Los realizadores de un documental sobre Osama bin Laden que se exhibe en el Festival de Cine de Sundance dicen que el debate sobre la exactitud de esta película de Hollywood, que relata la captura del líder terrorista, está distrayendo la atención de los interrogantes morales, que son mucho más importantes.
Greg Barker, director de «Manhunt: The Search for Bin Laden», dice que las críticas en torno a la cinta nominada al Oscar «Zero Dark Thirty», de Kathryn Bigelow, son una cuestión política que simplifican demasiado el asunto.
Varios legisladores en Washington han fustigado «Zero Dark Thirty», alegando que el filme retrata erróneamente la tortura como elemento integral para conseguir las pistas que llevaron a la muerte de bin Laden en un asalto de la Armada en Pakistán en 2011.
«El hecho es que lo que nuestras operaciones especiales realizan son operaciones de matar y capturar todo el tiempo, y muchas personas mueren en ellas», dijo Barker. «Quizá eso es lo que queremos como país, pero tenemos que atenderlo seriamente y entenderlo para saber lo que está pasando en realidad».
«Manhunt» se estrenará en HBO en mayo y tiene entrevistas amplias con funcionarios de la CIA, operadores del ejército y otros involucrados tanto en rastrear a bin Laden, en su ascenso al poder tras llamar a la yihad contra Estados Unidos en la década de 1990, como en la guerra contra el terrorismo tras los ataques del 11 de septiembre de 2001.
Gran parte del relato tiene paralelos con la dramatizada en «Zero Dark Thirty» protagonizada por Jessica Chastain en el papel de una agente de la CIA llamada Maya quien busca obsesivamente a bin Laden durante años.
Barker y unos ex agentes de la CIA entrevistados para «Manhunt» dijeron que «Zero Dark Thirty» refleja correctamente que las mujeres en la agencia federal estaban en el meollo de la persecución a bin Laden, pero a pesar de esto es una versión de Hollywood hecha para entretener a los grandes públicos, agregaron.
«Es entretenido, especialmente la parte sobre la redada de los comandos de la Armada», dijo Nada Bakos quien trabajó como analista de la CIA y después como funcionaria enfocada en Irak. «Entiendo que tengan que condensar las cosas hasta tener diferentes personajes, pero Maya es definitivamente la compilación de mucha gente diferente que trabajó en la agencia y trabajó en esto a lo largo de los años».
Marty Martin, un funcionario de la CIA que encabezó la búsqueda de bin Laden tras los ataques del 11 de septiembre, dijo que los interrogatorios no fueron de la manera en la que se presentan en «Zero Dark Thirty». Cuando le preguntaron si la tortura llevó a pistas que ayudaron a encontrar a bin Laden, Martin se limitó a decir que creía que «las técnicas de interrogatorio mejoradas» fueron útiles.
«Esto es Estados Unidos, necesitamos tener este debate», dijo Martin. «Si quieres tomar la decisión de que 5.000 personas pueden morir porque no quieres ser el malo y sentirte incómodo, esa es una decisión que tenemos, pero después hay que asumir la responsabilidad y tendrás que ver a los ojos de los familiares de las víctimas después de los hechos. La realidad es que el debate y la discusión son necesarios y vivimos en una sociedad libre en la que necesita ocurrir».
La exanalista de la CIA Cindy Storer dijo que justo después del 11 de septiembre decidió que no quería involucrarse en métodos coercitivos, pero aceptó que esto permitió recabar información importante.
«Eso no significa que no usé la información que llegó por esto, no significa que no respeto a la gente que tomó la decisión de hacerlo», dijo Storer. «Sé que fue útil, así que esta discusión maniquea de (que la coerción) ‘no tiene nada de provecho’ o ‘es totalmente útil’ es ridícula, está a la mitad».
Baker dijo que el debate necesita ir más allá de las opiniones a favor y en contra de la tortura, pues ya sea por al-Qaida o por otras fuentes «volveremos a estar en esta situación de nuevo, dijo.
«Y habrá gente en las sombras tomando decisiones a nuestro nombre y espero dar algo de luz al contar una gran historia, pero también al dirigir la luz en la forma en la que se llega a esas decisiones y la dimensión humana de esto», dijo Barker.