Tras salir libre, sacerdote Orantes buscará que se le asigne parroquia


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En el Juzgado Primero de Ejecución, el sacerdote Mario Orantes, firmó el acta que le permitirá recuperar su libertad a medianoche. Esto luego de haber pasado más de once años en la cárcel por su implicación en el asesinato del monseñor Juan José Gerardi, ocurrido en abril de 1998.

POR JODY GARCÍA
jgarcia@lahora.com.gt

“Se hizo justicia”, dijo Orantes esta mañana luego de signar la orden judicial de su libertad anticipada, obtenida a través de una redención de la condena de 20 años que le fue impuesta el 8 de junio del 2001.

BUSCARÁ PARROQUIA
En declaraciones a la prensa, el sacerdote dijo que se reunirá con su familia y que buscará una reunión con el Arzobispo Metropolitano, Julio Vian, para hacerle expresa su solicitud de reintegrarse al trabajo religioso y solicitar una parroquia para continuar como sacerdote dentro de la Iglesia Católica.

También recordó que en el preventivo de la zona 18 oficiaba misa los jueves y los domingos, por lo que nunca dejó de lado la actividad pastoral.

Por su parte, Francisco Gallardo, defensor del religioso, dijo que estiman que a media noche terminarían con el papeleo en el Sistema Penitenciario, para que el beneficiado salga de la prisión.

El togado también informó que analizan presentar una contrademanda, pero no especificó contra quién.

NO ES CONVENIENTE

En relación a la intención de Orantes, de solicitar una parroquia para retomar su trabajo religioso, Nery Rodenas, director de la Organización de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala (ODAGH) dijo que la decisión quedará en manos de Vian, máximo jerarca de la arquidiócesis de Guatemala.

No obstante, recordó que Orantes participó en la muerte de un obispo y que por lo tanto “no es conveniente que pueda ejercer en esa forma el sacerdocio”.

RECHAZO
En cuanto a la libertad anticipada del religioso, Rodenas dijo que el asesinato contra monseñor Gerardi merecía un castigo ejemplar o por lo menos el cumplimiento de la pena.

“Para nosotros esta libertad es un mal mensaje para la sociedad; no estamos de acuerdo con que se haya otorgado y esperamos que no sea un mal precedente para la justicia en Guatemala”, dijo enfático.

Además, agregó que en el caso contra el sacerdote y otras tres personas, donde la ODAGH actuó como querellante, se presentaron todas las pruebas que comprobaron la participación del beneficiado en el crimen.

EL CASO
Monseñor Gerardi fue asesinado en el interior de la casa parroquial de la iglesia San Sebastián, en la zona 1, dos días antes del informe Recuperación de la Memoria Histórica (Remhi) Guatemala, Nunca más, que recopila testimonios sobre masacres ocurridas durante el conflicto armado interno.

En el 2001, el Poder Judicial estableció la existencia del delito de ejecución extrajudicial en el asesinato de Gerardi y condenó al coronel Byron Lima Estrada, a su hijo, el capitán Byron Lima Oliva, y al exespecialista del Ejército Obdulio Villanueva, quien ya falleció.

Por su parte, Orantes fue sentenciado a 20 años en calidad de cómplice del crimen. 
 
El 23 de noviembre, el Juzgado Primero de Ejecución Penal, luego de cuatro intentos de la defensa, otorgó la redención de penas al religioso.

El 26 de diciembre, la Sala Tercera de Apelaciones, confirmó la resolución de dicho juzgado.

En los tribunales de justicia nunca se probó quién o quiénes fueron los autores materiales de la muerte del Obispo.

“Para nosotros esta libertad es un mal mensaje para la sociedad; no estamos de acuerdo con que se haya otorgado y que esperamos que no sea un mal precedente para la justicia en Guatemala.”
Nery Rodenas
Director de la ODHAG