Las fuerzas francesas tomaron Tessalit en el norte de Malí, cerca de la frontera con Argelia, con lo que les quitaron otra población a los insurgentes islámicos incluso después de que el primer atentado suicida en el conflicto incrementó los temores de que haya atentados terroristas.
Aicha Belco Maiga, presidenta del organismo de gobierno que representa la región de Tessalit, confirmó por teléfono desde su casa en la capital, Bamako, que las fuerzas francesas recuperaron la localidad de la que ella es oriunda. Maiga se mantiene en comunicación con un colega en Tessalit.
«Desde las ocho de la mañana… los efectivos franceses se encuentran en Tessalit. Ellos controlan la entrada al poblado, así como los edificios administrativos», dijo la funcionaria.
El atacante suicida perdió la vida al activar sus explosivos en un puesto de control en Gao, otra ciudad del norte de Malí.
Esta acción es la primera de su tipo desde que el 11 de enero las fuerzas francesas comenzaron su intervención en la caótica nación africana, cuya mitad norte estuvo dominada durante 10 meses por extremistas islámicos armados, que ahora han visto reducirse el territorio que tenían bajo su control.
En la capital Bamako, a considerable distancia al suroeste, los soldados de una unidad aliada con el líder del golpe militar de 2012 en Mali irrumpieron el viernes en la mañana en el campo de la guardia presidencial y al menos una persona murió y cinco resultaron heridas, dijeron testigos.
El incidente pone de relieve que el mando militar de Mali carece de orden y de las condiciones para enfrentar, sin asistencia externa, a los extremistas islámicos que, además de estar bien armados, cuentan con experiencia en combate.
Los boinas rojas, que solían desempeñarse como guardias presidenciales y tienen su sede en la base de Djicoroni, en Bamako, fueron desarmados hace meses por oficiales de boinas verdes leales al capitán Amadou Haya Sanogo, jefe del golpe de 2012. La base de los boinas rojas ha sido atacada diversas ocasiones por boinas verdes que se apoderaron de armas de los guardias presidenciales.
A la llegada de los boinas verdes a la base militar el viernes, estos fueron confrontados por mujeres y niños, lanzaron gas lacrimógeno e hicieron disparos al aire en el lugar, dijo Batoma Dicko, una mujer que vive en la instalación.
La base incluye viviendas para las familias de los militares. Los atacantes ingresaron en la base, efectuaron cateos e incendiaron las enfermerías, agregó.
El doctor Amadou Diallo, que trabaja en la enfermería en la base, dijo que al menos una persona murió y cinco quedaron heridas.