2012: Latinoamérica a Hollywood, y viceversa


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Mientras México y Argentina coquetean con la meca del cine con sus nuevas producciones, artistas de Hollywood muestran un inusitado interés por el cine latinoamericano. Tal es el caso de Robert De Niro, quien filmaría el año entrante en Panamá una cinta sobre la vida del boxeador Roberto Durán.

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Por SIGAL RATNER-ARIAS

El gran actor estadounidense daría vida al entrenador Ray Arcel en «Manos de Piedra», un filme dirigido por el realizador venezolano Jonathan Jakubowicz con miras a rodarse en Panamá en el 2013.

«El hecho de que figuras de la talla de Robert de Niro estén apoyando esta película le da una proyección internacional que creo es sin precedente para una película en Latinoamérica», dijo su director en una entrevista reciente con la AP en la capital panameña. «Esto no es que un latinoamericano está haciendo una película en Hollywood. Actores de Hollywood están haciendo una película latinoamericana».

El papel del popular púgil panameño estará en manos de Gael García Bernal, quien este año se apuntó un éxito protagonizando la laureada cinta chilena de Pablo Larraín «No», inspirada en los hechos reales que llevaron a la derrota de Augusto Pinochet.

El filme, en el que el actor interpreta a un ejecutivo de publicidad que elabora una campaña para poner fin a la dictadura de Pinochet utilizando el referéndum convocado en 1988, ganó este año, entre otros, el premio Art Cinema en la Quincena de Realizadores de Cannes, el premio del público en el Festival de Cine de Sao Paulo y el máximo premio del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano en La Habana, el Coral.

El viernes 21 de diciembre «No» fue anunciada por la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas como la única película latinoamericana en avanzar a la siguiente ronda de selección en la categoría de mejor película extranjera de la 85a edición de los Oscar, que se celebrará el 24 de febrero.

Por ahora «No» compite con otras ocho cintas, pero la lista se reducirá a cinco películas nominadas tras la revisión final de comités especiales en los primeros días de enero de 2013. De ser nominada, «No» sería la primera película chilena en competir en la categoría.

Otra película sobre una dictadura, la argentina «Infancia clandestina», también tuvo un año brillante en el que ganó el Colón de Oro, el máximo galardón del Festival de Cine Iberoamericano de Huelva (España), tras triunfar en el primer Festival Unasur Cine y ganar el Premio Casa de América del Festival de San Sebastián.

El filme de Benjamín Avila aborda los convulsionados años de la guerrilla y la última dictadura militar (1976-1983), representó a Argentina en la contienda por la nominación al Oscar a la mejor cinta de lengua extranjera.

«Infancia clandestina», inspirada en las propias vivencias de Avila cuando niño, se sitúa en la Argentina de 1979, cuando en plena dictadura militar una pareja de guerrilleros del grupo Montoneros decide volver al país tras el exilio para continuar con la lucha armada. La trama es narrada desde el punto de vista de un preadolescente y muestra la vida que sus padres eligieron y que le obliga a vivir de forma clandestina.

«Es una película que claramente se comunica con la gente de todos los países», dijo Avila en referencia a su buena acogida en festivales internacionales.

Argentina ha sido postulada seis veces al Oscar a la mejor película extranjera y ha ganado en dos ocasiones, la segunda con «El secreto de sus ojos» de 2009, dirigida por Juan José Campanella. México, cuya industria del cine ha sido ampliamente reconocida y de donde han salido laureados directores como «los tres amigos» Alejandro González Iñárriru, Alfonso Cuarón y Guillermo del Toro, sigue esperando llevarse la codiciada estatuilla pese a sus ocho nominaciones.

Este año su apuesta fue «Después de Lucía» de Michel Franco, ganadora de la sección Un Certain Regard del Festival de Cine de Cannes y que también representa al país para el Goya de España.

El filme sobre hostigamiento escolar cuenta la historia de Alejandra (Tessa Ia González), una adolescente que lucha en silencio con el acoso escolar mientras la relación con su padre (Hernán Mendoza), recientemente enviudado, se sigue fracturando.

El tema del «bullying» se ha vuelto mucho más prominente en los últimos años a nivel mundial y ha comenzado a ser más abierto y tomado con más seriedad por las consecuencias fatales, como los daños psicológicos o incluso suicidios que puede llegar a ocasionar en los niños y jóvenes que lo sufren.

«La película es una especie de análisis de por qué la sociedad se ha tornado tan violenta o por qué ha aceptado que esa violencia se viva de manera cotidiana y se acepte», dijo Franco en una entrevista reciente. «Creo que vale la pena hacer una película cuando hay muchas preguntas, cuando hay muchos temas que poner sobre la mesa».

