La corrupción y el terremoto sepultaron el derecho a la educación


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Las complicaciones que ocasionó el terremoto del 7 de noviembre del año pasado en las escuelas e institutos públicos se agudizan ahora, con el inicio del ciclo lectivo; aunque el Gobierno afirma que la reconstrucción está avanzando en los ocho departamentos del país que resultaron seriamente afectados por el seísmo, en lugares como San Marcos la responsabilidad de las autoridades aún se encuentra sepultada bajo los escombros de la infraestructura escolar.

POR LUIS ARÉVALO
larevalo@lahora.com.gt

No se sabe en realidad si las demoras en los trabajos de reconstrucción se deben a que las labores sean descomunales y por ello la obligada ayuda oficial no llega, o que de verdad la supuesta diligencia que el gobierno decía tener en un principio se quedó en un simple discurso.

Lo cierto es que, por ejemplo, en el Instituto Normal Mixto de Occidente (INMO) “Justo Rufino Barrios”, en el que se imparte la carrera de Magisterio Primaria en la jornada vespertina, la realidad pinta muy sombría.

Según el director el INMO, Elifas Godínez, a casi tres meses del trágico sismo, las instalaciones de la entidad educativa continúan inhabilitadas para el desarrollo normal de las actividades docentes y la incertidumbre en torno a la reforma educativa de la carrera magisterial difumina el panorama.

Las labores administrativas iniciaron el 2 de enero y el ciclo escolar el 14. El INMO tiene un mil 100 estudiantes de quinto y sexto Magisterio, pero no hay estudiantes de cuarto grado, porque “tenemos el problema de que el Ministerio de Educación aún no ha resuelto en cuanto a la carrera de Magisterio; si va ser de cinco años o de tres: por eso es que todavía no se nos ha agudizado el problema, porque no hemos inscrito a nadie”, afirmó Godínez. De primer ingreso se hablaría de por lo menos 500 o 600 alumnos, que en total podrían hacer una cantidad de hasta un mil 700 estudiantes.

El directivo afirmó que luego del seísmo de noviembre las autoridades del Instituto acudieron a la Gobernación Departamental, al Centro de Operaciones de Emergencia –que varias veces vistió el binomio presidencial– y a la Dirección Departamental de Educación “para solicitar la intervención de ellos para la recuperación de los ambientes”. Sin embargo, muy enfático, el Director dijo que “no hemos recibido nada”.

OBRAS SUSPENDIDAS
El año pasado, a través del Consejo Departamental de Desarrollo (Codede), se iniciaron trabajos de remodelación de tres aulas del INMO, las cuales se ampliarían.

Las nuevas aulas estaban valoradas en Q700 mil, según la estimación del Consejo, dijo Godínez. Pero no toda la construcción sería nueva, porque se estaba edificando sobre las bases de la pared anterior. La constructora M&M, que era la encargada de la remodelación, le habría informado al director del INMO que solo iban a recibir Q400 mil por la obra, porque el resto “se queda en el camino, producto de las prebendas que se reparten entre los que intervienen en las adjudicaciones de estas obras”.

M&M se retiró “producto del problema que se está manejando en el Codede y Gobernación”, afirmó el docente. Por este caso se le requerirá a la municipalidad, como unidad ejecutora, la especificación del destino de los Q300 mil restantes.

LA CONSTRUCCIÓN DE LA MUNI CORRUPTA
Un módulo del INMO que constaba de tres niveles colapsó desde el segundo piso  debido al terremoto. El primer y tercer nivel los construyó el INMO. El segundo, la municipalidad, a un costo de Q600 mil.

El tercer nivel se estimó en Q210 mil  y el primero Q256 mil. “El segundo nivel, que fue el que ellos construyeron por Q600 mil, fue el que colapsó, por uso de malos materiales”, agregó el indignado Director. Ya se recuperó esa parte, pero se incurrió en deuda por unos Q50 mil que se solicitaron al Ministerio de Educación, por medio de la Dirección Departamental, para que la absorbiera.

