Las propuestas para reformar el sistema electoral solo encontrarían cabida entre los líderes políticos cuando se deje de lado el tema del financiamiento de los partidos; los techos de los gastos de campaña, la transparencia en el manejo de los fondos y la develación de los financistas reales son los puntos que más incomodan a lo interno del Congreso y dentro de las agrupaciones.
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En el 2012, una vez más la intención de reformar la Ley Electoral y de Partidos Políticos se estancó, y no fue por casualidad, sino por el rechazo tácito de los propios políticos para cambiar las reglas más sensibles de su juego de cada cuatro años.
Christian Castillo, analista del Instituto de Problemas Nacionales de la Universidad de San Carlos (Usac), destaca que los temas más espinosos en este proyecto siempre son el financiamiento y la transparencia en el manejo de los fondos de los partidos, el número de diputados en el Congreso, el sistema de votación nominal y la definición de los delitos electorales.
“Son temas en los que ha habido debate, pero en los que creo todavía no hay consenso a pesar que la comisión presentó un dictamen”, señaló el analista. De esa forma, se estima que este año no avanzará la propuesta de reformas electorales, aun cuando el proyecto no contempló reformas profundas en los temas sensibles, como la eliminación del financiamiento privado que se sugirió.
Este es el punto que genera mayor preocupación entre los políticos y tiene que ver con el origen de los fondos para sus campañas. La organización Mirador Electoral advirtió en el 2011, pasadas las elecciones generales, que el financiamiento de los partidos es uno de los puntos críticos del sistema electoral.
Según un estudio de la organización Acción Ciudadana, se estima que en los últimos comicios los partidos gastaron un total de US $74,270,091; una cifra que parece exorbitante si se considera que el límite de gastos es de US $6,405,112.
El análisis “¿Cuánto costó la campaña electoral?” explica que con sus donaciones, “los financistas permiten a los partidos reinvertir en la campaña política, para hacer más publicidad en medios de comunicación, e influir de forma efectiva a los electores”.
El punto problemático del sistema vigente, según el informe citado, es que “lo que los financistas obtienen como pago a su inversión es lo que resulta perjudicial para la democracia, pues puede maniatar la agenda pública, perjudicando el interés público para dar beneficio a lo privado”.
En los últimos años se han presentado varias iniciativas que no han logrado mayores avances y con esto se evidencia que el tema sigue siendo impopular entre los legisladores. Recientemente se intentó retomar la propuesta, pero la resistencia de las bancadas mayoritarias frenó las intenciones de la Comisión legislativa de Asuntos Electorales, pese a que finalmente dejó fuera la discusión del financiamiento de campaña y demás temas sensibles.
“Habíamos hecho una pequeña agenda donde estaba el tema. El Partido Patriota da una muestra que no está de acuerdo con reformar la ley electoral y ni siquiera estoy hablando que no están de acuerdo con el contenido, porque si estuvieran de acuerdo hubieran asistido a las sesiones, lo mismo paso con el partido Lider que no asistió”, lamentó el diputado Roberto Alejos, integrante de la Sala de Trabajo. Pese al panorama que se avizora, el diputado señala que debe ser uno de los temas a aprobar en enero próximo.
Entre las reformas que busca la Comisión se encuentra aumentar a 35 mil el número de afiliados para cada partido político y garantizar la presencia de ellos en por lo menos 16 departamentos; así como que la convocatoria a elecciones sea en febrero y que el proceso electoral se realice en octubre y diciembre. Institucionalizar el voto en el extranjero, buscan cambiar papeletas para que los votantes reconozcan a sus candidatos, aumentan sanciones por parte del TSE, dejando por un lado la transparencia en el financiamiento y comprobando la teoría que ese tema no interesa dentro de los partidos que de cara a las próximas elecciones contarán con los recursos de siempre.
