Por primera vez en la historia del Festival de Cine de Sundance, la competencia dramática estadounidense cuenta con igual número de películas dirigidas por mujeres que por hombres.
La paridad de 50-50 -ocho mujeres, ocho hombres- entre las 16 cintas en la contienda representa un récord que las directoras consideran una señal alentadora de que están progresando hacia la igualdad de género en la industria.
«Se siente como que es lo justo, como debe ser; es un reflejo de la población en la tierra. No hay razón para que no haya tantas mujeres como hombres haciendo cine», dijo Lynn Shelton, una asidua en Sundance cuyo filme «Touchy Feely», protagonizado por Rosemarie DeWitt como una masajista terapéutica repentinamente reacia a tocar gente, forma parte de la competencia dramática. «Pero también estoy esperando el día en que no me traten como una rareza, que me traten como a cualquier otro cineasta».
El grupo de ocho directoras también incluye a Liz W. García con «The Lifeguard», con Kristen Bell como una salvavidas que se involucra en una relación riesgosa con un adolescente; Stacie Passon con «Concussion», un relato sobre la crisis de la mediana edad con Robin Weigert; Francesca Gregorini con «Emanuel and the Truth About Fishes», con Jessica Biel y Kaya Scodelario en la historia de una adolescente aquejada de problemas; y Jerusha Hess con «Austenland», protagonizada por Keri Russell como una mujer en busca del hombre perfecto.
Sarah Polley ha estado participando en Sundance con cortometrajes y largometrajes desde el 2000 y ha visto un incremento en la presencia femenina desde entonces.
«Siento que ha habido un aumento transcendental desde que presenté mi primer corto en Sundance a los 20 años respecto a ahora que tengo 34», dijo Polley, quien esta vez regresa con «Stories We Tell», un documental que examina la vida secreta de su difunta madre y revela la identidad de su verdadero padre. «Mi primera vez en Sundance, me pasé el tiempo tratando de encontrar a otras cineastas mujeres. Ahora una veo un gran progreso».
Pero la equidad en Sundance no implica necesariamente que a estas mujeres les será más fácil conseguir apoyo para futuras películas, advirtió Cathy Schulman, presidenta de Women in Film, que promueve el trabajo de cineastas mujeres.
«Uno esperaría que esas mujeres consigan agentes y representantes y consigan trabajo para dirigir una próxima cinta», dijo Schulman. «Sospecho que no será tan simple».
En la sección de estrenos dramáticos, que tiende a contar con repartos de actores y directores más conocidos, sólo tres de las 18 producciones fueron dirigidas por mujeres y una de ellas es una serie televisiva de seis horas codirigida por Jane Campion, una de apenas cuatro mujeres que han sido nominadas al Oscar a la mejor dirección, por «La lección de piano» de 1993.
Por años, las mujeres han tenido un buen desempeño en Sundance en los programas de cortometrajes y documentales. Al igual que la competencia dramática estadounidense, la de documentales locales cuenta con ocho directoras y ocho directores.
Pero la sección de estrenos es una muestra de que las mujeres aún tienen un largo camino por recorrer en cuanto a igualdad de oportunidades en el cine independiente de mejor calidad. Y en lo que a películas de estudios se refiere, sólo un puñado de mujeres ha logrado establecerse como directoras.
«Alguien bromeaba conmigo, ‘Caray, haz tenido cuatro películas en Sundance’. Pero, ¿me contratará alguien para hacer una película en Hollywood?», dijo Lucy Walker, una documentalista cuya crónica sobre los riesgos de la práctica del snowboard «The Crash Reel» se estrena en el festival.
Walker está realizando una película de drama y se pregunta sus prospectos y los de otras mujeres en Hollywood, donde los presupuestos de las películas hacen parecer minúsculos aquellos con los que los directores del cine independiente deben hacer malabares para sacar una cinta adelante.
«¿Quién va a ser promovida para hacer un próximo filme y llegará a tener una verdadera carrera en el cine?», dijo Walker. «Espero que muchas mujeres de esta generación de cineastas».
Hoy, Women in Film y los organizadores de Sundance planean difundir los resultados de un estudio que señala cuán bien les ha ido a las directoras mujeres la última década tras haber exhibido sus trabajos en el festival.
Las mujeres han tenido estrenos promisorios en ediciones pasadas de Sundance sólo para desaparecer después, incapaces de hacer despegar un segundo proyecto.
«No nos hemos topado con mujeres que pararon intencionalmente, porque no tenían deseos de hacer más cine después de su primer filme», dijo Schulman. «Si ellas quieren hacer películas, nosotros tenemos que apoyarlas».
Como Kathryn Bigelow -la única mujer en ganar un Oscar a la mejor dirección por «The Hurt Locker» de 2009, que a su vez ganó el premio a la mejor película- muchas realizadoras se incomodan con historias enfocadas en el género de quien quiera que esté detrás de las cámaras.
Quieren que el asunto quede en el pasado y puedan enfocarse en disfrutar de las mismas oportunidades que tienen los hombres para relatar sus historias.
«En términos de la presencia femenina en Sundance, estoy orgullosa de ser parte de esta historia», dijo Lake Bell, quien protagoniza su propia ópera prima, In a World…», en la competencia de drama. «Otra parte de mí se emociona visualizando la primera vez que no sea una historia, que sea tan normal que la gente no tenga que hablar de ello».