Renovar Esperanzas


Alejandro_Quinteros

Cada año nuevo, cada cambio en el calendario, es un momento propicio para un reinicio en nuestras vidas. Esos momentos marcan siempre un antes y un después y abren la puerta a renovar las esperanzas en un futuro mejor. Son momentos que todos debemos aprovechar, pues la esperanza es uno de los motores del alma que nos permite mantenernos firmes ante la tribulación y luchar para salir adelante. Esa esperanza también nos permite disfrutar los buenos momentos, porque cuando estamos bien podemos ver hacia atrás y agradecer los esfuerzos realizados cuando el resultado aún era incierto.

Alejandro Quinteros


Y es que la esperanza puede verse fortalecida con las pruebas, grandes y pequeñas, puesto que es a través de ellas que la ejercitamos y que nos basamos en ella como en un pilar sólido del cual estamos seguros que podrá sostenernos. Una vez ejercitada la esperanza y fortalecida en los malos momentos, ésta nos ayudará a tener paz en nuestros corazones, sabiendo que estamos poniendo todo de nuestra parte para salir adelante y creyendo firmemente en que lo lograremos.

Esta primera columna del año no puede ser más que una invitación a aprovechar el momento en el que nuestro calendario avanza y nos permite tener, al menos en números, un nuevo comienzo. Y es que con ese comienzo, naturalmente vienen puntos de inflexión que nos permiten hacer cambios en diferentes áreas de nuestra vida. El inicio de un ciclo, corto o largo, siempre trae oportunidades de mejora.

En lo personal, las fiestas de fin de año siempre parten el tiempo y abren paso a que uno pueda percibir el comienzo del nuevo año y no vivirlo simplemente como un día más. En las empresas y en lo profesional, suelen existir planes con nuevas metas para el ciclo que se inicia, planes que buscan la mejora sobre el año que terminó y el éxito para todos los involucrados. En lo académico, siempre existe la oportunidad de iniciar o retomar algún nivel educativo formal o informal, a fin de obtener mayores conocimientos y generar una mejora en uno mismo.

No importa cuál sea el caso de cada quien o si es alguno no mencionado o no reflejado en los anteriores, lo que realmente importa es, como ya lo decía, aprovechar el momento y tomar lo positivo para seguir creciendo. Y sobre eso positivo, llenarnos nuevamente de esperanzas que nos ayuden no sólo a generar expectativas, sino a realizar planes concretos que podamos seguir para que al final del ciclo, cuando empiece un año nuevo, podamos decir “lo logramos”.

Y cuando no logremos algo, también poder decir que luchamos por ello y tener lo más claro posible por qué no alcanzamos la meta como lo esperábamos. Y es que la vida es continua, no podemos permitirnos que al alcanzar una meta nos quedemos ahí, o en otro caso que si no la alcanzamos igual no queramos seguir luchando. Es nuestra responsabilidad como personas, como seres humanos, trabajar constantemente en estar mejor y no morir en vida al perder la esperanza de lograr lo que emprendemos.

Y así como dijo San Agustín, obispo de Hipona, “Si al final de tu vida no te encuentra triunfante, que te encuentre luchando”. Un feliz y próspero 2013 para todos, deseándoles que sus metas se cumplan y sus sueños se vean realizados.