Como “una bofetada” a la “débil democracia guatemalteca” calificó Daniel Pascual la estrategia de los diputados del Congreso de la República por dejar de lado la aprobación de la ley de desarrollo rural integral la semana previa. En una reunión con el mandatario, cuestionaría el rol de la bancada oficial sobre el tema.
larevalo@lahora.com.gt
Hoy, en la sede de gobierno, el presidente Otto Pérez Molina sostuvo una reunión con el comisionado presidencial para el Desarrollo Rural Integral, Adrián Zapata; el futuro presidente del Congreso, Pedro Muadi y las organizaciones Plataforma Agraria, Coordinadora Nacional de Organizaciones Campesinas (CNOC) y el Comité de Unidad Campesina (CUC).
A su entrada a Casa Presidencial, el dirigente del CUC, Daniel Pascual, dijo a periodistas que “queremos escuchar la versión del Presidente y ojalá también de la Vicepresidenta, al respecto de por qué la bancada oficial no estuvo en el pleno –del Congreso– desde el día martes –de la semana pasada–, cuando podían tener la sesión plenaria en el Congreso y entrar a conocer la ley de desarrollo rural”.
El líder campesino dijo que fue notoria la llegada de diputados del Partido Patriota hasta el segundo día de intentos de aprobar esa Ley, por lo que “queremos saber, porque pareciera que hay un juego y quien resulta damnificada es la población rural”.
INSISTIRÁN
“Nosotros vamos a insistir”, dijo Pascual, “no perdimos la batalla”, en referencia a que el Congreso tendría el camino libre para aprobar la polémica iniciativa, pues la Corte de Constitucionalidad no habría resuelto a favor de cámaras empresariales que interpusieron un recurso en ese tribunal para detener la discusión y aprobación de la normativa. Las partes solo deberán ser notificadas.
El líder del CUC dijo que no es voluntad política lo que faltaría a los diputados para aprobar la ley de desarrollo rural, sino “falta de números, tal vez, en el cheque que les gustaría recibir; por eso no quieren aprobar la Ley”. Pascual también señaló al sector privado de “no ceder en una cantidad mínima para los derechos de la población rural”.
A criterio de Pascual, la población civil guatemalteca estaría mejor enterada de que el proyecto en cuestión no implica una reforma agraria y la comunidad internacional les respaldaría con sus pronunciamientos en cuanto a la aprobación de la Ley.
UNA BOFETADA
Indicó la actitud de los diputados, cuyos jefes de bloque se comprometieron con el sector para aprobar la ley, más que una burla, “es una bofetada a la pobre y desnutrida democracia que hay en el país”.
Pascual dijo que el sector privado no puede oponerse a la aprobación de la normativa porque ellos también participaron de las reuniones que se llevaron a cabo en el Congreso.
El partido Lider querría “lavarse la cara” con las nuevas propuestas sobre el tema, pero lo que proponen sería algo que ya existe en el Ministerio de Desarrollo, comentó.
Si en la próxima sesión del Congreso el tema de la ley agraria no es la que se agenda como primer punto, el dirigente campesino advirtió de medidas junto a otras organizaciones del sector. Sin embargo, no adelantó qué tipo de medidas serían.