el hambre estacional evitando las muertes por la desnutrición aguda, éste como punta de lanza del actual gobierno.

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POR EDER JUÁREZ
ejuarez@lahora.com.gt

Es uno de los tres grandes pactos que el Ejecutivo anunciara a principios de su administración, implementándolo en 166 municipios priorizados con prevalencias altas y muy altas de desnutrición crónica, el cual dio inicio en Atitán, Huehuetenango, que posee el nivel más alto de desnutrición crónica en Guatemala.

Recientemente la vicepresidenta Roxana Baldetti realizó una evaluación sobre los avances del Pacto Hambre Cero en San Juan Atitán, Huehuetenango, encontrándose inconforme por los resultados.

Baldetti calificó al Pacto Hambre Cero como deficiente, ante los informes presentados por los jefes y directores de las instituciones involucradas, por lo que pidió ser más responsables en sus labores para agilizar el avance del pacto.

Baldetti indicó que será en abril próximo que realizará una nueva evaluación, en la que los informes reporten la realidad de la disminución del flagelo de la inseguridad alimentaria en reducir el 3 por ciento de desnutrición que afecta a varias poblaciones del país, y que quienes no presenten buenos resultados no merecen que el pueblo de Guatemala les pague un salario.

Asimismo, el diputado Hugo Morán, presidente de la Comisión de Seguridad Alimentaria, indica que no se han priorizado las intervenciones necesarias en los lugares más afectados por la desnutrición conforme al barrido nutricional efectuado por varias instituciones de gobierno durante el año 2012. Por lo que es evidente que no existe una correlación entre las necesidades y las intervenciones, fundamental para el combate a la inseguridad alimentaria y nutricional, así como a la desnutrición.

Además, indica que la correcta y eficiente implementación de la Ventana de los Mil Días será el factor más determinante para que el Gobierno logre alcanzar la meta que se ha trazado en el Plan Hambre Cero, de reducir el 10% de desnutrición crónica en los cuatro años de la actual administración de gobierno.

“La Ventana de los Mil Días debe ser el programa prioritario del Plan Hambre Cero, por ser de las pocas intervenciones que pueden prevenir la desnutrición crónica”. Además, debe ser de cobertura universal y no ser implementado únicamente en los municipios priorizados por el Plan Hambre Cero, señala Morán.

Congcoop señala que la Ventana de los Mil Días que está a cargo del Ministerio de Salud inició con una asignación presupuestaria de Q104.74 millones, el mismo que tenía como objetivo principal disminuir la desnutrición, sin embargo en el mes de junio se le recortó el presupuesto, dejándolo a cero.

Al realizar dicho recorte, se trasladaron mayores recursos a los subprogramas dirigidos a seguridad alimentaria, como el de Promoción de la Lactancia Materna, Suplementación con Micronutrientes de seis meses a menores de 5 años, subprogramas que hasta finales de noviembre no llevaban ni un 40 por ciento de ejecución del presupuesto asignado. En lo que se refiere a la reducción de la desnutrición son insuficientes los avances que se han realizado desde dicho ministerio. 

A pesar de no tener avances en este pacto el presidente Otto Pérez estuvo en la clausura de la I Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) que se realizó en Santiago de Chile y propuso replicar programas como el Pacto Hambre Cero para atender a 49 millones de personas que actualmente sufren hambre en la región.

El mandatario solicitó durante su intervención en la I Cumbre que su iniciativa se aplique de manera conjunta con programas que incentiven la economía, para apresurar los resultados hacia 2025, en los que se espera erradicar totalmente el hambre en la región.

El Presidente resaltó que las acciones deben emprender objetivos medibles y que se incluyan en programas que incentiven la economía local; destacando que la importancia de abordar el tema de seguridad alimentaria se debe a la lucha que los estados deben hacer contra la desnutrición.

SI HAY AVANCES
Luis Enrique Monterroso, Secretario de Seguridad Alimentaria y Nutricional, señala que es un proceso largo la disminución de la desnutrición crónica, pero que se está trabajando para que la reducción de este mal sea en un 10 por ciento, ya que anteriormente solamente se tenía la reducción del 0.49 por ciento.

Además, indica que lo que se está realizando es una evaluación de impacto anual, el cual medirá 62 indicadores para conocer varios aspectos nutricionales, además reconoce que no hay un avance porque son procesos, que se puedan decir que se alcanzó un 5 por ciento de avance, sino que tienen que partir de algo valioso principalmente en la conciencia ciudadana.

Monterroso indica que los avances se han reflejado en coordinación institucional, ya que todos los equipos de planificación están trabajando para la reducción de la desnutrición en conjunto con otras autoridades como las municipalidades.

Al ser cuestionado si verdaderamente se han tenido avances, el funcionario indica que sí hay avances, pero que la exigencia es mayor para “intensificar el paso” porque sí hay avances, pero se requiere de celeridad en la intervención.