NO MUEVEN NI UN DEDO
“El Gobernador –Luis Rivera- se comprometió a la construcción de siete ambientes provisionales, pero estamos en cero todavía. No tenemos ninguna respuesta favorable de parte de ellos y nuestros alumnos están recibiendo clases en patios y corredores”. Godínez se queja de que en un salón de actos hay tres grupos de estudiantes “medio trabajando”, porque los grupos con tres docentes diferentes no pueden ocuparse bien sin las respectivas divisiones. “Estamos colapsados totalmente”, comentó.

“Aquí no ha movido ni un dedo ninguna autoridad”. Según el director del INMO, en la jornada matutina, se prestarán las instalaciones para que las utilice la escuela Naciones Unidas, que se encuentra a un costado del Instituto, debido a que también quedó destruida. La escuela Francisca Sandoval, que es para educación parvularia en la misma región “también está destruida”.

El ciclo escolar inició el 14 de enero, pero en el INMO no se han tenido actividades formales. El 28 de enero se empezó a atender en corredores, patios y en el auditorio. “Pero con el aire, el polvo y el sol son situaciones inhumanas en las que tenemos al personal y a los estudiantes”, señaló Godínez.

SIGUEN ESPERANDO
Raymundo Fuentes, director de la Escuela Naciones Unidas, afirmó que “estamos esperando que el Ministerio de Educación nos confirme un perfil completo del establecimiento y quién se va hacer responsable de la reconstrucción”.

Las actividades educativas no se llevan a cabo, “porque no tenemos asignado un local; los dos establecimientos –INMO y Naciones Unidas– están bajo muchos riesgos y amenazas. Por eso no podemos adquirir compromiso con la población escolar, por lo daños que se puedan ocasionar involuntariamente”, dijo el profesor.

Aunque estaría autorizado por la Dirección Departamental que las instalaciones del INMO se utilicen por el propio Instituto y la Escuela Naciones Unidas, según Fuentes no se ha hecho así, porque hay ciertas áreas que se están reconstruyendo, que serían las que Godínez informó.

El personal administrativo de Naciones Unidas está laborando en las instalaciones de la escuela, porque son pocas personas; aproximadamente 15. El establecimiento tiene los niveles de preprimaria y primaria. Actualmente 68 estudiantes inscritos en párvulos y 352 en primaria.

Las gestiones para la evaluación de la escuela para su reconstrucción se hicieron a la semana siguiente del terremoto, según Fuentes. Pero el proceso es burocrático y lento. Se buscó un lugar para que la escuela funcione temporalmente, “pero por la cantidad de estudiantes que tenemos no hay un edificio que reúna las condiciones para albergar a todos”.

“Hay evaluaciones que no coinciden”. Una dice que se debe demoler un solo ambiente del edificio; otra que se debe derribar el 50 por ciento de la construcción y otras, como la del Cocode, el 100 por ciento. Cualquiera que sea la cifra, el Director de la escuela estima que “lo cierto es que el establecimiento no ofrece condiciones en ninguno de sus ambientes”.

Aunque la construcción de la escuela “es reciente”, porque se hizo una remodelación hace aproximadamente cuatro años, “por la misma calidad y tipo de trabajos no soportó el movimiento sísmico”. Fuentes tiene siete años de dirigir la actividad educativa en esa institución.

“El proceso administrativo –para la reconstrucción– es un poco desesperante, porque hay que agotar todos los demás procesos, según nos indicaba el Director Departamental”, confirmó el Director de la escuela. Se debe hacer un perfil del edificio, planificar la nueva construcción, investigar el financiamiento, licitarlo y buscar la unidad ejecutora.

CLASES A RAJATABLAS
“No es negligencia del personal docente ni administrativo del establecimiento, el no querer iniciar con el proceso escolar con toda la atención necesaria”, afirmó Fuentes. No obstante, dice el maestro, se realiza una estrategia de enseñanza “a domicilio”.

