Cuando los nominados a los Oscar como Steven Spielberg, Hugh Jackman y Helen Hunt quieran descansar tras bambalinas durante la entrega de los premios de la Academia, viajarán en el tiempo al pasado.
La sala fuera del alcance de las cámaras, llamada oficialmente Architectural Digest Greenroom, está inspirada en el trabajo del director de arte Cedric Gibbons, quien ganó 11 premios de la Academia y estuvo nominado 28 veces por su trabajo en películas clásicas como «El mago de Oz», de 1939, y «Cantando bajo la lluvia», de 1952. Gibbons, quien murió en 1960, diseñó además la estatuilla del Oscar.
«Creó, casi por su cuenta, el estilo de las películas de Hollywood de la década de 1930 y 40», dijo Madeline Stuart, diseñadora de la sala de descanso de los Oscar para la presente edición. «Su obra es tan impresionante y, como diseñadora que se precia de poder trabajar con tantos estilos arquitectónicos diferentes, es mi ídolo; porque para crear platós, ambientes y los mundos de estas películas diferentes, él tenía que dominar todos estos lenguajes (estéticos) diferentes».
La sala de Stuart tendrá una gama de colores cálidos, una decoración mínima, pisos de laca oscura y los bancos tapizados que le gustaban a Gibbons.
«Esta no es una sala para andar en chancletas», dijo Stuart. «Es una sala que transmite el estilo refinado y el glamour sofisticado de la década de 1930 y 40, y lo fabuloso que la gente que pasará el tiempo en la sala esa noche se habrá vestido para la ocasión».
Stuart generalmente decora y remodela casas lujosas de artistas y empresarios. La sala para los Oscar es su proyecto más efímero hasta ahora: La sala entera se construirá en otro lugar y será llevada a la zona tras bambalinas del Teatro Dolby pocos días antes de los Oscar. Y se irá igual de rápido.
«Es como una maniobra militar, todo está planeado y coordinado al máximo», dijo Stuart, quien agregó que la sala se cerrará tras la entrega de los Oscar y dos días después «vendrán y mi pequeño mundo se desmontará y será llevado lejos».
A pesar de esto la diseñadora está agradecida por crear un espacio para que las estrellas del cine se tomen un descanso durante la noche más importante de Hollywood y por rendir homenaje a uno de los directores de arte más famosos de la industria.
Lo que está por verse es si su sala calmará los nervios de las celebridades.
«No podemos hacer nada en esta sala que los haga sentir tranquilos y relajados», dijo. «Pero queremos que se sientan cómodos y darles un respiro de la locura que debe haber tras bambalinas».