La temporada de premios a lo mejor del cine comenzó en medio del desierto del sur de Estados Unidos, a un par de horas de Hollywood, durante el Festival Internacional de Cine de Palm Springs.
El sábado por la noche acudió una oleada de nominados a los Globos de Oro y a los premios Oscar, como Naomi Watts («The Impossible»), Helen Hunt y John Hawkes («The Sessions»), Ben Affleck («Argo») y el protagonista de «Arbitrage» Richard Gere, quien recibió el Premio del Presidente.
«Grandioso», dijo Gere con más que un toque de sarcasmo. «Esto es mejor que el Premio Gobernadores», agregó soltando una sonrisa. «¿Cuál es el orden jerárquico de estos premios? Quiero saber. ¿Estoy recibiendo el mejor premio? ¡Porque no me iré hasta recibir el mejor!», agregó.
Aunque el actor de 63 años nunca ha recibido una nominación al Oscar, ha habido varios ganadores del premio de la Academia que primero recibieron uno durante la gala de Palm Springs. Entre ellos, Sally Field, quien el sábado fue reconocida por su trayectoria profesional, que incluye su papel de Mary Todd en la película «Lincoln» que dirigió Steven Spielberg.
Otros premiados de la noche por su trabajo en la pantalla grande incluyeron a los actores Ben Affleck, Alan Arkin y Bryan Cranston por «Argo»; las actrices Helen Mirren por «Hitchcock» y Helen Hunt, por «The Sessions» y el director Robert Zemeckis por «Flight».
AMOUR
La Sociedad Nacional de Críticos de Cine de Estados Unidos eligió «Amour» como la mejor película de 2012, durante su reunión anual el sábado.
Los expertos eligieron a la protagonista de la cinta Emmanuelle Riva como la mejor actriz y a Daniel Day-Lewis como el mejor actor por «Lincoln».
Un grupo de 60 destacados críticos de cine de todo Estados Unidos se reunió en el Lincoln Center de la ciudad de Nueva York para hacer sus elecciones.
El director austriaco Michael Haneke ganó la categoría de mejor director por «Amour». La película, en francés, retrata el lento deterioro de una anciana interpretada por Riva. La película sido reconocida como una mirada resuelta a la edad adulta y el fin de la vida.
El dramaturgo Tony Kushner ganó el mejor guión por «Lincoln».
Amy Adams fue reconocida como mejor actriz secundaria por «The Master» y Matthew McConaughey como el mejor actor secundario por «Magic Mike» y «Bernie».
El premio al mejor filme de no ficción fue para «The Gatekeepers», una exploración del director Dror Moreh a las operaciones de espionaje del Shin Bet, la agencia israelí de inteligencia.
Mihai Malaimaire fue reconocido por la mejor cinematografía con «The Master».
La sociedad de críticos de cine, fundada en 1966, trabaja para promover la preservación del sector y las películas más importantes históricamente.
Los premios de este año estuvieron dedicados al crítico Andrew Sarris, miembro fundador de la sociedad, quien falleció el año pasado.
GUIONISTAS
«Lincoln» y «Zero Dark Thirty» recibieron nuevas nominaciones en Hollywood el viernes.
Los dramas fueron nominados por el Sindicato de Guionistas de Estados Unidos (WGA por sus siglas en inglés) por sus guiones destacados.
«Lincoln» está nominado al mejor guion adaptado al igual que «Argo», «Silver Linings Playbook», «Life of Pi» y «The Perks of Being a Wallflower».
«Zero Dark Thirty» fue nominada al mejor guion original igual que «Flight», «Looper», «The Master» y «Moonrise Kingdom.»
En la categoría al mejor documental compiten «The Central Park Five», «The Invisible War», «Mea Maxima Culpa», «West of Memphis», «We Are Legion: The Story of the Hacktivists» y «Searching for Sugar Man».
Los ganadores serán anunciados en ceremonias simultáneas en Nueva York y Los Angeles el 17 de febrero.
DOCUMENTALES ISRAELÍES
El conflicto en Oriente Medio no ha servido para mejorar la imagen de Israel en el mundo, pero la forma como los cineastas locales retratan críticamente la realidad entre Israel y los palestinos ha sido aclamada mundialmente y este año le ha valido la atención en los premios más famosos del séptimo arte.
Dos documentales de producción israelí sobre el conflicto han sido preseleccionados para una nominación a los premios Oscar, en un hecho con escasos precedentes. Las películas preseleccionadas representan un reconocimiento inusual a los participantes extranjeros en una categoría dominada por producciones estadounidenses.
