Apple necesita empezar a hacer las paces con Wall Street, dijeron analistas el jueves después de que los inversionistas se cebaron con las acciones de la compañía.
La venta masiva dejó a Apple cerca de perder su estatus como la compañía más valiosa del mundo. Al cierre del jueves, tenía un valor de 423 mil millones de dólares, apenas un 1,6% más que la segunda, Exxon Mobil Corp.
La caída fue provocada por el reporte de ganancias trimestrales de Apple del miércoles por la noche, que sugirió que la larga racha de crecimiento de la compañía de casi una década se está desacelerando drásticamente.
La acción cerró con una baja de 63,51 dólares, o un 12%, a 450,50 dólares. La última vez que se cotizó así de baja fue hace un año. Fue la mayor caída porcentual en un día desde septiembre 29 de 2008, cuando dos corredurías de Wall Street rebajaron la acción a causa de la recesión. En términos de dólares, fue el cambio más grande jamás registrado en el título.
¿Debería Apple intentar recuperar a los inversionistas que huyen? No, dicen los analistas. Los inversionistas que compraron las acciones cuando iban en ascenso perseguirán la próxima acción que esté en furor. La empresa tiene que hacerse atractiva para una nueva generación de personas que nunca han considerado la acción, sostienen los analistas, al hacer lo que Wall Street quiere y repartir más de su enorme pila de efectivo en forma de dividendos más generosos y recompras de acciones.
Las ganancias de Apple para el trimestre entre octubre y diciembre estuvieron planas en comparación con el año anterior. Sin embargo se las arregló para aumentar los ingresos 18% respecto al año anterior, pero el costo de la puesta en marcha de las líneas de producción de varios productos nuevos, como el iPhone 5 y el iPad Mini significó que menos ingresos fluyeron hasta la base. El margen de beneficio bruto en el último trimestre fue de 38,6 % en comparación con el 44,7% del año anterior.
Más preocupante aún para los inversionistas: el pronóstico del crecimiento de las ventas de Apple en el trimestre actual es de alrededor de 7% en comparación con hace un año, lejos de la tasa de más de 50% que a menudo se dio en los últimos años.
Apple suele ubicar sus previsiones por debajo de las expectativas, pero el director financiero Peter Oppenheimer indicó que la compañía proporcionará datos más reales a partir de ahora.
Los productos de Apple no han perdido su atractivo. El director general de Apple, Tim Cook, dijo que la compañía no podía fabricar suficientes iPhones, iPads e iMacs en el periodo de fiestas para satisfacer la demanda. El problema es más bien que Apple no ha lanzado un nuevo producto revolucionario desde el iPad en 2010.
Es mucho pedir que una compañía reinvente los productos electrónicos de consumo cada par de años, pero Apple lo hizo tres veces en una década con el lanzamiento del iPod, el iPhone y el iPad. De este modo, la empresa dejó a los inversores con expectativas de gran crecimiento a perpetuidad.
Ahora Apple se ve muy diferente. Sigue siendo enormemente rentable, pero su crecimiento es moderado, lo que la hace similar a compañías como IBM y Microsoft.
«La empresa está en una encrucijada», dijo el analista de Nomura Securities Stuart Jeffrey. «Ya dejó de lanzar productos que son grandes éxitos en los que no tenía que mirar el panorama competitivo – ellos simplemente hacían su propia cosa – y el crecimiento significaba que no tenía que centrarse en los caprichos de Wall Street».
El problema, dijo Jeffrey, es que Apple no se ha adaptado a esta realidad ni trabajado para encontrar nuevos grupos entre los inversionistas. Aquellos que invierten en empresas de rápido crecimiento o persiguen títulos al alza abandonaron la compañía. Apple no hace lo suficiente para atraer a otros tipos de inversionistas: los inversionistas de valor que buscan las acciones de empresas infravaloradas con ganancias estables y predecibles, e inversionistas que buscan acciones con dividendos generosos y bajo riesgo.