La versión 2013 del festival de Sundance -que Robert Redford lanzó en 1985 en una sola sala de cine con la proyección de unas 20 películas en competencia- comenzó ayer con más de 119 largometrajes, decenas de cortos, mesas redondas, exposiciones, conciertos y muchas actividades con celebridades.
Cada enero, Sundance se apropia de Park City, una ciudad turística para esquiar donde los hoteles inflan sus precios, los propietarios de tiendas rentan sus locales para vender artículos del festival y donde los admiradores a veces tienen que esperar en medio el frío por horas para obtener boletos para una buena película.
Redford está orgulloso de lo que creó, pero se siente algo nostálgico por los viejos tiempos cuando salía a las calles para atraer a la gente al cine.
«Nunca soñé que el festival llegaría a este nivel. Es muy diferente de cuando empezó», dijo Redford, quien se siente apabullado por sus deberes como director de Sundance. «Lo que me gustaría hacer más ahora es simplemente ver las películas. Toda la gente que viene me obliga a saludarlos y presentarme, cuando lo que me gustaría más es estar con los cineastas y ver su trabajo».
«Se convirtió en una bola de nieve. Eso no me molesta, pero se vuelve cada vez más difícil. Es maravilloso por una parte y es monstruoso por otra», agregó.
El festival rápidamente se volvió la meca de los cineastas de bajo presupuesto y los admiradores de relatos atrevidos que se salen del formato comercial de Hollywood.
Sundance ayudó a lanzar las carreras de Quentin Tarantino, Steven Soderbergh y el director de ascendencia mexicana Robert Rodríguez. Varias cintas nominadas al Oscar «In the Bedroom», «Little Miss Sunshine», «Precious» y «Winter’s Bone» se estrenaron en el festival.
Pocas películas de Sundance triunfan fuera del festival, pero las que lo logran como «Napoleon Dynamite», «Garden State» o «Super Size Me» , pueden inspirar a que otros tomen una cámara.
Toda una generación de jóvenes cineastas ha sido inspirada por el espíritu de Sundance, que sostiene la idea de que no se necesita a los grandes estudios cinematográficos ni a las estrellas para triunfar. Se puede juntar un poco de dinero de familiares y amigos y después hacer una película. Ahora es difícil pensar dónde estaría el mundo del cine independiente sin Sundance.
«No creo que estaría tan vivo ni que gozara de tanta salud si no fuese por Sundance», dijo Redford. «No estoy seguro de mi papel. Algunos me han definido como el padrino del cine independiente. Eso me hace sentir un poco incómodo. No me gusta tener tanto peso sobre mí».
Lo que le gusta más a Redford del festival es el grupo de cineastas que recibirá el domingo en su cercano centro vacacional Sundance Resort, lejos de la multitud en Park City. Después de eso le gusta alejarse un poco para tomar aire.
«El tamaño monstruoso del festival, como ha crecido tanto, me pone tanta presión en los primeros días que no puedo aguantar más y tengo que separarme por unos días», dijo Redford. «Como me gusta tanto ver las películas, esto se ha convertido en todo un problema. Me gusta retirarme y después escabullirme para regresar de incógnito y tratar de verlas».
Después de todo, las cintas son las que permanecen cuando desaparece la efervescencia del festival. Simplemente al analizar las nominaciones de los premios Oscar de la semana pasada se puede ver el efecto dominó de este festival en el mundo del cine.
La ganadora del principal premio de Sundance del año pasado, «Beasts of the Southern Wild», fue nominada a cuatro premios Oscar, incluyendo mejor película, mejor director para Benh Zeitlin y mejor actriz para la debutante Quvenzhane Wallis, de nueve años de edad. Zeitlin se medirá con Steven Spielberg y Ang Lee. Wallis compite con Naomi Watts y Jennifer Lawrence, quien fue a su vez una revelación de Sundance por «Winter’s Bone.»
«Por eso estamos aquí», dijo Redford. «Cuando alguien sale de la nada y avanza con apoyo ese es un gran placer para mí».
INAUGURACIÓN
Una nueva película dirigida por el chileno Sebastián Silva y un documental sobre inmigración producido por el mexicano Gael García Bernal están entre las cuatro películas que inauguraban el Festival de Cine de Sundance.
«Crystal Fairy», un filme en inglés del mismo director de la aclamada «La Nana», es protagonizado por Michael Cena y forma parte de la competencia de drama mundial; «Who is Dayani Cristal?», en tanto, es una producción mexicana-inglesa dirigida por Marc Silver y producida por García Bernal que participa en la competencia de documentales mundial.
