1) El sábado 26 de mayo estuvimos de visita en Panajachel, municipio de Sololá, con el objeto de solazarnos una vez más con el paisaje que ofrece el lago «más bello del mundo». Sus azules aguas y sus imponentes volcanes son siempre la expresión viva de lo bello de la naturaleza. Curioseando nos acercamos a la orilla del cauce del rí­o San Francisco, pero nos causó tristeza, cólera y mucha decepción notar que desde la tormenta Stan dicho cauce no fue debidamente reconstruido, existe peligro latente de nuevo desborde y arrase lo que encuentre a su paso. Sus aguas cloacales están a flor de la superficie, causando mal olor, contaminando el ambiente y obviamente sus aguas correrán hacia el lago para contaminarlo más; lamentable es que a varios metros están instalados los comedores populares donde se sirve alimentos a los centenares de visitantes nacionales que a diario llegan a ese centro turí­stico y comercial. Ofrecieron reconstrucción total y? nada.

2) La carretera, insistimos, que va de la ciudad de Sololá a Santa Lucí­a Utatlán, pasando por el municipio de San José Chacayá, sigue igual o peor; el inicio del invierno la ha dejado casi intransitable para el transporte de mucha gente que por necesidad la utilizan: comerciantes con sus hortalizas para la venta, trabajadores y estudiantes, hacinados en pequeños picops exponiendo su vida por lo sinuoso del terreno, lleno de piedras y lodo. Ofrecieron asfaltarlo, hasta dijeron que ya tení­an los fondos precisos para esta obra y? nada.

Ojalá no pase alguna tragedia en los dos puntos comentados, pero si sucediera, que el dedo que levantan hacia el cielo pidiendo bendición para Guatemala se les revierta en rayos y centellas para que no sigan ofreciendo lo que no pueden cumplir.