Konstantín Stanislavski, 150 años


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Konstantín Stanislavski, seudónimo de Konstantín Serguéievich Alekséyev, actor, director escénico y pedagogo teatral, nació en Moscú en 1863 y murió en la misma ciudad en 1938. Fue el creador del método interpretativo Stanislavski. Mañana estaría cumpliendo 150 años de edad.

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Hijo de un industrial y nieto de la actriz francesa Marie Varley, Stanislavski formó su primera compañía con sus muchos hermanos y algunos primos, que se estrenó en 1877 con un vaudeville representado en el pequeño teatro construido en la finca propiedad de la familia.

Más tarde, Stanislavski quiso ser futbolista. Pero tuvo que trasladarse a París para trabajar en los negocios de su padre. En la capital francesa, actuó en compañías de aficionados y conoció a un actor polaco a punto de retirarse llamado Stanislavski, cuyo nombre adoptó para trabajar bajo este seudónimo, y poder realizar sus experimentos teatrales con mayor libertad.

De vuelta en Moscú, cofundó en 1888 la Sociedad de Artes y Letras y fue nombrado su director. Se trataba de una agrupación semiprofesional sin teatro propio, cuyo objetivo era reunir a profesionales de los distintos campos del arte y presentar regularmente espectáculos para los socios, ofreciéndoles un repertorio de una calidad superior a lo que era habitual en el teatro ruso de finales del siglo XIX.

Las dificultades económicas hicieron que la Sociedad de Artes y Letras tuviera que alquilar sus locales (1890) al Club de Cazadores, que dio autorización a la compañía de Stanislavski para proseguir con su labor a condición de estrenar un nuevo montaje cada semana.

En la primavera de 1897 fue invitado a una reunión por Vladímir Ivánovich Nemiróvich-Dánchenko, un respetado dramaturgo y director escénico que estaba al frente de la escuela teatral en la Sociedad Filarmónica de Moscú, agrupación de características similares a la que dirigía Stanislavski.

La reunión tuvo lugar en el restaurante moscovita Bazar Eslavo y duró catorce horas, dando como resultado la unión de las dos agrupaciones en una sola, codirigida por ambos directores y que ostentaría el nombre de Teatro de Arte de Moscú Asequible para Todos: nombre inicial que casi inmediatamente se convertiría en el Teatro de Arte de Moscú.

Años después, Stanislavski definió los presupuestos teóricos de la nueva compañía de la siguiente manera: «Nuestro programa era revolucionario; nos rebelamos contra el antiguo estilo interpretativo, la afectación y el falso patetismo, contra la declamación y la exageración bohemia, contra el erróneo convencionalismo en la puesta en escena y en los decorados, contra el star-sistem, que arruina el conjunto, y la mediocridad del repertorio».

Stanislavski pretendía elevar el nivel del mayormente superficial y chabacano teatro ruso, quería eliminar malos hábitos fuertemente arraigados en los actores y elevar su dignidad profesional. Así que decidió aumentar el número de ensayos y reducir el de estrenos, que en algunas compañías llegaban a treinta y cinco en una sola temporada.

Entre octubre de 1898 y diciembre de 1899, el Teatro de Arte estrenó dieciocho montajes. Si el primer espectáculo (El zar Fiódor Ioánnovich, sobre Teodoro I de Rusia, de Alekséi Konstantínovich Tolstói) le aseguró a la compañía un público incondicional, el octavo (La gaviota de Antón Chéjov), estrenado el 17 de diciembre de 1898, le permitió adquirir el sentido de su identidad y un estilo de conjunto.

El espectáculo fue ensayado durante ochenta horas y tuvo tres ensayos generales: un tiempo sin precedentes para una obra con tan pocos personajes. La puesta en escena de La gaviota tuvo un gran éxito durante el estreno y ante la crítica teatral pero resultó ser un fracaso en términos económicos. En la temporada 1898/1899, el espectáculo se representó diecinueve veces; en las siguientes tres temporadas, trece veces. Fue repuesto en 1905, con once funciones, y desapareció de la cartelera del Teatro de Arte hasta un nuevo montaje (1960). Sin embargo, el trabajo en la puesta en escena de La gaviota le condujo a Stanislavski al descubrimiento del concepto de subtexto.

A partir de la primera temporada, salvo raras ocasiones, el favor del público y de la crítica acompañaron a las producciones de Stanislavski y Nemiróvich-Dánchenko, que pusieron en escena, entre otras, obras de Shakespeare, Ibsen, Gorki, Chéjov, Turguénev, Tolstói, Moliére, Goldoni, Hauptmann, Gógol, Maeterlinck. Además de dirigir Stanislavski interpretó entre otros personajes a Vershínin («Tres hermanas»), Ástrov («Tío Vania»), doctor Stockmann («Un enemigo del pueblo»), Argan («El enfermo imaginario»), Julio César y Otelo.

