Ya en las fiestas de Navidad tuvimos un elevado índice de percances de tránsito que dejaron un saldo lamentable de pérdida en vidas humanas y no digamos en gastos materiales, por lo que es indispensable que las autoridades emprendan campañas para hacer conciencia y que adopten medidas para ejercer control sobre el tránsito de vehículos a fin de minimizar desgracias durante la celebración del Año Nuevo.
Ciertamente la labor de promover educación vial debiera ser constante y es una asignatura pendiente en Guatemala porque existe una indiferencia absoluta de las autoridades y ello se refleja en el caos, la anarquía e inseguridad que son características esenciales de nuestro transporte en calles y carreteras de todo el país. Pero en estas fechas se sabe que hay situaciones concretas que pueden y deben ser controladas, siendo ellas el consumo de bebidas alcohólicas que se disparan en estas fechas, y por otro lado la sobrecarga de pasajeros en las unidades de transporte que se atiborran de manera irresponsable. Lo mismo pasa con muchos vehículos particulares, especialmente del tipo pick up, en donde familias enteras viajan en las palanganas exponiendo su vida.
En otros países es severamente castigada como una seria infracción de las normas de tránsito el que alguna persona viaje en un automóvil sin cinturones de seguridad, mientras que en Guatemala vemos constantemente a niños parados sacando la cabeza por la ventanilla de los autos y personas sentadas en las palanganas de los vehículos de transporte sin que ninguna autoridad haga algo para sancionar tamañas irresponsabilidades que se traducen en riesgo efectivo de muerte.
Hay que entender que lo que no se ha hecho bien durante todo el tiempo, es decir capacitando adecuadamente a los automovilistas, no se puede hacer en pocas horas y en condiciones como las actuales. Por ello es que las medidas de control tienen que ser más efectivas porque no hay ni tiempo ni posibilidad real de educar en responsabilidad a los automovilistas, lo que obliga a que sea mediante la vía del castigo que se establezcan acciones concretas para prevenir grandes desgracias.
En todo el país existe una situación difícil por la coexistencia de policías municipales de tránsito que en la mayoría de los casos no están debidamente capacitados ni tienen formación técnica para el desempeño de sus funciones. La arrogancia y prepotencia sustituyen al talento y la capacitación, a lo que se suma la falta de coordinación y falta de control en las carreteras encomendadas a Provial que, como las PMT, tienen poca eficiencia. Pero echando mano de lo que se puede, es importante que en estos días arrecien los controles para evitar muertes absurdas por accidentes viales.
Minutero:
Las fiestas de fin de año
siempre nos dejan algún daño;
la falta de prevención
es toda una tradición