El evento arrancó el jueves con el estreno dos largometrajes de drama y dos documentales, todos en competencia, además de un programa de cortometrajes.
«Decidimos que no queríamos que todo girara en torno a una única película inaugural», dijo el fundador de Sundance, Robert Redford. «Quisimos crear tantos espacios como fuera posible para que el festival arrancara de lleno, evitar la alfombra roja, cualquier cosa que sugiera que un evento determinado es el principal».
Cinco funciones separadas le dan al público una probada de la verdadera esencia de Sundance.
«Estos filmes, de manera colectiva, marcan la pauta de lo que se estará presentando durante los próximos 10 días», explicó su director de programación, Trevor Groth. «Es una selección bien variada, así que uno puede hacerse una idea de los distintos elementos que conforman el festival».
A continuación un vistazo a las películas que conformaron el primer día de festival:
— «MAY IN THE SUMMER», competencia de dramas estadounidenses. La cineasta Cherien Dabis, cuyo drama de inmigración «Amreeka» debutó en Sundance en 2009, regresa con una nueva estrella: ella misma. En su debut actoral, la guionista y directora interpreta a una mujer estadounidense que se reúne con su familia en Jordania para planificar su boda, y repensar el matrimonio mientras lidia con parientes disfuncionales.
Dabis dijo que después de «Amreeka», mucha gente le preguntó si quería actuar, y que de hecho otro director la escogió para un filme. Al no poder encontrar a la actriz adecuada, se sometió ella misma al proceso de audiciones para su película y decidió que el papel era suyo.
Presentarle «Amreeka» al público de Sundance fue una cosa. Protagonizar una película en el festival es otra.
¿Nerviosa?
«¡Sí! Quedé tan impactada cuando (el director del festival John) Cooper me lo dijo, y lo primero que pensé fue, ‘Dios mío, el día inaugural’. Es una gran responsabilidad. Definitivamente es estresante», expresó Dabis. «Para mí es un desafío».
— «TWENTY FEET FROM STARDOM», competencia de documentales estadounidenses. Morgan Neville, quien en 2011 presentó en Sundance «Troubadours», sobre superastros de la música como James Taylor, Carole King, Jackson Browne y Joni Mitchell, ahora trae la historia de los coristas cuyos «oohs» y «aahs» propulsan las voces principales.
¿Cómo sería la música sin ellos?
«Sería desafinada», dijo Neville. «Los coristas hacen mucho más de lo que se les acredita, particularmente en el mundo del pop, los coristas disfrazan muchos errores a la hora de cantar en vivo … Un cantante solo cuenta una historia en singular, pero cuando uno tiene coristas, es una comunidad, uno está lidiando con una dinámica muy diferente, más convincente».
— «CRYSTAL FAIRY», competencia dramática mundial. El realizador chileno Sebastián Silva trajo a Sundance en 2009 «La Nana», en 2011 «Gatos viejos», y esta vez tiene «Crystal Fairy» y otra película: «Magic Magic».
En «Crystal Fairy», Michael Cera interpreta a un estadounidense engreído y sentencioso que invita a una chica de espíritu libre que se hace llamar Crystal Fairy (en español Hada de Cristal), interpretada por Gaby Hoffmann, en una cruzada mezcalina por el desierto de Chile, donde él aprende a relajarse y ella a aceptar su verdadero ser.
¿Así que la clave de la felicidad son drogas y viajes?
«Calificarlo como una película amena sobre un viaje de carretera con drogas sería muy, pero muy superficial», dijo Silva. «‘Crystal Fairy’ es una gran película para la noche inaugural del festival, porque de algún modo levanta los ánimos. Es una experiencia fresca de verdad, y creo que es una cinta sin pretensiones. Pero no tiene necesariamente un final feliz, las cosas no necesariamente son felices y alegres. Pero se siente muy real, y uno como que aprende a ser compasivo con uno mismo mientras va viendo la película».
— «WHO IS DAYANI CRISTAL?», competencia mundial de documentales. El director debutante Marc Silver y el productor y actor mexicano Gael García Bernal se sumergen en el misterio de un cadáver hallado en avanzado estado de descomposición en el desierto de Arizona, con un tatuaje que dice «Dayani Cristal».
A través de imágenes documentales y secuencias en las que Bernal rememora la peligrosa ruta que muchos mexicanos toman para llegar a Estados Unidos, los realizadores pretenden darle un rostro humano a un hombre que de otro modo hubiese sido una víctima anónima más en la batalla migratoria.
¿Quién es Dayani Cristal?
Una especie de Hombre Cualquiera para millones que sueñan con una vida mejor.