DIFÍCIL PANORAMA
El diputado Alejos reconoce que lo ideal era este año, sin embargo, espera que al concluir a las interpelaciones puedan aprobarse y sea uno de los puntos que abran el período ordinario en enero próximo. No obstante, la decisión de aprobarlas requiere consenso ya que la iniciativa debe lograr 105 votos por ser un tema de rango constitucional, y de momento el apoyo del oficialismo y de Lider siguen sin lograrlo.
“Aprovecho para hacerle un llamado a la bancada Lider para que nos atienda ya que le hemos pedido cita para hacerles la presentación de la propuesta para demostrar que el proyecto incluye lo requerido por el Tribunal Supremo”, expone.
Los cabildeos se mantienen, pero el rechazo a mejorar el sistema de partidos también persiste, no solo con el desinterés de los políticos para reformar la Ley, sino también con las propuestas que no abordan los temas de fondo.
La debilidad se sigue reflejando con el corto tiempo de vida de los partidos políticos; el informe de Desarrollo Humano de Naciones Unidas de 2010 señaló que en los últimos 25 años 58 agrupaciones se han inscrito, pero 31 solo han participado en un evento electoral.
El documento señala que la debilidad se refleja en la falta de un proyecto de largo plazo, falta de democracia interna, falta de ideología. Este análisis motiva a unos diputados a buscar el apoyo para buscar reformas y no limitarse a pequeños parches que no mejoren el sistema. Sin embargo, lograr que los propios políticos cambien las reglas del juego parece ser una misión casi imposible en el parlamento.
Desde el 2006 cuando se aprobaron las últimas reformas, más de 10 iniciativas llegaron a Dirección Legislativa. Este año, la Sala de Trabajo retomó una propuesta que consensuó con distintos sectores. Sin embargo, el esfuerzo no fue suficiente para lograr el respaldo en el Congreso ya que si bien, logró emitir dictamen favorable no se logró la firma de Lider y el Partido Patriota, ambas agrupaciones representan 90 votos en el hemiciclo.
“Hubiéramos querido eliminar el financiamiento privado”
Roberto Alejos, integrante de la Comisión Legislativa de Asuntos Electorales e impulsor de la última propuesta de reforma electoral, explica el fallido intento de promover el proyecto este año y el consenso entre las bancadas mayoritarias en el Congreso para mantener sin cambios la Ley Electoral y de Partidos Políticos.
POR ANA GONZÁLEZ
agonzalez@lahora.com.gt
¿Qué buscan las reformas a la ley electoral que usted impulsa?
Lo que busca es el fortalecimiento del Tribunal Supremo Electoral para hacer un proceso más transparente, establece un nuevo número de diputados, las cuotas para mujeres e indígenas y el voto en el extranjero.
¿Cómo se maneja el tema del financiamiento?
Es importante fortalecer el financiamiento público. Los partidos políticos no pueden depender de financiamiento privado, pues se necesita el financiamiento del Estado para que no haya compromiso con nadie. Nosotros hubiéramos querido eliminar el financiamiento privado, pero la población no lo entiende. Pero se hace una gran disminución. Es un primer paso.
Otro tema que se menciona es la forma de elegir los diputados y los delitos electorales. ¿Qué proponen?
Lo primero, es vital fijar el número de diputados. Se está buscando una papeleta diferente para elegir a diputados y diputadas para que la población pueda votar por la persona y no por el equipo. En cuanto a los delitos electorales, lo importante es terminar las multas ridículas del TSE.
Buscaron sin éxito aprobarla en su primera lectura ¿Qué panorama le vislumbra al proyecto, ya que Lider y el Partido Patriota no firmaron el dictamen?
El Partido Patriota si hubiera estado de acuerdo con el contenido, hubiera estado en las sesiones y lo mismo que pasó con la bancada Lider, que no asistieron a las sesiones de comisión. Lo primero que tenemos que hacer en enero cuando terminen las interpelaciones es aprobarla y enviarla a la Corte de Constitucionalidad.
Christian Castillo
Instituto de Problemas Nacionales de la Universidad de San Carlos (Usac)