Fidel reaparece en TV


Expectativa. Una familia cubana observa por televisión la entrevista realizada a Fidel Castro.

El lí­der cubano, Fidel Castro, reapareció ayer de mejor semblante en una entrevista en televisión, la primera en diez meses de convalecencia y durante la que dijo que se recupera, pero sin hablar de un eventual retorno al poder.


Vestido de traje deportivo blanco, rojo y azul -y un escudo con la bandera cubana-, Castro lució con más peso que en anteriores videos, habló con cierta fluidez y claridad, aunque pausadamente, en la conversación de 52 minutos, en el programa Mesa Redonda.

«Sólo les digo a mis compatriotas los que les dije ya (…) que estoy haciendo lo que ahora debo hacer y más nada, no hay ningún secreto, más claro no se puede hablar», dijo.

Castro, quien en agosto cumplirá 81 años, insistió que en torno a su salud «no hay ningún secreto de Estado», aunque él mismo lo declaró tras someterse a la primera de varias operaciones.

Sin embargo, no mencionó una sola palabra que descifre la incógnita de si reasumirá o no el poder que delegó en su hermano Raúl Castro el 31 de julio de 2006, con carácter provisional.

El mandatario aseguró que lleva una alimentación «mucho mejor balanceada» y sigue las recomendaciones para recuperarse: «Siempre hay amenaza a la salud del ser humano, hay peligros que acechan, pero se han ido haciendo las cosas que se deben hacer».

Castro anunció que tiene «unos cuantos temas que abordar» en próximas conversaciones. «Esta es una manera de expresarse y de abundar y de sintetizar», manifestó, al referirse a la nueva modalidad de «mesitas redondas».

En algunos tramos de la conversación, el lí­der cubano, de barba y cabellos más canosos que antes de su crisis de salud, bromeó sobre su edad y su uniforme deportivo. «Estoy vestido de futbolista», comentó riendo.

La mayor parte de la entrevista la dedicó a referirse a Vietnam y a la reciente visita a Cuba del principal dirigente de ese paí­s, Nong Duc Manh, así­ como también a las protestas de los militantes antiglobalización previa a la cumbre del Grupo de los Ocho (G-8) en Alemania, que las calificó de una «increí­ble batalla campal».

Clavados al televisor, los cubanos siguieron la entrevista del lí­der cubano, a quien no ven en público desde el 26 de julio, un dí­a antes de la primera operación intestinal.

«Â¡Ave Marí­a! qué bien se ve, está más fuerte y animado», exclamó, eufórica, Mérida Noa, una anciana de 79 años, quien no separó un minuto de la sala de su humilde apartamento en el corazón de La Habana Vieja.

En Miami, bastión del exilio cubano, las cadenas hispanas Univisión, Telemundo y el canal local América TV, dirigido a la comunidad cubana, interrumpieron sus programas regulares o sus informativos para emitir la entrevista.

Médicos de Miami coincidieron en que Castro parece estar recuperado. «Para una persona que ha recibido una operación así­ grande y que ha estado 10 meses afuera, la mente y los pulmones y eso están hasta ahora funcionando bien», dijo el gastroenterólogo Javier Parra, quien añadió no obstante que «parece descompensado» y «pálido».

En su larga convalecencia hasta ahora sólo habí­a aparecido en fotos y videos. Pero desde el 29 de marzo se ha dedicado a escribir y publicó 14 artí­culos, la mayorí­a contra Estados Unidos.

En uno de esos editoriales, del 24 de mayo, habí­a dicho que seguirí­a con sus comentarios escritos, y dio a entender que no tení­a planeado apariciones mediáticas y menos aún una en público en el corto plazo.

Sin embargo, acaparó de nuevo la atención mediática mostrándose más saludable en el video y las fotos -difundidas el fin de semana- con el dirigente vietnamita y en esta primera entrevista en convalecencia.

El video del sábado fue el séptimo durante su enfermedad y primero desde el 30 de enero; mientras que las últimas fotos habí­an sido del 20 de abril cuando se reunió con el alto dirigente chino Wu Guanzheng.

Cuando anunció que no estaba para las cámaras, Castro reveló que sufrió varias operaciones en un inicio sin éxito, que dependió por «muchos meses» de catéteres, pero que ahora tiene un peso estable de 80 kilos.

Algunos analistas estiman que aumentará su influencia sobre el gobierno a medida que mejore su salud, aunque sin recuperar totalmente el poder, o que lo compartirá con Raúl dejándole la gestión de gobierno y él se dedicará a la agenda internacional.

«Sólo les digo a mis compatriotas los que les dije ya, que estoy haciendo lo que ahora debo hacer y más nada, no hay ningún secreto, más claro no se puede hablar.»

Fidel Castro