«Lo que me dijo ese cuerpo en el desierto es por qué la gente deja a su gente, su hogar, lo peligroso que es el recorrido», dijo Silver. «Volver a humanizar a una persona muerta que no tenía identidad, y que al final del filme lo conozcas a él y a su familia, ese es el alma de este filme. Es una metáfora para muchos inmigrantes ilegales alrededor del planeta».
Productora mexicana
Detrás de los finos hilos de «Emanuel and the Truth about Fishes» está la participación de la actriz y productora mexicana Olga Segura.
La cinta de la directora Francesca Gregorini, que se estrena hoy en el Festival de Cine de Sundance en Park City, Utah, tiene entre sus productores ejecutivos y asociados a Producciones A Ciegas, fundada por Segura, su hermano Juan Carlos y el actor mexicano Héctor Jiménez.
«Es la primera productora mexicana, creo yo, que está en un ‘dramatic competition’ (competencia en la categoría de drama) en Sundance», dijo Segura en una entrevista telefónica con “The Associated Press desde Los Angeles”.
Protagonizada por la actriz británica Kaya Scoldelario y Jessica Biel, «Emanuel and the Truth about Fishes» cuenta la historia de una adolescente que tras la muerte de su madre comienza a trabajar como niñera para una nueva vecina (Biel) que le recuerda mucho a su progenitora. La vecina tiene a su vez un secreto sobre su bebé que comparte con Emanuel.
«Es lo mejor que he visto de Jessica Biel en toda su carrera, es una gran actriz, pero en este papel está exquisita, está muy, muy bien», dijo la mexicana sobre el trabajo de su colega estadounidense en este filme.
También destacan del elenco el prolífico inglés de padre español Alfred Molina, la actriz australiana Frances O’Connor y el estadounidense Jimmi Simpson.
«Estamos muy contentos de ser latinos y de estar apoyando un proyecto con grandes, grandes estrellas», dijo Segura.
La película tiene un tono dramático por la empatía que desarrollan Emanuel y su vecina a partir de la forma en la que encaran la muerte, pero eso no la excluye de tener otros registros.
«Es una película muy psicológica, es un thriller psicológico, pero no nada más me gustó eso; hay comedia, hay suspenso… La historia tiene todo, es como una montaña rusa de emociones y eso es lo padre (agradable)», dijo Segura.
Se trata de la segunda cinta de Gregorini, después de «Tanner Hall». La aproximación de la directora a la historia es muy emotiva, posiblemente por sus orígenes latinos e histriónicos. Su padre es el empresario italiano Augusto Gregorini y su madre es la es chica bond Barbara Bach.
«Me encanta que las mujeres estemos sobresaliendo como productoras, como directoras, como actrices principales en las películas», señaló Segura sobre la Gregorini, a la que considera una de las más talentosas directoras del momento.
En este filme, la actriz concentró su colaboración en la postproducción.
«Estuve mucho en el corte final de la película, en toda la postproducción, eso a mí me encanta», dijo Segura. «El set si no estás actuando, y yo soy actriz, es muy aburrido a menos de que estés haciendo algo».
Segura se considera una productora no sólo de título sino de acción, aunque nunca se imaginó que terminaría del otro lado de la cámara. Todo surgió cuando se preparaba para filmar «Cellmates», «y se cae el dinero del proyecto».
«Se cae el proyecto y se me cayó el mundo encima, me puse en la depresión fatal. Le dije a Héctor (Jiménez), ‘¿Por qué no levantamos el proyecto tú y yo y hacemos una productora?’ Y lo terminamos haciendo», dijo.
Y con Producciones A Ciegas no sólo completaron la película, que vio luz en 2011 y tuvo a Tom Sizemore y Jiménez como protagonistas. Esto les abrió otras puertas.
«‘Cellmates’ fue la lucha y el premio. Si no hubiera pasado ‘Cellmates’ no estuviese acá, no hubiese hecho ‘Emanuel’, no hubiera trabajado con David Duchovny en ‘Goats’, no hubiera hecho nada. Ni con Pedro Torres, ni con María Fernanda Suárez en (la serie) ‘El Encanto del Aguila»’.
Segura incluso se ha aventurado a combinar su trabajo de actriz con el de productora, como fue el caso en la cinta «Marcelo» de Omar Ynigo.
«¡Si yo te contara! Me salieron ronchas por todos lados con ‘Marcelo’… mucha presión», dijo Segura. «Yo vestida de Lucy atendía a mis actores, atendía a Laura Zapata, atendía a Aarón Díaz, hablaba con los técnicos, hablaba con el catering. Eso es producir».
Para Segura, el resultado es a pesar de todo sumamente positivo.
«Es bueno que los actores estén levantando proyectos, también se vale».