A menos de una quincena que dio inicio este año, ya vemos casos críticos de violencia y por si fuera poco cada vez estos actos son más inescrupulosos, sangrientos y enfermizos, como coloquialmente decimos en Guatemala: “vamos de mal en peor”.
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En algunos datos será contrastante a nuestra realidad, el informe de primer año de gobierno, presentado el día domingo en la Plaza de la Constitución o el día lunes en el Organismo Legislativo y aunque la Constitución Política de la República de Guatemala en su artículo 183 inciso i) dice que el Presidente debe presentar anualmente el informe al Congreso. El señor Otto Pérez Molina tomó la decisión de también presentarlo a la ciudadanía en general; acto que desde mi percepción es positivo, pero ¿Qué clase de cosas iremos a escuchar ese día?, ¿será que el informe realmente refleja lo que día a día se vive?
Las interrogantes anteriores me surgen pensando en el particular caso de la pareja que fue encontrada en el km 20.5 carretera antigua de Bárcenas hacia Amatitlán donde un guatemalteco y una colombiana fueron hallados cruelmente asesinados, pero más allá del atroz crimen encontramos a un pequeño sobreviviente de tres años, y es precisamente pensando en el trauma causado a este infante que considero que ya no solo se trata de venganza, delincuencia común o situaciones por el estilo, esto se está saliendo de control, si el respeto a la vida se pierde en cada asesinato, ¿de qué trata dañar la vida de un menor, de esa manera?
Tan solo de hacer una recreación mental de las horas que el pequeño niño pasó recostado entre dos cuerpos ya sin vida, padeciendo de soledad, hambre, frío, protección y un sinfín de necesidades más, me pongo a pensar en cómo será la infancia el resto de la vida de este infante, aunque Leslie Sechel, profesional consultado por la periodista de Diario La Hora, para la realización de la nota, dijo que por la edad, es posible que este suceso sea bloqueado en la mente del niño por el poco entendimiento acerca de la muerte. ¿Qué está siendo justo ahora del menor? Se sabe que fue puesto a disposición de la PGN pero como podrá crecer con la carencia de cariño, alimentación adecuada o con el simple hecho de no estar en su propio hogar, lamentablemente no es el único caso, aunque si el más alarmante de esta primera parte del 2013.
Esperamos que la reducción de violencia no sea solamente un conjunto de palabras que adornen imágenes en un anuncio, si no que sea parte de nuestra realidad nacional, reconozco que no es tarea fácil, ni es acción que se realiza en corto tiempo y aunque aparentemente se hace la lucha contra el crimen y la delincuencia hay que seguir de forma consistente en la prevención y en el poder garantizar la seguridad del ciudadano y principalmente de los niños, no se puede permitir que los actos delincuenciales o de violencia sean la escuela de nuestro futuro.