Indica que una de las metas cero muertes por hambre, en el 2012 se tenían 12 mil 295 casos de desnutrición aguda y una tasa de letalidad de 11 por cada mil, siendo en el 2011 22 por cada mil, es decir “una reducción de la mitad de la tasa de letalidad, es justamente eso lo que nos motiva a intensificar el paso para la reducción del hambre”.

Además, Monterroso indica que en lo que respecta a la desnutrición crónica, “no se pueden hacer rápidamente evaluaciones que den resultados, allí es un proceso que se mide cada cinco años”, es decir que la próxima evolución será en el 2015.

Sin embargo, en una evaluación de impacto, se realizó una valoración a los niños menores de un año y la cifra que se alcanzó en dicho proceso fue del 38.9 por ciento, “es algo positivo, pero tenemos que tener en cuenta que aún no se ha terminado la etapa de la Ventana de los Mil Días, entonces tendrá que esperar a que se cierre esta ventana y evaluar como estuvo la intervención”.

Entonces se mantiene una evaluación del proceso de reducción de la desnutrición crónica, “la estadística nos indica que vamos por muy buen camino, la medición real y comparativa es una encuesta nacional materno infantil del 2009, contra una del 2014, esa es la única evaluación que valdrá en el tiempo, porque los procesos en la medición de la desnutrición crónica no son semanales, quincenales o mensuales sino quinquenales, es allí donde se hará un comparativo de cómo estábamos y cómo estaremos en 2014 o 2015”.

Aumentan fondos

Hambre Cero tendrá un incremento del 13 por ciento en su presupuesto, en relación con el año pasado, de Q4 mil 575 millones, pese a que sufrió críticas por baja erogación. El presupuesto para el 2013 será de Q5,278 millones.

Hasta junio último, las instituciones que lo integran habían ejecutado un 18 por ciento del presupuesto. Para el segundo cuatrimestre la inversión subió al 50 por ciento y cerró el año con una ejecución del 91.4 por ciento.

Luis Enrique Monterroso, secretario de Seguridad Alimentaria y Nutricional, informó que el programa incluye 11 componentes que buscarán reducir en 3 por ciento la desnutrición crónica en menores de 5 años al final del 2013.

Para ello ya se concluyó la planificación de los componentes y solo está pendiente que la Dirección Técnica del Presupuesto del Ministerio de Finanzas clasifique los rubros de gastos en cada institución involucrada.

DESNUTRICIÓN
La tasa de desnutrición crónica en menores de 5 años era en el 2012 de 49.8 por ciento, es decir, que la mitad de los niños y niñas desnutridos crónicos de Centroamérica se encontraban en Guatemala.

Esta tasa es aún mayor en áreas de la población indígena, especialmente en el Occidente, donde existe una prevalencia de este mal superior al 90 por ciento.

Según la Encuesta Nacional de Micronutrientes del 2009-2010 reportó que el 35 por ciento de los niños menores de cinco años padece deficiencia de Zinc, el 26 por ciento de Hierro y el 13 por ciento de Vitamina B12. La prevalencia de anemia en la niñez menor de cinco años es de 47.7 por ciento y en las mujeres no embarazadas y embarazadas es del 21.4 por ciento y 29.1 por ciento respectivamente.

El 12 por ciento de los niños y niñas nacen con bajo peso. 61 por ciento es el nivel de desnutrición en los municipios priorizados, según la  Encuesta Nacional de Salud Materno Infantil 2008-2009.

49
MILLONES DE PERSONAS
Sufren hambre en Latinoamérica y el Caribe

49.8
POR CIENTO
Niños menores de cinco años con desnutrición crónica en Guatemala

12,295
CASOS
De desnutrición aguda que se identificaron en 2012

90
POR CIENTO
Niños menores de cinco años con desnutrición crónica en el occidente del país

166
MUNICIPIOS
Fueron priorizados por sus niveles de desnutrición crónica

10
POR CIENTO
Reducción esperada de la desnutrición crónica con el Pacto Hambre Cero

3
POR CIENTO
Reducción de la desnutrición aguda esperada para finales de este año

11
NIÑOS DESNUTRIDOS
Tasa de mortalidad por cada mil casos registrados

35
POR CIENTO
Niños menores de cinco años con deficiencias en zinc

26
POR CIENTO
Niños menores de cinco años con deficiencias en hierro

13
POR CIENTO
Niños menores de cinco años con deficiencias en vitamina B12

47.7
POR CIENTO
Niños menores de cinco años con anemia

12
POR CIENTO
De niños que nacen con bajo peso

104.74
MILLONES DE QUETZALES
Asignación inicial a la Ventana de los Mil Días, pero en junio se dejó el presupuesto en cero

13
POR CIENTO
Aumento presupuestario para este año del Pacto Hambre Cero

91.4
POR CIENTO
Ejecución presupuestaria del Plan Hambre Cero en 2012