Las cintas examinan el conflicto con puntos de vista contrastantes, una a través de los ojos de los ocupantes y la otra a través de los ojos de los ocupados. Ninguna es condescendiente con el gobierno israelí, a pesar de que recibieron financiamiento oficial.
«The Gatekeepers» incluye entrevistas francas con ex líderes del servicio de espionaje israelí mientras que «5 Broken Cameras» cuenta la historia de un camarógrafo palestino aficionado que documenta los enfrentamientos entre sus vecinos y los soldados y residentes israelíes.
Ambas películas fueron incluidas entre las selecciones de los críticos del New York Times y fueron elogiadas por el principal crítico del diario como los mejores documentales del 2012. Las nominaciones al Oscar serán anunciadas el 10 de enero.
La imagen de Israel al exterior se ha visto afectada por el conflicto de décadas con los palestinos, pero incluso los críticos afirman que la industria cinematográfica muestra que Israel sigue siendo una democracia viva. En años recientes los festivales internacionales de cine han premiado a los directores israelíes por sus retratos críticos del país.
Cuatro películas israelíes han sido nominadas al premio a la mejor cinta extranjera de la Academia entre 2008 y 2012, el mayor número para un país en ese periodo. Tres de las películas trataban del asunto entre Israel y los árabes.
«Nuestra capacidad de autocrítica es muy extraña», dijo Yehuda Stav, principal crítico de cine del diario israelí Yediot Ahronot. «Hay una libertad completa (en Israel) para hacer documentales que hablen sobre nuestros problemas, que critiquen lo que hacemos».
En Israel, los cineastas y los periodistas tienen fácil acceso a los altos funcionarios. Eso ayudó al director Dror Moreh a lograr entrevistas exclusivas con algunos de las figuras más obscuras de Israel: seis directores jubilados de la agencia doméstica de espionaje, Shin Bet.
La posición es tan secreta que hasta hace poco el director del Shin Bet era conocido entre la población sólo por su primera inicial, y su identidad era revelada sólo después que se jubilaba.
En la película de Moreh, se sientan frente a la cámara vestidos informalmente en camisetas tipo polo o con tirantes. Sus relatos son entretejidos con gráficos animados que le dan vida a las fotos de archivo y a los recortes de periódico para revelar la planificación de los asesinatos quirúrgicos y los interrogatorios.
En los momentos más íntimos, los ex directores de espionaje hablan sobre la moralidad de sus acciones.
«Para ellos (el enemigo), por cierto, yo también era un terrorista», dijo Yuval Diskin, director del Shin Bet de 2005 a 2011. «El que es terrorista para unos, es un combatiente por la libertad para otros».
En conjunto los testimonios de los directores de espionaje presentan críticas duras al fracaso de Israel para resolver el conflicto con los palestinos, pues argumentan que el ejército solo no puede dar paz.
«Esos momentos se te meten en la cabeza y cuando te retiras terminas siendo un poco de izquierda», dijo Yaakov Peri, director de Shin Bet de 1988 a 1994.
«Estamos ganando todas las batallas», dijo Ami Ayalon, director del Shin Bet de 1996 a 2000, «y estamos perdiendo la guerra».
Moreh dijo que quería cambiar la forma en la que se percibe el conflicto al presentar a las personas cuyo trabajo es dirigirlo.
La otra película preseleccionada para el Oscar, «5 Broken Cameras», tiene imágenes tomadas por el campesino palestino y cineasta aficionado Emad Burnat, quien compró una cámara para hacer videos caseros, pero terminó documentado seis años de vida familiar ante el fondo de las protestas palestinas contra la construcción del muro de Cisjordania en medio de su poblado, Bilin.
Las manifestaciones comenzaron la misma semana que nació su hijo. Sus imágenes muestran los cumpleaños de su hijo junto con la conciencia que va cobrando el pequeño sobre la realidad política en la que nació.
Una por una las cámaras de Burnat se dañaron por las latas de gas lacrimógeno del ejército israelí y sus balas de goma, otra al ser arrojada por un residente judío furioso y una más al ser aplastada en un accidente de tractor. Además de las cámaras rotas, Burnat sufrió heridas graves en los incidentes.
«La cámara fue siempre mi amiga», dijo Burnat, quien codirigio la película con el israelí Guy Davidi. «Estaba unido a la cámara, la cámara estaba unida a mí».
Los auspicios israelíes para producir la cinta de Burnat le causaron dificultades en el mundo árabe. Los festivales en Dubai, Catar y Egipto se negaron a proyectarla sin ofrecer explicación, dijo Burnat.