El estallido de dos carros-bomba en la parte de los Altos del Golán controlada por Siria mató a ocho personas hoy, dijeron activistas, en tanto que el gobierno sirio pidió a cientos de miles de ciudadanos que huyeron del país durante la guerra civil que regresaran a casa, incluyendo a los opositores del presidente Bashar Assad.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, dijo que dos carros cargados de explosivos estallaron cerca de un edificio de inteligencia militar en la ciudad de Quneitra ayer, con un saldo de ocho personas muertas. La mayoría de las víctimas fatales eran miembros del Ejército sirio, dijo el observatorio.
El gobierno sirio no ha hecho comentarios sobre los ataques.
Nadie se atribuyó la responsabilidad por las explosiones. Los carros-bomba y ataques suicidas contra las tropas sirias y las instituciones del gobierno han sido el sello distintivo de los militantes islámicos que luchan en Siria junto a los rebeldes que intentan derrocar a Assad.
Por otra parte, la agencia de noticias estatal SANA dijo que el gobierno ayudará a regresar a los ciudadanos que huyeron, ya sea que hayan salido «legal o ilegalmente». A las figuras de la oposición siria que deseen tomar parte en las conversaciones de reconciliación también se les permitirá regresar, informó SANA anoche.
Las conversaciones son parte de la iniciativa de Assad para poner fin al conflicto que se ha cobrado más de 60 mil vidas. La oposición ha rechazado la iniciativa, e insiste en que Assad debe renunciar.
Más de medio millón de sirios han huido a los países vecinos durante la guerra civil que ya cumple 22 meses. Incluyen activistas de la oposición y desertores, entre ellos oficiales del ejército, que se han cambiado al bando rebelde y luchan para derrocar a Assad.