Paralelamente a su trabajo como director y actor, Stanislavski llevó a cabo una importantísima labor como pedagogo, creando el llamado «método de las acciones físicas», conocido también como «sistema Stanislavski», que consiste básicamente en hacer que el actor experimente durante la ejecución del papel emociones semejantes, parecidas a las que experimenta el personaje interpretado; para ello se recurre a ejercicios que estimulan la imaginación, la capacidad de improvisación, la relajación muscular, la respuesta inmediata a una situación imprevista, la reproducción de emociones experimentadas en el pasado, la claridad en la emisión verbal, etc.

En sus últimos años una parálisis progresiva le alejó del escenario, pero continuó su labor como director y pedagogo al frente del Teatro de Arte y del Estudio de Ópera del Teatro Bolshói.

Fue nombrado miembro de la Academia de Ciencias de San Petersburgo en 1917 y Artista del Pueblo en 1936.

Además de dejar numerosas notas y apuntes, que han sido publicados tras su muerte, escribió dos libros: Mi vida en el arte y El trabajo del actor sobre sí mismo, cuya primera parte concluyó en 1937.

Mantuvo estrechas relaciones con Chéjov, Gorki y en numerosas ocasiones puso en escena las obras de Ibsen, Goldoni y Hauptmann, entre otros autores.

MÉTODO

Stanislavski creó el archiconocido método de una forma muy natural. Fue en su formación como actor en la que comenzó a observar y preguntarse. Observaba las enseñanzas de sus maestros y tomaba nota de ellas. A través de las mismas se fue dando cuenta de dónde provenían los impedimentos que, tanto él como sus compañeros de profesión, tenían en el día a día de los ensayos, en su camino como actores.

Le llevó toda la vida realizar “el manual”, como actor y como director. En él expone los elementos que consideraba claves: la relajación, la concentración, la memoria emocional, las unidades, los objetivos y los superobjetivos. Llegó a ello tras una vida de investigación y búsqueda desde la práctica.

Resulta curioso cómo a lo largo del tiempo este método de investigación, esta propuesta de proceso actoral, ha influido y sigue vigente en tantas escuelas de todo el mundo.

Cuando, a finales del siglo XIX comenzó con ello, no podía imaginar que iba a influir tanto. En sus propias palabras, tras años de investigación, el autor aseguraba: “Mi sistema es el resultado de búsquedas de toda la vida…he tratado de encontrar un método de trabajo para actores que les permita crear la imagen de un personaje, insuflándole la vida interior de un espíritu humano, y a través de medios naturales, encarnarlo en el escenario en una bella forma artística”.

No sólo creer que lo que se está haciendo es real, sino hacer que lo sea de un modo natural, con todo el instrumento. Es la base del método. Lo físico, lo emocional y lo intelectual, el trío de ases que pueden conducir al actor hacia la veracidad…que es lo que finalmente se busca al interpretar. Y que esa veracidad haga que el público viaje. El sistema creado por Stanislavski se diferencia radicalmente de todos los viejos sistemas teatrales, por el hecho de hallarse estructurado sobre el esclarecimiento de las causas internas que originan tal o cual resultado y no sobre el resultado final.

El Teatro de Arte de Moscú, creado y dirigido por Stanislavski, viajó a Nueva York, en 1923. Los componentes de esta compañía habían sido formados bajo el nuevo sistema del director ruso. Richard Boleslavski y María Ouspenskaya actores del Teatro de Arte de Moscú y alumnos de Stanislavski, decidieron quedarse en Nueva York y crearon la escuela American Laboratory Theatre, aquí es donde Lee Strasberg recibe los primeros conocimientos del Sistema. Queda impresionado porque todos los actores, ya fueran mejores o peores en su ejecución, conseguían ser creíbles. Se alejaban de los clichés.
Después, un desorientado Starasberg creó el Actor´s Studio, e hizo Historia.

Stanislavski hizo que se plantearan cuestiones como qué era una gran actuación, o si existía una gramática de la misma que, además, pudiera ser enseñada y aprendida. Los puntos más complejos son aquellos que se referían a la inspiración, ya que no se trata de reglas inamovibles ni dogmas. Más bien, se trataba de un grupo de variables que, con práctica, se aprendían a manejar en el momento oportuno.

Nada era desdeñable para el autor en la investigación del proceso, ni lo físico ni lo emocional ni lo mental…pero lo que queda claro, al leer sus obras, es que Stanislavski le daba gran importancia a la relajación para crear veracidad.

Por eso creó un sistema que sirviera de puerta a la creatividad… puerta que cada artista debe abrir por sí mismo, claro…una técnica que intentara dominar las leyes naturales de la creatividad humana, con la habilidad para influir en ella y controlarla; él proponía estudiar este sistema orgánico y no sus propios descubrimientos personales como norma ineludible… también dejó escrito y dicho que la profesión conlleva el continuo movimiento, la continua investigación…es por eso que, desde entonces, se sabe que esta profesión es un estar empezando continuo…¿cómo la vida misma?