La abogada guatemalteca Silvia Argueta, hoy directora ejecutiva de la Fundación de Ayuda Legal de Los Ángeles donde apoya a 70 mil personas al año, llegó a los Estados Unidos con sus padres a la edad de 6 años, edad en la que sufrió la pobreza y la discriminación; con el apoyo de su familia y maestros que la impulsaron a seguir estudiando y un programa de apoyo a estudiantes de minorías logró culminar la Universidad y convertirse en abogada, profesión con la que apoya principalmente a migrantes.
POR REDACCIÓN INTERNET
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Argueta cuenta que llegó a Estados Unidos con su familia cuando tenía 6 años y al no saber ninguna palabra en inglés la llevaron a una clase para niños con retardo mental, ya que como no había clases bilingües llevaban ahí a los niños que no hablaban inglés.
Cuando sus padres se enteraron de esa práctica en la escuela hablaron con sus responsables y una profesora les recomendó que la animaran a que en su casa leyera el periódico en inglés; sus padres se mudaron a Los Ángeles, a la ciudad de Glendale, para garantizarle un mayor nivel educativo para su hija.
Allí Argueta estudió desde quinto grado hasta terminar la preparatoria y sus maestros la impulsaron a estudiar y seguir una carrera universitaria, en la Universidad de California, en Los Ángeles, a donde pudo acceder gracias al programa Acción Afirmativa, que otorga un trato preferencial para minorías.
Entrar a la Universidad donde asistían unos 30 mil estudiantes fue un shock para Argueta, además porque había universitarios que rechazaban que los admitieran en esa universidad por razones de diversidad.
Aunque su intención inicial era estudiar relaciones internacionales y trabajar con la ONU, Argueta cambió de idea y decidió estudiar leyes; siempre he querido ayudar a otra gente, vi luchar a mis padres por cosas sencillas como traducciones de documentos o rentar un apartamento o por problemas de trabajo y pensaba que debería haber gente para ayudar a personas como ella, señala.
Después de graduarse trabajó en varias organizaciones de ayuda comunitaria y desde hace trece años ejerce para la Fundación de Ayuda Legal de los Ángeles (LAFLA) y ahora es su directora ejecutiva; con 57 abogados bajo su responsabilidad y un presupuesto de 14 millones de dólares anuales apoyan a los más necesitados, especialmente a los inmigrantes, unas 70 mil personas al año.
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