Actos de Magia, el libro del poeta guatemalteco Julio Serrano Echeverría publicado por la Editorial Catafixia, se antoja a primera vista como uno de esos libros de oraciones, que contienen fórmulas rituales de doble función: dar consuelo a los vivos y acompañar a los muertos hacia el otro mundo.
Todas las religiones tienen fórmulas y ritos para enfrentar el paso entre el aquí y el allá. Pero esta primera vista engaña. Los actos mágicos que se encuentran en este libro (mágicos en el sentido chamánico), no son fórmulas universales sino que han sido creados en momentos individuales y específicos. “Todos son casos que conocí” – dice el autor, “por eso cada poema ha sido un reto emocional muy grande”.
Si Benedetti hablaba de un “Hombre” (Hombre que mira al cielo u Hombre preso que mira a su hijo) (1), Julio Serrano nos habla de cuerpos. En una sociedad tan violenta como Guatemala, la palabra cuerpo se asocia con la muerte, con la violencia, con un objeto privado de vida. Por otra parte, nuestra herencia cristiana y socrática, nos hace ver el cuerpo como un envase del que nos liberamos a través de la muerte. Pero aquí no. Éstos interlocutores, estos “cuerpos” con los que el autor “conversa”, están todos dentro del mismo espacio de vida, cambiando de forma después de la muerte, naciendo a la muerte para convertirse en vida, o testificando vivos sobre muchas muertes. Aquí la muerte y la vida coinciden en cuerpos presentes y ausentes, inmóviles o en constante cambio de estructura.
El poeta, entonces, no se convierte en un Caronte que acompaña a las almas al inframundo, sino en un chamán que nos descubre la vida y el movimiento en que se encuentra la materia terrestre. Al respecto, Jodorowski nos dice: “En realidad, lo que hace que estas cosas nos intranquilicen es nuestra creencia en un mundo objetivo, nuestra mentalidad moderna autodenominada racional… En la mentalidad chamánica, por el contrario, este problema ni se plantea. No hay ni sujeto-observador ni objeto observado, sólo está el mundo, sueño hormigueante de signos y símbolos, campo de interacción en el que confluyen fuerzas e influencias múltiples”. Y continúa: “él [el chamán] no es espectador de un mundo objetivo inanimado, sino parte integrante de un universo subjetivo en el que todo está vivo.” (2)
Aparte de este elemento psicomágico, Julio Serrano nos dice que el poeta, más que un demiurgo que crea versos de la nada, es un mago que ordena los metaleguajes que nos rodean. “Hay un metalenguaje que se vale de las palabras para manifestarse, a veces.” (3) Como hemos visto hasta ahora, dos de esos metalenguajes son precisamente el neochamanismo y la psicomagia. De allí viene lo que el poeta llama la alquimia revolucionaria, que según él es: “una transformación social basada en la magia… Una organización de shamanes mesoamericanos reconoce estas tierras como un poderoso aliado espiritual para el equilibrio natural de las cosas, la revisión de las tradiciones ancestrales de distintos pueblos de la humanidad sumado a la más honesta interpretación de los metalenguajes del espíritu permitirán escribir un texto que aglutine las leyes que permitan, al fin, la transformación de este país.” (4)
No sorprende entonces, que desde estos metalenguajes cree encuentros poéticos con los casos más tristes o los más terribles de la historia personal “a ti te llevaron los pájaros/para escribirse canciones por dentro.”, o la del país, como el silencio de un general acusado de genocidio desde el banquillo de los acusados “implica pues que las noches son una fosa / donde sigue enterrada la cuerda / que está atada a un lado en tu mirada y al otro a la muerte… “Así como la vida y la muerte conviven y se mezclan, así también la tragedia personal se encuentra inmersa dentro de la tragedia colectiva, siendo que la tragedia individual es parte de la tragedia colectiva y viceversa. Y allí, entre lo individual y lo colectivo, encontramos un poema que podría estar dedicado a Lisandro Guarcax y al festival que se hizo en su honor: “lo cantamos todos/ con lo que nos quedaba / entre el corazón y el tiempo. / Como en el poema de Vallejo/ toda la humanidad enterró las manos en el / [polvo”.
Estas tragedias, individuales y colectivas, están a su vez inmersas en el contexto histórico político de Guatemala. Conceptos como la preservación de la memoria, la visualización de lo invisibilizado, o la dignificación de las víctimas están presentes en poemas como “A un cuerpo que trabaja en un archivo” o “A un cuerpo devuelto a su familia”.
El poeta, dice Julio Serrano, no es ni siquiera un mago, sino un aprendiz de mago. Como en Fantasía o el poema de Goethe(5). Bajo esa premisa, podemos imaginar al poeta y sus poemas mágicos, intentando llevar el agua al agua, pero viendo que el agua se desborda, porque la muerte no cesa, ni la vida, y después de tanto tiempo, el hombre sigue silente frente el banquillo (6), y es así que el libro también se desborda, y la necesidad de crear actos mágicos no cesa. Ya van varios nuevos que ha debido publicar en su blog.
Sin embargo, a pesar de este desbordamiento, hay algo que sí funciona, y es que, a pesar de que a veces perdemos la esperanza, la tragedia no triunfa. Triunfa la vida que se queda “entre el corazón y el tiempo”, o “entre el corazón del cielo, y el corazón de la tierra”, citando a los mayas, los antiguos y los actuales, de quienes también toma los metalenguajes, como la fracción del Popol Wuj que inicia el poemario.
“¿Acaso han muerto?
han de decir cuando se sequen.
Pero cuando retoñen
¡están vivos! han de decir,
querida abuela, y tú, madre nuestra, no lloren.
Queda señal de nuestra existencia con ustedes”.
Popol Wuj
No, no se va aquello que se queda. Que se queda en recuerdo, en el poema, en la memoria colectiva. Y allí está este poemario para dar testimonio de ello.
(1) Poemas de Otros, Mario Benedetti, Editorial Sudamericana, 2000
(2) http://rie.cl/psicomagia/4_el_acto_magico.php
(3) http://julitoserrano.blogspot.de/2010/04/mas-consejos-practicos-para-sobrellevar.html
(4) http://julitoserrano.blogspot.de/2010/09/algunas-formas-de-revolucion.html
(5) http://webdelprofesor.ula.ve/economia/carlosd/Literatura/HECHICERO.pdf
(6) http://www.plazapublica.com.gt/content/el-largo-tiempo-de-los-generales