Los profesores estructuraron, de acuerdo a las planificaciones de cada grado, trabajos de investigación, lecturas y caligrafía. Se asignan las tareas en una hora específica y luego los niños se retiran a sus casas. Algunas viviendas de los educandos, también resultaron dañadas. “Los alumnos llegan a los corredores de la escuela donde no tenemos mucho riesgo”, pero se les informa a los padres de familia “de los riesgos con que se cuenta”.

LAS POTENCIALES MEDIDAS
La desesperación a la que lleva que las autoridades de gobierno y locales no se ocupen con prontitud de los problemas derivados del terremoto de noviembre, podría conducir a los afectados a medidas que rayan en presiones hacia quienes administran no solo la reconstrucción sino el país.

Fuentes manifestó que se esperará esta semana y también se verificará el avance de las gestiones. “De lo contrario vamos a tomar algunas decisiones fuertes en conjunto con los padres de familia por la falta de atención y acompañamiento del Ministerio de Educación”. Las medidas alcanzarían “la suspensión total de labores”.

Por aparte, Godínez aseveró que los estudiantes de su plantel “han tenido que salir dos o tres veces a las calles, porque de verdad es un caos lo que nosotros tenemos y las autoridades nada de nada”.  Se recuperaron ocho aulas en el módulo de tres niveles, pero “debemos materiales y mano de obra”. La deuda es con la Ferretería Velásquez. “Ellos –las autoridades- no han invertido ni un solo centavo”. Incluso se recomendó a la Dirección Departamental la contratación de mano de obra y compra de materiales para la habilitación de más ambientes para las actividades educativas, pero la Departamental se habría negado.

SIN FECHA PARA RECONSTRUIR
Según información de la oficina de Comunicación Social del Ministerio de Educación, con fuente de la Unidad de Infraestructura de la Dirección de Planificación (Diplan), las modalidades de intervención varían según el caso.

Para información actualizada al 28 de enero, se tenía que para reparaciones menores se realizarán trabajos de recuperación en 42 establecimientos educativos públicos, trabajos a ejecutarse mediante la participación de Organizaciones de Padres de Familia. Las actividades en este caso se tienen proyectadas para que “en su mayoría estén finalizadas a finales del mes de febrero 2013”.

Para la construcción de una obra nueva se requiere la elaboración de estudios de pre-inversión y aprobación de la ejecución de la inversión pública por Segeplan. Esto lleva, además, la participación de la Unidad de Construcción de Edificios del Estado (UCEE) del Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda, “en su calidad de Entidad Co-ejecutora del Subprograma de Mejoramiento de la Infraestructura Escolar”, por medio de un procedimiento o mecanismo “simplificado” que permita que las intervenciones se realicen “de manera expedita, oportuna y transparente”.

Ese procedimiento llevaría un ciclo con las fases de certificación de daños por la Conred; selección y contratación de empresas para el diseño y construcción por lotes de obras; diseño, planificación y costeo; ejecución, supervisión y monitoreo; y entrega y recepción de obras. Para estos casos, que son en parte los del INMO y la Escuela Naciones Unidas no hay fecha definida, según la información del Mineduc.

Los fondos son obtenidos de la reorientación de un préstamo concedido por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) denominado “BID/2018-OC-GU, Subprograma de Mejoramiento de la Infraestructura Escolar”, por US$ 30 millones.

El Ministerio de Educación no respondió a las consultas de La Hora sobre las denuncias planteadas por los directivos de los centros educativos, quienes esperan una explicación de las autoridades.

“Tenemos el problema de que el Ministerio de Educación aún no ha resuelto en cuanto a la carrera de Magisterio; si va ser de cinco años o de tres: por eso es que todavía no se nos ha agudizado el problema, porque no hemos inscrito a nadie”.
Elías Godínez
Director del INMO