El próximo año marcará el regreso del admirado Guillermo del Toro a la dirección. Tras producir un sinfín de películas que incluyen la animada de DreamWorks «Rise of the Guardians» y «Mama» de Andres Muschietti, protagonizada por Jessica Chastain, el realizador de «El laberinto del Fauno» presenta «Pacific Rim», su primera cinta desde «Hellboy – El Ejército dorado», de 2008.

El filme de ciencia ficción, actualmente en posproducción, trata sobre un ataque extraterrestre que amenaza la Tierra y robots operados por humanos que salen a defenderla. Su estreno está previsto para mediados del nuevo año, pero Del Toro ha confesado que es otro proyecto el que lo tiene realmente entusiasmado: su primera cinta de terror en 15 años.

Del Toro planea empezar a dirigir «Crimson Peak» a finales de 2013, reveló a la AP en una entrevista reciente en Nueva York, absteniéndose de dar detalles por estar aún el proyecto en etapas muy iniciales. Conocido fanático del cine de terror, aseguró que no dirige un filme cuyo único objetivo sea asustar desde «Mimic», de 1997, y acotó que no incluye dentro de este género su película de 2001 «El espinazo del diablo» porque en realidad en esa «quería que el fantasma no diera miedo».

Su compatriota Cuarón también vuelve en 2013 con un nuevo largometraje, «Gravity», su primero en siete años (después de la aclamada «Children of Men» de 2006, el realizador dirigió un par de cortos documentales en 2007). Protagonizado por Sandra Bullock y George Clooney, el filme de ciencia ficción sigue a un grupo de astronautas que intentan volver a la Tierra tras quedar a la deriva cuando su transbordador es impactado por escombros. Su estreno está previsto para octubre.

El 2012 no sólo representó éxitos para artistas latinoamericanos en el cine. En la televisión estadounidense, la colombiana Sofía Vergara hizo historia como la actriz mejor pagada de la televisión, según la revista Forbes.

«Nunca me metí en la actuación pensando que me iba a ganar ningún premio o que me iban a nominar a nada. Tenía ganas de que me fuera bien, quería ganar dinero. Me sorprende que a la gente le guste tanto el personaje», dijo en una ocasión a la AP la estrella de «Modern Family» al ser nominada a los Globos de Oro por su papel de Gloria Delgado-Pritchett en la exitosa serie de comedia.

Según la publicación, la barranquillera facturó ganancias de 19 millones de dólares en el último año, superando a la sensación de los realities Kim Kardashian, quien sumó 18 millones, y a la estrella de origen mexicano Eva Longoria, con 15 millones en el mismo periodo.

Los especialistas de Forbes consideraron su capacidad para atraer tanto al espectador estadounidense promedio como al público hispano en Estados Unidos como la clave de éxito en la televisión y como imagen de diferentes marcas.

Vergara además fue nominada este año, al igual que los últimos dos, a un Globo de Oro y a un Premio SAG del Gremio de Actores de la Pantalla por su trabajo en «Modern Family».

Y en el teatro, este fue el año en que Ricky Martin se consolidó como un astro de Broadway con «Evita».

Tras debutar en 1996 en las prestigiadas tablas neoyorquinas con el papel de Marius en «Los Miserables», el superastro puertorriqueño volvió como Che, la voz del pueblo, en el musical de Tim Rice y Andrew Lloyd Webber basado en la vida de la primera dama argentina Eva Perón.

Aunque no todas las reseñas fueron positivas y Martin no fue incluido entre los nominados al Premio Tony, sí recibió ovaciones a raudales del público y de la crítica.

«Lo mejor de esta reposición… ¡Ricky Martin es el rey de Broadway!», reseñó Mark Kennedy, de la AP.

«Martin es una supernova de carisma en el papel clave de Che», escribió la crítica del New York Post Elizabeth Vincentelli, cuya reseña se tituló «You Must Love Che», o «Debes amar al Che», en alusión a la canción de la obra «You Must Love Me».

El 26 de enero será el último día que Martin y sus coprotagonistas — la argentina Elena Roger en el papel de Evita y el veterano de Broadway Michael Cerveris como Juan Perón— al frente del show. De hecho, los productores anunciaron recientemente que han decidido bajar esa misma noche el telón al no haber conseguido actores que puedan remplazar a este «trío de enorme calibre».

Los próximos planes de Martin están en ultramar, en Australia, donde participará como «coach» de la edición local del programa «The Voice» («La voz»).