Una campaña de una niña de 13 años para conseguir que la empresa Hasbro produjese un horno Easy-Bake que no sea rosado o púrpura, de modo tal que le resultase aceptable a su hermanito, revive un viejo debate en torno a los estereotipos.
Pero la realidad sigue siendo la misma y todo padre que quiera que su hijo esté expuesto a cosas distintas –que una niña explore las ciencias o que un varón juegue con muñecas– se topará con una industria de juguetes que parece anclada en el pasado en lo que respecta al tema de los géneros.
Hasbro no es el único blanco de críticas.
Uno de los juguetes más populares del año pasado, el «LEGO Friends Butterfly Beauty Shop», está pensado específicamente para las niñas y terminó cayendo en gastados estereotipos al enfocarse en un salón de belleza y presentar personajes con curvas y pestañas largas. Barbie incursionó en el mundo de la construcción. Algunos la elogiaron, pero otros criticaron el que hubiese tanto rosado.
Expertos del ramo dicen que la industria refleja las normas culturales y que las compañías de juguetes producen lo que se vende. Muchos padres no tienen inconvenientes con que los juguetes de sus hijas sean rosados y prefieren que sus varones no tengan juguetes asociados con las mujeres, sino que jueguen con armas y camiones. Otros, sin embargo, encuentran irritante el que la industria haga una distinción tan clara de sexos.
«Hay mucha presión para adaptarse a los estereotipos de género desde que una está embarazada», expresó Teresa Graham Brett, consultora de temas relacionados con la educación superior de Tucson, Arizona, y madre de dos varones, de 6 y 11 años.
Los niños comienzan a identificarse a sí mismos como varón o nena a los tres o cuatro años, según Sudan Linn, psicóloga de la facultad de medicina de Harvard y cofundadora de una organización llamada Campaña por una Infancia sin Publicidad.
«Cuando un niño está rodeado de mensajes rígidos, tipo ‘esto es lo que hacen los varones, esto lo que hacen las niñas’, se limitan sus posibilidades de desarrollar todo su potencial», manifestó Linn. «Las niñas no prefieren el color rosado desde que nacen, eso es algo que se les inculca, y termina siendo lo que quieren y lo que necesitan. Hay diferencias neurológicas entre varones y niñas al nacer. Pero nuestro objetivo debería ser ofrecerles una variedad de experiencias que les permitan desarrollar sus propias tendencias».
Las tiendas grandes de juguetes y los portales digitales separan los juguetes según distintas categorías, incluida la del género.
«Las empresas de juguetes responden a lo que quiere el consumidor. Hablan con madres, organizan grupos de discusión. Hacen cosas sensatas», sostuvo Adrienne Appell, portavoz de la Asociación de la Industria de Juguetes.
Chris Byrne, director de contenido de timetoplaymag.com, dijo que el que decide qué va a los hogares es el mercado.
«Los juguetes siempre van a reflejar la cultura prevaleciente», afirmó.
Eso vale incluso para un juguete que ha llamado mucho la atención por tratar de combatir los estereotipos de género. GoldieBlox, un juguete sobre la construcción, es una creación de Debbie Sterling, cuyo objetivo fue despertar el interés de las niñas en la ciencia y la ingeniería. Pero le molestó lo que vio cuando visitó una juguetería.
«Sentí que estaba en los años 50», comentó. «La sección de las niñas era rosada. Se le está enseñando a las niñas a ser un ama de casa, una princesa y una pop star».
La sección de varones, acotó, parecía más dinámica, con cosas interesantes, «más inteligentes y complejas, con juguetes sobre matemáticas y ciencia».
El personaje principal de GoldieBox es Goldie, una mujer ingeniera. Será puesto a la venta en abril. En una concesión a las realidades comerciales, los juguetes tienen una buena dosis de rosado.
«Hay muchos padres que están condicionados. No van a llevarse nada si no deja bien en claro que es para niñas», dijo Sterling. «No quiero que las niñas dejen de tener un GoldieBox porque no está dirigido claramente a ellas, por lo menos al principio».
Algunas cosas están cambiando. La tienda por departamentos londinense Harrods rediseñó hace poco su sección de juguetes, agrupando los productos por tema más que por género. Y la firma sueca Top-Toy publicó un catálogo neutral, en el que aparecen niños jugando en una cocina y con una secadora de cabellos y niñas disparando armas de juguete.
Hasbro anunció a fines del 2012 que llevaba 18 meses desarrollando un horno Easy-Bake Oven con colores neutrales, negro y plateado. Hizo el anuncio después de hablar con McKenna Pope, de Garfield, Nueva Jersey, una niña de 13 años que puso en la red una petición para que la compañía fabricase juguetes atractivos para todos los niños, sin importar su género, la cual recibió miles de firmas. Hasbro dice que tanto varones como mujeres se divierten con el horno Easy Bake.
Sudan Linn
Psicóloga