En los últimos tres días Gerard Depardieu se reunió con Vladimir Putin para recibir la ciudadanía rusa, fue uno de los protagonistas de la gala anual de la FIFA en Suiza y viajó a Montenegro en busca de propiedades para comprar.
Pero entre tantos viajes no alcanzó a llegar ayer a una audiencia en París, donde enfrentaría cargos por conducir ebrio, pues, según su abogado, tuvo una reunión sumamente importante para una nueva película.
Resulta que al final el actor francés de 64 años se encontraba en Montenegro reuniéndose con el Primer Ministro.
«No estoy escapando de la Corte o de la justicia, soy un francés y regresaré a Francia», dijo Depardieu en una conferencia de prensa con el primer ministro montenegrino Milo Djukanovic.
«No soy un delincuente. Me derrapé en mi moto, me quedé dormido. Incluso si como una ensalada con poco vinagre tengo demasiado alcohol en la sangre», añadió el actor, quien amenazó con renunciar a su ciudadanía francesa y entregar su pasaporte y su tarjeta de seguridad social.
El abogado de Depardieu también insistió que su cliente no estaba tratando de escapar de la justicia.
A pesar de esto, la audiencia por el cargo relativamente menor fue remitida a una corte penal.
Las batallas de Depardieu contra el gobierno y la justicia francesa comenzaron casi al mismo tiempo que el incidente por el que se le acusa de conducir alcoholizado. En noviembre se cayó de su motocicleta en París y fue acusado de conducir en estado de embriaguez. A la semana siguiente el alcalde de un pueblo belga en la frontera con Francia anunció que el actor, quien ha protagonizado 150 películas, había establecido su residencia ahí para evitar los impuestos franceses.
El primer ministro calificó entonces a Depardieu de «patético», lo que llevó a que el actor publicara una carta abierta a mediados de diciembre en la que decía que el país que ama ya no es su hogar.
«Me voy porque ustedes creen que el éxito, la creatividad y hasta las diferencias deben castigarse», escribió. «No voy a arrojar ninguna piedra (a la gente) que tiene colesterol, hipertensión, diabetes o demasiado alcohol, o a aquellos que se quedan dormidos en su motocicleta. Soy uno de ellos, así como a ustedes los medios les gusta repetir tanto».
El sábado recibió un pasaporte ruso de las manos de Putin. El lunes apareció en los premios de la FIFA en Zúrich y el martes estaba en Montenegro, aparentemente buscando propiedades y reuniéndose con el primer ministro.
«No soy un coleccionista de pasaportes, soy un ciudadano de Europa y espero ser un ciudadano del mundo», dijo junto al primer ministro mientras mostraba su pasaporte ruso. «No le debo nada al estado francés».
El abogado de Depardieu, Eric de Caumont, dijo que su cliente estaba en el extranjero «reuniéndose con los productores de una película» que comenzará a rodarse en Nueva York en enero. No proporcionó más detalles.
Pretextos similares se suelen aceptar en las cortes francesas, según el abogado Christopher Mesnooh, quien trabaja en París y no está relacionado con el caso de Depardieu. Pero perderse una segunda audiencia no se aceptará del mismo modo, advirtió.
Depardieu podría perder su licencia de conducir y enfrentar hasta dos años en prisión, dijo Caumont.
Este no es el primer incidente del actor con el alcohol. En 1998, Depardieu chocó su motocicleta y se descubrió que su nivel de alcohol en la sangre era cinco veces superior al permitido. En ese entonces sufrió lesiones en la pierna y el rostro.
Su ex esposa dijo que sus dramas tienen una causa más profunda.
«Tiene una tempestad dentro de él y está sumamente triste», dijo Elisabeth Depardieu a RTL en una entrevista de radio. «Creo que no se ha dado cuenta por completo lo que ha hecho al irse (de Francia)».